RÍO DE JANEIRO.- El gobernador de Río de Janeiro, Sérgio Cabral, sostuvo hoy la tragedia del avión de Air France, que cayó al Océano Pacífico con 228 personas a bordo, "no es natural", y la atribuyó a una "falla técnica grave".
El gobernador, del Partido Movimiento Democracia Brasileña (PMDB), afirmó que la empresa fabricante del Airbus A330-200 que cubría el vuelo AF447 de Río a París, "tiene mucho que explicar" sobre las causas de la tragedia.
"Esto no es una tragedia natural. No hay explicación que no sea una falla técnica muy grave", consideró Cabral, al llegar al acto ecuménico en homenaje a las víctimas del avión caído, en la Iglesia de la Candelaria, en el centro de la ciudad.
"Creo que las autoridades internacionales de la aviación civil, la empresa fabricante del avión, y la compañía aérea propietaria de la aeronave tienen mucho por explicar. Porque si existió una falla técnica en el A-330, hay responsabilidades civiles serias", destacó.
El gobernador de Río de Janeiro aseguró que su gobierno "dará todo el apoyo necesario" a los familiares de los pasajeros desaparecidos.
Expertos respaldan postura
En tanto, especialistas citados hoy por la prensa brasileña, aseguran que el avión puede haber sufrido un problema técnico antes de entrar en la turbulencia que encontró sobre el Atlántico.
Esa posibilidad fue apuntada por distintos expertos citados por el diario brasileño O Globo, según los cuales algo falló en la aeronave que no alertó al piloto de la fuerte turbulencia de nubes cúmulo-nimbos, señalada como posible causa del accidente, que tenía por delante.
"Los restos (del avión) han sido encontrados antes de (donde se formaron) las cúmulo-nimbos, y es necesario investigar la posibilidad de que el daño haya ocurrido antes de la llegada a la turbulencia", dijo el jefe del departamento de electricidad atmosférica del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), Osmar Pinto.
Otros expertos, tanto de Brasil como del exterior, han asegurado que la sola turbulencia, por fuerte que sea, no es suficiente para derribar un avión del tamaño y la potencia del Airbus A330-200 y han apuntado que ocurrió algo más.
Según el piloto Georges Rocha, especialista en aviación civil, pese a que los informes meteorológicos mostraban la turbulencia en la ruta del avión, el piloto no debe haber visualizado la tempestad a tiempo y debe haber sido sorprendido por ella.