Eduardo Cisternas fue el deportista chilenos más joven en Tokio.
Con 17 años, tuvo una excelente presentación. El nadador ganó su serie y rompió el récord chileno en 400 metros.
No fue un proceso sencillo. Debido a la pandemia no pudo entrenar en buenas condiciones, sufrió de covid y su entrenador tuvo que hacer de delivery al quedarse sin trabajo.
"Mi primer plan fue ir a los Juegos Olímpicos de la Juventud, pero se cancelaron por la pandemia. No fue una desesperación, pero quisimos ponernos un objetivo con mi entrenador. Tokio se veía difícil, pero no imposible", comentó en Emol TV.
"Yo fui muy consciente. Entrenaba doble y es que me mentalicé solo, con mi hermano. Inventaba ejercicios que pudieran ser en agua, eso ayudó mucho a mi vuelta. Hice una piscina, con una piscina de plástico. No era lo suficientemente honda, entonces me ponía las aletas y era puro pateo. El agua estaba muy fría, congelada, no me daba para patear mucho tiempo, pero esa fue una de las cosas que hicimos", agregó.
Poco antes antes de competir en Tokio, surgió otro problema. Le dio otitis en su preparación en Estados Unidos y al llegar a Japón sufrió con el jet lag.
"Estuve con otitis en la oreja derecha,. Me dio muy fuerte. Se me pasó hace poco. Me pasó en mi preparación de Estados Unidos, me afectó mucho en la concentración en Tokio. Pensaba mucho en la oreja antes de competir, pero ya en el comisaria antes de hacer la carrera dije 'esto no es mental, pero si le voy a dar importancia a cosas que no puedo manejar no voy a lograr nada'", declaró.
Respeto por Simone Biles
La gimnasta Simone Biles ha instalado un debate en los Juegos Olímpicos. La estadounidense, la mejor del mundo en su disciplina, se bajó de competencias para cuidar su salud mental. Cisternas valoró lo hecho por Biles y contó que a veces la presión puede ser muy difícil de sobrellevar.
"El día antes de competir fue la inauguración. Mucha gente me escribía. La mayoría mensajes de apoyo, pero también hay gente que dice 'no la vayas a cagar, eres muy chico para ir a competir allá, por qué no dejaste que otro fuera'. No es que uno se muera, pero se pone a pensar que quizá tienen razón, esto es mucho para uno. Ahí es cuando decidí apagar el celular, dejarlo de lado. La presión es fuerte, pero si uno está entrenando para la competencia, mentalmente tienes que estar fuerte, es cuando uno saca adelante la cualidad del deportista y la mente se sobrepone al cuerpo", expresó.
El día de la prueba está nervioso. No quiso mirar a las graderías, para no sentirse tan chico en un escenario tan grande. Ya en el agua, varios pensamientos lo carcomían.
"El cuerpo no quería responder, me empecé a sentir mal, comencé a pensarla mucho. 'Me está viendo toda la gente, todos los chilenos, toda mi familia. Qué decepción, creo que la voy a cagar'. Cuando me doy la vuelta al segundo 200, digo ya 'toca y toca, a nadar'. Cerré de mejor forma y pura mente. Me sentí aliviado, muy aliviado. Era algo fuerte, representar al país y complica a veces", afirmó.
Por último, hizo una reflexión sobre Biles: "Lo que hizo Simone Biles es increíble. Muy bien, está correcto. Tiene que priorizarse a ella. Cada uno tiene que respetar cómo se siente, no porque uno esté haciendo un deporte tiene que presionarse tanto. Si no la está pasando bien, tiene que tomar decisiones. Yo soy mi propio psicólogo, no hay que dejar que los comentarios te afecten. Si no te critican o no te meten presión, es que no estás haciendo algo tan correcto".
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