Viña 2012: Los artistas que los fans piden y los que se autopostulan

SANTIAGO.- Es cosa de revisar cualquier foro relativo al Festival de Viña del Mar para tener claro el efecto que el certamen produce: Más que ningún otro evento, Viña genera una verdadera ola de peticiones y reclamos, en la que cada ciudadano se otorga el derecho de exigir a determinado artista, y de protestar cuando los lugares disponibles van siendo ocupados por quienes no son de su agrado.

El abanico es prácticamente infinito, y da para todo. Desde la propia alcaldesa pidiendo a la Comisión Organizadora que traiga a la cada vez más inalcanzable Shakira —aunque la vía directa ya le dio frutos con Luis Miguel y, antes, con Roberto Carlos—, hasta los rockeros de siempre, que reclaman porque en el Festival hay pocas distorsiones, y muestran sus ganas de ver en la Quinta Vergara a Iron Maiden o (para variar) Tool.

Pero entre ambos extremos las peticiones son diversas, y pueden venir incluso de los propios artistas. Los casos más representativos son los de Pimpinela y Zalo Reyes, quienes aprovechan cualquier entrevista para reiterar que están disponibles para ir a Viña, que ansían volver y que se extrañan de que nadie los llame. En el humor, el niño símbolo es Enzo Corsi, que tras su paso por "40 ó 20" pide a gritos una oportunidad.

Claro que sus ganas no tienen por qué tener relación con la realidad y, al respecto, no hay mejor parámetro que Facebook. En la red social, tierra fértil para iniciativas de cualquier índole, son múltiples las peticiones para que ciertos artistas lleguen a Viña, y allí las noticias no son halagüeñas para los tres mencionados.

Porque aunque a propósito de su reciente visita a Chile, el entorno de Pimpinela asegurara que iban 15 mil firmas por su presencia en el Festival, lo cierto es que ese apoyo no se ha traducido en el grupo de Facebook que pide al dúo en Viña, y que apenas cuenta con 158 adhesiones.

Mejor no hablar de Enzo Corsi, quien ni siquiera tiene ese tipo de página en la red, aunque sí le han dedicado otras como "Kédate callao Enzo Corsi" (228) o "Me cae mal Enzo Corsi" (226). Pero seamos justos: También hay un grupo llamado "Fans Club Enzo Corsi". Hasta ahora lleva doce adherentes.

Zalo Reyes tampoco prende con la determinación que él quisiera (286), y con que sí lo hacen otros artistas. Es el caso de los reggaetoneros Baby Rasta & Gringo (10.185) y también de Arcángel (3.463), a quien sus fans le han creado páginas desde hace al menos dos festivales.

Alto entusiasmo generan también las postulaciones de Gilberto Santa Rosa (6.934), Tronic (7.612) y del Club de la comedia (6.194). Todo indica que los seguidores de estos últimos estarían a punto de ver concretado su anhelo, a diferencia de lo que ocurre con los fieles de Los Vásquez  (427), dúo que ya confirmó que no estará en Viña 2012.

Pero como en pedir no hay engaño, muchos se olvidan de que estamos hablando del Festival con mayor vocación popular del país, que intenta privilegiar artistas conocidos por la mayoría. En ese sentido, la tribu reggaetonera es pródiga, con pedidos como J Álvarez (2.091), De la Ghetto (641), Jowell y Randy (644), Kendo Kaponi (539), Franco El Gorila (410), Nova & Jory (545) y Joey Montana (330). ¿Les suenan?

Claro que en este ámbito la delantera la llevan los fans de Super Junior (411), quienes están empecinados en llevar a su grupo favorito más allá de su segmento, y hasta han organizado recolecciones de firmas para que esta boy band coreana esté en la Quinta Vergara. Igualmente excéntrica podría ser la petición por tener al rapero español Porta (568) en el Festival.

Y aunque ella sí podría verse bien en el certamen, tampoco parece muy realista la opción de que Avril Lavigne (2.180) llegue a la Quinta Vergara, pero al menos parece más factible que la de ver allí a Eminem (259).

Por el lado de los chilenos, los pedidos también son diversos, e incluyen a nombres como Papanegro (247), Noche de brujas (668), De Saloon (1.142) y Claudio "El Gitano" Valdés (1.152), entre otros.

Pero muchos de los fans de estos artistas no se quedan sólo en el grito virtual, y hasta llegan con solicitudes formales a la Comisión Organizadora del Festival. Seguro que algunas de esas carpetas pasan de inmediato a la torre del olvido de los escritorios, pero quién sabe si otras logran entusiasmar a los productores, y comienzan a moverse los hilos para tener a esos artistas en Viña del Mar. En las próximas semanas, como siempre, se sabrá el final de esta historia.