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¿Cómo mantener productivo a un Chile "envejecido"? Expertos apuntan a la inmigración

Desde la segunda mitad del siglo XX, los países desarrollados han impulsado políticas migratorias que hagan frente a la menor tasa de natalidad y el aumento de la población anciana.

07 de Diciembre de 2016 | 08:00 | Por Marcela Flores, Emol
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El Mercurio
SANTIAGO.- La fuerte discusión en torno a cuál es el mejor sistema de pensiones que debe tener Chile puso de nuevo sobre la mesa un fenómeno que aún la sociedad no dimensiona en su plenitud: el envejecimiento de la población, una de las tasas más altas de Latinoamérica.

Hay ejemplos claros. Entre 1950 y 2000 la población creció 153,2% y se espera que en los próximos 50 años aumente en 31,2%, según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas. El mismo organismo estimó que para 2020 la cantidad de adultos mayores y los niños menores de 15 años estará en niveles similares, con 17,3% y 19,7% de la población, respectivamente.


Otro dato. En la próxima década se acabaría el conocido "bono demográfico", que se da cuando la población en edad productiva (entre 15 y 65 años) es mayor a la población dependiente (niños y ancianos).

Si en el futuro la sociedad tendrá más ancianos que jóvenes, ¿quién trabajará para sustentar el desarrollo económico y la producción del país?

Fomento a la migración

"La migración internacional es parte esencial del motor económico de muchos países desarrollados y envejecidos, tanto así que el Banco Mundial el 2014 estimó que más de US$414 mil millones anuales en remesas eran generados a nivel mundial como consecuencia de ésta", explicó Báltica Cabieses, académica de la Universidad del Desarrollo.

La experta en inmigración afirmó que "en la actualidad, la mayoría de las políticas migratorias se conducen en un marco de país envejecido, que anhela recibir a jóvenes sanos y con formación superior calificada", especialmente "de países de bajos o medianos ingresos a países de altos ingresos, lo que se conoce como 'brain drain´ (fuga de cerebros)". En Chile, destaca Cabieses, un tercio de la población inmigrante tiene formación universitaria o técnica, según la Casen 2013.

Sin embargo, afirma la socióloga Carolina Stefoni, Chile tiene problemas para reconocer el nivel de calificación de los extranjeros que trabajan el país, debido a lo "costoso de convalidar títulos, y a un factor cultural de no darle la misma categoría a los estudios de otros países latinoamericanos".

En los últimos diez años, el 70% de aumento de la mano de obra en Europa y el 47% en EE.UU. es de inmigrantes

OCDE
"El migrante viene con una serie de recursos que los países tienen que saber utilizar bien, porque lo recibe como un beneficio al no haber hecho un gasto en la formación de esas personas", enfatizó la académica del diplomado en Migración de la Universidad Alberto Hurtado, puntualizando que "en los países desarrollados la inmigración no es que sea una opción: es un requisito fundamental para hacer frente al envejecimiento".

Cabieses, quien lidera un Fondecyt en migración y sus determinantes en salud, destacó que "gran parte de la población joven migrante que nos acompaña se encuentra en edad fértil. Estos hijos de migrantes nacidos en Chile están aportando con alzas en nuestra tasa de natalidad y están hoy dibujando el nuevo rostro de nuestra sociedad en 20 o 30 años más", por lo que para esa época, serán parte de la población activa laboralmente.

En esa línea, destacó que la población extranjera en Chile es de 2,7% mientras que en otros países de la OCDE fluctúa entre un 10% y un 15%.

Entre algunos programas emblemas de migración destaca el "Guest Workers" que impulsó Alemania después de la Segunda Guerra Mundial para la reconstrucción del país, el plan "Bracero" de Estados Unidos para atraer a mexicanos a mediados del siglo pasado, y las famosas visas Working Holidays que impulsan países como Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y otros europeos para atraer jóvenes que quieran trabajar y viajar por un tiempo limitado.

"Todo el sector agrícola del sur de España probablemente no podría subsistir si no contara con la población magredí, latinoamericana y de Europa del este", ejemplifica Stefoni.

Necesidad de una regulación actualizada

Por ahora, según Stefoni, "la migración en Chile tiene que ver más con las transformaciones del mercado laboral, que por las condiciones demográficas" debido al mayor nivel de estudios de la población local y las mayores expectativas de ingreso. Esto explica, por ejemplo, que el 22% de las personas que se desempeñan como empleadas puertas adentro sean foráneas.

Pero cuando se acabe el "bono demográfico", el país necesitará población joven en todos los sectores del mercado laboral, calificado y no calificado. "Se necesita una política migratoria que ordene el proceso de entrada al país, que promueva condiciones básicas y una adecuada regularización del estatus migratorio, que puede resultar en mejores condiciones de vida, laborales y sociales", destaca Cabieses.

Mientras que Stefoni destaca otro desafío: "La economía chilena necesitará más trabajadores en un futuro y dada la situación informal en la que muchos inmigrantes se encuentran hoy, que no logran cotizar o ahorrar lo suficiente, el sistema de pensiones también puede enfrentar problemas".

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