Cuando hablamos de un station wagon inmediatamente aparece una sensación de que hablamos de un segmento antiguo, que tuvo su momento de gloria entre los 80’s y 90’s. Pues bien, algo así fue lo que sucedió en el encuentro con el Volkswagen Golf Variant TDI. Un vehículo que a simple vista se puede ver como un caballero de personalidad calmada, pero que cuando se convive con él por cinco días, llega a demostrar que eso es solo un prejuicio más para esta categoría.
Hay que comenzar diciendo que pese a sus amplias dimensiones, con 4,562 metros de largo, 1,799 de ancho, 1,515 y 2,620 de distancia entre ejes; es un modelo que no incomoda para sus traslados urbanos. Incluso, cuenta con una maniobrabilidad bastante amable para el usuario. Mostrándose muy estable en curvas a alta velocidad. Este punto es muy relevante en un vehículo que está enfocado a las familias.
Si las apariencias engañan...
El Volkswagen Golf Variant TDI es un fiel ejemplo de esta popular frase. En el primero de cinco días que convivimos con él, las sensaciones que quedaron al final de la jornada no fueron las de un vehículo muy espectacular sino más bien, las de un auto con ritmo diferido, más en las oportunidades de arranque.
Sin embargo, en el segundo día urgía mantener una armonía de tiempo alta, por lo que era necesario escarbar en las bondades de este station wagon. Fue ahí donde el modelo de la casa alemana se sacó el traje de Clark Kent y se convirtió en todo un “Supercar”, sobre todo con la caja DSG de seis marchas en modo sport manual.
El asombro por las sensaciones que brindó detrás del volante y pedales, que fue apoyado por los relojes del panel de instrumentos, fue grande. No por que fuese modelo incapaz, sino que por su forma de demostrar que sí puede llegar a ser un vehículo de rápido andar si eso es lo que se busca. Y aún en ese caso, mantuvo su estabilidad y control.
La versión de prueba del Volkswagen Golf Variant TDI es la tope de línea, Highline 2.0 DSG6 ($17.990.000). Ella aloja un propulsor de 2 litros que desarrolla 150 caballos de potencia y 340 Nm de par máximo. Estas prestaciones le permiten llegar a los 100 km/h en 8,9 segundos.
Héroe de la eficiencia
La marca germana estrenó sus nuevas motorizaciones diesel junto a este modelo. Por lo que se puede imaginar que no es un vehículo de alto consumo. Incluso, todo lo contrario. Tras exigirlo y recorrer por varios días más de 300 kilómetros, enfrentando el caótico tráfico de la capital, entregó un consumo promedio de 13,1 km/l.
Por lo que cumple a la perfección con el rol de station wagon: un vehículo familiar, pero con el que también hay que considerar que se realizarán trámites cotidianos, como los viajes al supermercado, traslados al colegio, ofician, entre otros. Si la idea es combinar todas esas características en un auto, el Golf Variant TDI podría ser un buen candidato a considerar.
En su interior y las comodidades que ofrece a los pasajeros, lo primero que se debe destacar es su espacio, tanto en las plazas delanteras como traseras y en la capacidad del maletero, que es de 605 litros y si los asientos son abatidos puede llegar a los 1.620. Mientras que la sensación de confortabilidad del habitáculo es alta, gracias a lo ergonómico de sus butacas. Y si viaja de noche, el techo Skyroof se agradece y valora bastante. Sobre todo para los más románticos.
Otro de los puntos positivos del modelo de Volkswagen es la agilidad para responder que otorga el sistema de conectividad, el cual simplifica la vida del conductor. Desde el volante se puede controlar la radio, teléfono y panel de instrumentos. Cuenta con sistema de sonido Fender, el que no entrega el efecto de estar en un concierto, pero sí posee un óptimo nivel. Si en algo la firma alemana queda al debe, es en la insonorización del habitáculo, ya que cuando se exige más de la cuenta, el sonido del motor delata que el Golf Variant TDI se está esforzando por entregar lo que el conductor le está pidiendo.
Claramente la misión del nuevo integrante de la familia Volkswagen es que llegó para resucitar el segmento de los station wagon de buena manera, demostrando que pueden ser vehículos familiares y seguros, pero que también brindan emociones al volante.