Historia de amor

Fallido segundo intento

"Una semana antes más o menos de su muerte lo sabía. Yo era el único que lo sabía", dijo Paul McCartney, refiriéndose a los últimos días de vida de su esposa, Linda Eastman, con la que estuvo casado por 29 años.

Ya para el 17 de abril de 1998, el cáncer de mamas que padecía se había extendido hasta el hígado, por lo que los médicos desahuciaron a la fotógrafa estadounidense.

Recordando un paseo que habían hecho hacía un par de días por un bosque de California, el cantante despidió al amor de su vida, como lo comentó en una carta que dio a conocer a la prensa, donde explicaba el duro momento por el duelo que mantenía: “Casi había llegado al final de la oración, cuando ella cerró sus ojos y, suavemente, se durmió para siempre".

Él, un declarado fumador habitual de marihuana y una leyenda viviente de la historia de la música, y ella, una férrea defensora de los animales y promotora incansable de la comida vegetariana, se conocieron en 1967, cuando la banda de McCartney, The Beatles, ya había alcanzado la cumbre de éxito y popularidad. No fue exactamente un flechazo instantáneo.

La primera vez que intercambiaron palabras fue en un club de Londres. Luego se encontraron

en la fiesta de lanzamiento del disco de rock más influyente de la historia: el “Seargent Pepper's Lonely Hearts Club Band”, donde Linda acudió con la intención de fotografiar a los artistas, como venía haciéndolo con los personajes más destacados de la escena sesentera.

Para ese entonces, Paul aún mantenía una relación con su eterna novia, la actriz inglesa Jane Asher. Mientras que Linda venía de separarse de su primer esposo, con el que tuvo a su hija Heather.

Sólo un año pasó para que al beatle se le viera saliendo todas las noches con la norteamericana en Nueva York, donde ella vivía.

Paul McCartney
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