Rainiero III: el tímido millonario

Rainiero tuvo varias caras. Más de 55 años de reinado dan para mucho. Tras su apariencia bonachona, reservada y paternal había un gobernante calculador, con mano de hierro, un especulador y un hombre de negocios que amasó una fortuna de 2.000 millones de euros.

Nació el 31 de mayo de 1923 en Mónaco. Hijo de la princesa Carlota Luisa Grimaldi y de Pierre Melchior, conde de Polignac. Fue el trigésimo príncipe de Mónaco, descendiente, junto con su hermana Antoinette, de la dinastía Grimaldi, después de la compra del señorío de Mónaco, en 1308, por parte del que fuera el primer soberano. Estudió en el Reino Unido, Suiza y Francia. Durante la II Guerra Mundial (1939-1945) estuvo al servicio del Ejército francés como oficial de artillería.

Rainiero recibió el apellido Grimaldi gracias a su madre, una hija ilegítima que su abuelo tuvo en Argelia con una lavandera. La joven Carlota tuvo que ser adoptada por Luis II que, cincuentón y aún soltero, logró evitar así que el Principado cayera en manos de los herederos alemanes de la familia.

Su madre renunció a los derechos al trono a favor de su hijo menor, lo que provocó las iras de su hermana, quien conspiró para destronarlo. A pesar de ello, el 9 de mayo de 1949, víspera de su 26 cumpleaños, Rainiero asumió las riendas de un país de dos kilómetros cuadrados que entonces ya contaba con 2.245 habitantes y 25.000 residentes extranjeros.

Mientras esperaba la hora de suceder a su abuelo, descargó sus frustraciones con la práctica de deportes de riesgo como el boxeo, las carreras de autos y el esquí. Con los años calmó su espíritu intrépido y se concentró en coleccionar estampillas, sin olvidar los automóviles. Dos museos del Principado muestran sus colecciones, realmente espectaculares.

Aunque nunca dejó de ser un gran tímido, aquél a quien en sus años de estudiante en Inglaterra llamaban despectivamente "el gordito de

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