El barco del "Comandante" se hunde.
Emol/Agencias
La situación parece insostenible. Cuatro derrotas seguidas y a 12 puntos del líder cuando recién van cinco fechas del Torneo Nacional. Escenario más que complicado e impensado para Colo Colo. El Cacique vive un duro momento y la continuidad de Mario Salas pende de un hilo. La caída de 1-0 en su visita a Curicó dejó al DT pendiendo de un hilo.
Y las señales sobre su futuro incierto son potentes. Ayer, apenas consumada la derrota,
ninguno de los directivos presentes en el estadio La Granja bajaron a camarines. Se fueron raudamente del recinto.
Tanto Aníbal Mosa, como Harold Mayne-Nicholls y Marcelo Espina abandonaron de inmediato el reducto de la Séptima región. Los rostros decían mucho.
Incluso poco antes del pitazo final hubo otra señal. Las cámaras de televisión mostraron el palco donde estaban la directiva de Blanco y Negro. Las caras largas eran una clara muestra de molestia y pesar.
(Una imagen que vale más que mil palabras.)
Es más. Según El Mercurio, "la paciencia se acabó en varios dirigentes. Mosa es uno de los más molestos considerando el equipo que se le armó al DT. Anoche, la directiva evaluaba cesar a Salas, algo que se conversó de regresó a la capital".
Ya poco antes del inicio del partido ante Curicó, Mayne-Nicholls daba otra señal de lo que puede pasar a futuro.
"Mario Salas está tan preocupado como todos, si bien sigue con el mismo objetivo, la vida de todos en el fútbol varía según los resultados... Es evidente que el resultado marca mucho", decía el vicepresidente de ByN en la previa.
Mosa también había dado un paso hacia la posible salida. Hace unos días cuestionó por primera vez el proceso del estratega albo.
"Nos gusta mantener procesos, pero los resultados también tienen que estar sobre la mesa", había sentenciado.
Hoy puede ser un día clave. La continuidad de Salas pende de un hilo y su futuro al mando de Colo Colo se ve muy complicado.
