NUEVA YORK.- Eric Holder, el ministro de Justicia designado por Barack Obama, dejó hoy en claro que cuando el presidente electo de Estados Unidos entre a la Casa Blanca y el Senado confirme su nominación, métodos de tortura como el "submarino" pasarán a ser un "inquietante" recuerdo del pasado.
"Estoy de acuerdo con usted, el 'submarino' es tortura", dijo Holder cuando fue consultado al respecto por el presidente del comité Judicial del Senado, Patrick Leahy.
Se tratará de un giro dramático respecto del gobierno del presidente saliente, George W. Bush, que ya admitió haber utilizado la asfixia controlada del "submarino" para interrogar sospechosos de terrorismo y rechazó considerarlo tortura.
"Es mi intención, y la intención del presidente electo Obama, tener técnicas de interrogatorio coherentes con nuestros valores de estadounidenses", dijo el aspirante a convertirse en el primer ministro de Justicia afroamericano de la historia del país.
Holder reiteró también la intención de Obama de cerrar la prisión de Guantánamo, donde están alojados unos 250 sospechosos de pertenecer a grupos extremistas islámicos. "Se están dando pasos en ese sentido en estos días", aunque "se necesitará tiempo" para concretar esa promesa, dijo Holder.
El problema son los detenidos en la base militar en la isla de Cuba, "algunos de los cuales pueden ser transferidos en condiciones de seguridad, pero otros no tan fácilmente", indicó.
El personero fue relativamente crítico respecto de la ampliación de los poderes de las fuerzas de seguridad para implementar interceptaciones telefónicas, aprobada después de los atentados del 11 de setiembre del 2001.
"Con algunas medidas estoy de acuerdo, otras las deberemos estudiar", dijo Holder, quien aseguró que no es su intención "criminalizar" tareas como el espionaje.
Neoyorquino, de 57 años e hijo de inmigrantes de Barbados, Holder debió sobrepasar una audiencia de confirmación mucho más dura que la de Hillary Clinton, cuya designación como futura secretario de Estado fue aprobada hoy con apenas un voto en contra en el comité de Relaciones Exteriores del Senado.
Un influyente senador republicano, Arlen Specter, apuntó contra Holder por haber estimulado algunos perdones presidenciales durante el gobierno de Bill Clinton. En la época, Holder era el número dos del ministerio de Justicia y tomó parte en algunas controvertidas decisiones, como el perdón al financiero prófugo Marc Rich y a un grupo de militantes del FALN, un grupo armado por la "liberación" de Puerto Rico.
Sobre Holder también pesa su actuación en favor de la compañía bananera Chiquita, que recibió una minúscula reprensión de parte de la Justicia estadounidense por haber contratado paramilitares colombianos para controlar sindicalistas de ese país andino.
"Cometí errores, y acepto la responsabilidad", dijo Holder a los senadores, los cuales -se prevé- darán finalmente luz verde a su consagración como ministro de Justicia.