BEIJIGN.- El Gobierno chino trazó hoy las líneas generales de su programa aeroespacial para las próximas décadas, en un Libro Blanco que revela el interés de Beijing por disfrutar de "un lugar importante" en la investigación del espacio exterior.
El "Libro Blanco de Actividades Espaciales", que marca las líneas generales de actuación para los próximos veinte años, establece la "exploración y el estudio del espacio exterior" entre las máximas prioridades del Gobierno chino, cuya pertenencia al "club espacial" es una cuestión de orgullo nacional.
La industria espacial es "un elemento integral de la estrategia de desarrollo del Estado", tanto en su vertiente comercial como en las comunicaciones, investigación científica y tecnológica o en materia de defensa nacional, dice el documento.
Según los planes detallados en el Libro Blanco, en los próximos veinte años Beijing construirá un sistema de satélites para realizar un seguimiento de lo que ocurre "en el país, las regiones periféricas y todo el planeta".
Este sistema integrará y reforzará las "aplicaciones de satélites de comunicación y alta sensibilidad", que ya constituyen el 71 por ciento del total de los 47 aparatos diseñados y lanzados por China desde 1970, y cuyos usos son múltiples.
Uno de sus principales objetivos es, según el Libro Blanco, "satisfacer las demandas de la seguridad nacional, proteger los intereses nacionales de China y redoblar la fuerza del país", lo que sugiere posibles aplicaciones militares de la alta tecnología.
El documento señala, sin embargo, que "el desarrollo aeroespacial chino tiene fines civiles" como la investigación técnica y científica, la vigilancia meteorológica y la transmisión de datos, tareas en las que Beijing utilizará su amplia red de satélites multi-órbita y sistemas de seguimiento en tierra.
Según el plan aeroespacial oficial, China continuará prestando sus servicios de lanzamiento de satélites a otros países, como ha hecho en las últimas décadas al enviar al espacio 27 aparatos extranjeros desde sus bases de Jiuquan, Xichang y Taiyuan.
China "se encuentra entre los países más desarrollados del mundo en tecnologías como el lanzamiento múltiple de satélites con un solo cohete, o aparatos geoestacionarios", recuerda el documento, aunque señala que éste es sólo un aspecto del programa aeroespacial chino.
El Libro Blanco anunció que Beijing está trabajando para perfeccionar el cohete no tripulado "Shenzhou", que el año pasado situó a China en el club de las potencias espaciales.
No pasará mucho tiempo antes de que Beijing logre "establecer su propio sistema de vuelos espaciales tripulados", con los que "explorará el espacio exterior y realizará estudios para la investigación de la Luna", agregó el documento.
Además, China está dispuesta a cooperar con otros países para llegar a Marte, según fuentes de la Administración Espacial Nacional de China, el organismo oficial responsable de la gestión de satélites de uso civil y la cooperación intergubernamental.
China cuenta actualmente con programas de cooperación con una docena de países, entre los que se encuentra Rusia, cuyo Primer Ministro, Mijail Kasyanov, aprovechó su visita a China este mes para cerrar un nuevo acuerdo que extiende al espacio la "colaboración estratégica" entre Beijing y Moscú.
Pero la cooperación internacional es sólo una mínima parte de la estrategia aeroespacial china, cuyo desarrollo se debe principalmente "a los propios esfuerzos", y que continuará con renovado vigor en las próximas décadas del siglo XXI, agregó.