Los bonobo están entre las especies más afectadas por la caza y el consumo de su carne en África.
AFP
TORONTO.- Investigadores norteamericanos advirtieron hoy que peligrosos virus que incluyen una versión del VIH son siendo introducidos en Estados Unidos, Canadá y Europa a través del tráfico clandestino de carnes de primates y otros animales exóticos.
La investigación fue publicada en la revista médica "PLoS One" y se basa en el análisis de muestras de esos productos confiscadas en aeropuertos internacionales.
Gracias a la técnica del código de barras genético (que permite la identificación de especies con una fracción de la cadena de ADN), los científicos descubrieron que la carne incautada procede de babuinos, chimpancés y roedores. En muchas ocasiones se trata de especies en peligro de extinción.
Paralelamente, y utilizando técnicas de análisis convencional, los investigadores descubrieron que varias muestras de carne de primate confiscadas contenían retrovirus como el virus de la inmunodeficiencia de simios y de herpes.
Los investigadores recordaron que el brote del síndrome respiratorio agudo grave (SRAG) que en 2003 mató a decenas de personas se originó entre trabajadores chinos que manipulaban carne de un animal silvestre.
Uno de los autores del estudio, el profesor George Amato, director del Centro para la Conservación de Genética del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, explicó que el tráfico clandestino es un gran problema tanto para la biodiversidad como para la seguridad alimentaria y sanitaria.
"El tráfico clandestino de carne de animales protegidos es el tercer negocio ilegal que más dinero mueve en el mundo después del trafico de armas y narcóticos", explicó.
Tanto en Canadá como en Estados Unidos y Europa, el mercado de esta actividad ilegal se centra en las comunidades de inmigrantes y expatriados procedentes de África Occidental.
Maletas impregnadas de sangre
Para ilustrar la frecuencia del tráfico de carne, un investigador dijo que una conocida aerolínea, cuyo nombre no reveló, debe impermeabilizar de manera rutinaria los equipajes de ciertas rutas entre África y Europa, ante las protestas de viajeros que denuncian que sus maletas llegaban a destino impregnadas con sangre de animales.
Otro estudio realizado en 2010 señaló que cada semana, cinco toneladas de carne pasan de contrabando en el aeropuerto Charles de Gaulle de París, sólo a bordo de aviones de Air France.
Amato destacó que la técnica del código de barras genético, que se empezó a utilizar hace menos de una década, es una forma barata, sencilla y efectiva de identificar con certeza el origen de productos alimentarios, ya sean carnes, pescados u otros productos.
"Cualquiera puede acceder a la base de datos y no hay ninguna razón por la que su uso no pueda ser adoptado por las autoridades alimentarias de todo el mundo para asegurar el origen de los productos que entran en el país", añadió.