Se sabe que el colesterol malo o LDL elevado es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, las que representan un tercio de las muertes en nuestro país. Lo positivo es que según la OMS, el 80% pueden ser evitadas mediante una prevención adecuada, por lo que es indudable la importancia que tiene para nuestra salud controlar los niveles de colesterol.
“La recomendación es siempre la de incorporar los fitoesteroles a la alimentación, en conjunto con llevar una dieta saludable y mantener una vida activa físicamente”, comenta Gonzalo Vega.
En ese sentido, los fitoesteroles son un gran aliado, pues son moléculas orgánicas que están presentes en algunos alimentos como frutas y vegetales, y que tienen la capacidad de inhibir la absorción del colesterol a nivel intestinal si es que se consume en cantidades adecuadas –dos gramos al día es lo recomendado clínicamente–.
El problema es que la industria alimenticia sólo contiene concentraciones pequeñas de fitoesteroles en alimentos grasos, como margarinas y productos lácteos, por lo que una persona prácticamente debe tomar un litro de yogurt para consumir la dosis recomendada al día. De hecho, los chilenos sólo consumen 200 milígramos de fitoesterolesdiariamente, es decir, 10 veces menos lo que deberían ingerir para lograr la disminución del colesterol.Un grupo de jóvenes chilenos –entre ellos ingenieros, bioquímicos y diseñadores– se dio cuenta de la falta de innovación en la industria nacional y lo difícil que era agregar fitoesteroles a la dieta de las personas, por lo queinvestigó durante más de 10 añosla forma de agregar estas sustancias vegetales directamente en las comidas. Así nació Cardiosmile, el primer producto en el mundo que permite agregar fitoesterolesdispersados en agua –sin grasas añadidas– directamente sobre los alimentos, a través de pequeños sachets líquidos.
Gonzalo Vega, co-creador de Cardiosmile, dice que “cada sachet entregalos 2 gramos diarios óptimos para la reducción efectiva del colesterol, misma cantidad que se puede encontrar en 425 tomates, 210 zanahorias o 150 manzanas”.
Agrega que “su eficacia está comprobada por un estudio clínico del Richardson Centre forFunctionalFoods and Nutraceuticals de la Universidad de Manitoba, en Canadá, que indica que esta tecnología inhibe la absorción del colesterol malo en el organismo en promedio en un 12%, y a su vez, baja los triglicéridos en 14% si se consume diariamente durante un mes”.
La fórmula está respaldada por la Sociedad Chilena de Cardiología y es libre de grasas, calorías, gluten, lactosa, sodio y organismos genéticamente modificados, por lo que es apto para todo tipo de régimen alimentario. Su eficacia se observa después de sólo 3 semanas de consumo diario y no tiene efectos secundarios.
“La recomendación es siempre la de incorporar los fitoesteroles a la alimentación, en conjunto con llevar una dieta saludable y mantener una vida activa físicamente”, comenta Gonzalo Vega.
ProyeccionesLas expectativas profesionales de los creadores de Cardiosmile fueron ampliamente superadas en su primer año (2016), cuando llegaron al top 20 de ventas de productos de farmacia en cualquier categoría. Ahora están con miras a extender la red de distribución a países como México, Colombia y Brasil.
“Queremos que Cardiosmile esté a disposición de la mayor cantidad de personas en el mundo para que puedan cuidar su colesterol de forma natural. Por eso, también estamos tratando con Estados Unidos, Inglaterra, España, Francia, Italia y Australia. Nunca pensamos hacer un producto solo para Chile; por eso, la marca ya está registrada en otros países”, explica Vega.
