MADRID.- España dio un primer paso hacia la prohibición de los crucifijos en las escuelas, al aprobar anoche una iniciativa parlamentaria que pide al gobierno aplicar en el país la jurisprudencia de la Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH).
Recurrida por una madre de familia italiana, la CEDH con sede en Estrasburgo, condenó a principios de noviembre a Italia por la presencia de crucifijos en las salas de clases, considerado contrario a los derechos de los padres de educar a sus hijos según sus convicciones y al derecho de los niños a la libertad de religión.
La iniciativa española, lanzada por los diputados del pequeño partido de izquierda nacionalista catalán ERC, fue aprobada en comisión parlamentaria con 20 votos a favor y 16 en contra, con el apoyo de los diputados del Partido Socialista (PSOE) y los gallegos del BNG, mientras que el principal partido opositor, el Partido Popular (derecha) votó en contra.
Las organizaciones que agrupan a las escuelas privadas españolas se habían pronunciado contra la decisión de la CEDH, calificándola de "inadmisible y sorprendente", y consideraron que "si algo parecido debía pasar en España, habría que manifestarse con fuerza".
Por el contrario, la asociación España Laica dijo en un comunicado que la CEDH hizo "honor a su nombre", al pedir que imite la iniciativa al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, ya enfrentado a la Iglesia en varios temas.
En 2008, un tribunal de Valladolid recurrido por el padre de un alumno, había ordenado por primera vez en España a una escuela pública que "retire los símbolos religiosos de las aulas", especialmente los crucifijos.
A pesar de que la Constitución de 1978 reconoce el carácter aconfesional del Estado español, los símbolos católicos siguen muy presentes en el país, 30 años después de la dictadura que había hecho del catolicismo una religión de Estado.
Polonia defiende los crucifijos
En tanto, el Parlamento polaco (Sejm) aprobó hoy una resolución en defensa de la libertad religiosa y a favor de la presencia de crucifijos en las escuelas.
Un total de 347 diputados votaron a favor frente a los 40 que se opusieron a esta resolución, con la que la Cámara Baja polaca pretendía posicionarse frente a la sentencia de la CEDH.
Los parlamentarios polacos mostraron su inquietud ante la posibilidad de que la resolución del Tribunal de Estrasburgo abra la puerta a la exigencia de retirar los crucifijos de los colegios estatales de toda Europa.
"El Sejm está preocupado por las decisiones que buscan conciliar la libertad religiosa, pero ignoran los derechos y sentimientos de los creyentes", dice el texto aprobado.
"La señal de la cruz no es sólo es un símbolo religioso y un signo del amor de Dios a la gente, sino que en la esfera pública recuerda la disposición a sacrificarse por los demás, y expresa los valores que construyen el respeto de la dignidad de cada hombre y sus derechos", añade.
La declaración que los parlamentarios polacos aprobaron hoy es puramente formal y carece de fuerza legal.