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Inmigrantes en Antofagasta: Marginalidad y xenofobia en la capital mundial del cobre

Bloomberg hizo una radiografía de la situación en la que viven los extranjeros en la zona minera y los escasos avances para renovar la legislación nacional sobre inmigración.

09 de Febrero de 2017 | 09:58 | Bloomberg
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El Mercurio
BLOOMBERG.- Antofagasta, la capital de la región más rica en la nación más rica de América del Sur es un peligro latente. El sentimiento antiinmigrante se puede palpar bajo la superficie cuando llega gente proveniente de Colombia, Perú y Bolivia, mientras los barrios marginales se multiplican alrededor de la ciudad.

Con los servicios públicos sobrecargados y la industria local del cobre en medio de una desaceleración, el tema amenaza con ensuciar la campaña para la elección presidencial de noviembre.

"El debate se está calentando a medida que nos acercamos a la elección", dijo a Bloomberg Benjamín Cruz, presidente de Colectividad Colombiana, organización que representa a los inmigrantes de ese país que viven en Antofagasta. "Creemos que la violencia racial podría aumentar debido a que algunos políticos usan el mensaje antiinmigrante de una manera manipuladora; no advierten que pueden poner en riesgo vidas humanas", afirmó.

Sólo chilenos

El número de visas temporales emitidas por Chile se duplicó en cinco años y superó las 166.000 en 2015. Antofagasta fue la ciudad que emitió la mayor cantidad de visas, con la excepción de la capital del país, Santiago.

En el centro de la ciudad, los antiguos negocios han cedido su lugar a restaurantes peruanos y salones de belleza y tiendas de ropa colombianos. Los parlantes emiten ritmos caribeños como la cumbia y el reggaeton mientras los inmigrantes venden fruta fresca bajo paraguas con los colores amarillo, rojo y azul.

Las señales de tensión no son difíciles de hallar. Al menos 30 anuncios en un periódico local que piden trabajadores o inquilinos especifican que los candidatos deben ser chilenos: "Empresa de seguridad necesita contratar guardias de seguridad. Nacionalidad: únicamente chilenos"o "Prestigiosa compañía de taxis busca operador de radio para su centro de llamadas en Antofagasta. Requisitos: nacionalidad chilena".

Las ofertas laborales que sí aceptan colombianos suelen no ser lo que parecen. "A veces, las colombianas son remitidas directamente a prostíbulos cuando responden" porque están asociadas inexorablemente con la prostitución en la mente de los locales, dice Pilar Murillo, una inmigrante de ese país.

Lentitud del Gobierno

Si bien la presidenta Michelle Bachelet ha insistido en la defensa de las fronteras abiertas de Chile, tardó más de un año en presentar un proyecto de ley al Congreso que actualizaría la legislación chilena -de 40 años de antigüedad- sobre migración, reconociendo los derechos de los extranjeros y agilizando el congestionado sistema de otorgamiento de visas.

Con la demora del Gobierno, no hay indicios de que el flujo de inmigrantes se detenga, y hasta podría estar aumentando. La oleada más reciente proviene de Venezuela, que padece una de las recesiones más profundas que el mundo haya visto en tiempos de paz.

"Una parte de la población de Antofagasta no entiende que esta ciudad será diversa y multicultural y que los migrantes han venido para quedarse", dijo Catalina Rojas, directora de la organización benéfica Servicio Jesuita para Migrantes en Antofagasta. "Siempre ha habido un chivo expiatorio; antes eran trabajadores chilenos del sur, luego, peruanos y bolivianos. Ahora son los colombianos y mañana podrían ser los venezolanos".
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