SANTIAGO.- Hace cinco años, Sebastián González, congeniaba sus estudios universitarios con su carrera de triatleta profesional, hasta que un día, un amigo de Chicureo le pidió que lo entrenara para la maratón de Nueva York de 2012.
Hoy, después de llegar a entrenar a nueve personas en su primer año, es el coach de 118 y dueño del Club Deportivo Frontt, que ofrece entrenamientos para running, trail running, triatlón, maratones, ciclismo, clases personalizadas y la versión "kids".
"Cuando iba a Chicureo me di cuenta que durante la semana no había nadie haciendo deporte, pero los fines de semana se llenaba de gente corriendo o andando en bici. Ahí vi la oportunidad de jugármela con todo para crear un equipo de allá", cuenta el ex triatleta profesional a Emol.
Debido al éxito, actualmente el equipo cuenta con cuatro entrenadores más: Christine O'Ryan, Carlos Carvajal, Matías Barrera y Ricardo Astorga, además de haber expandido sus servicios a La Dehesa y el Parque Araucano y ofrecer servicios de kinesiología y nutrición mensualmente a sus miembros.
Los empresarios y su interés por alcanzar metas deportivas
Sin embargo, algo que advierte el coach es que "se ha visto un aumento importante en el interés, por hacer estos deportes y preparar ciertas carreras, por parte de altos ejecutivos, gerentes o personas con cargos importantes en diversas empresas".
"Llama la atención que llegue alguien que ya trabaja mucho para otro tipo de metas y te diga: 'Oye, quiero correr una maratón' o 'Seba, prepárame para un Ironman', porque son desafíos súper grandes y que requieren mucho tiempo y esfuerzo", analiza Sebastián.
De hecho, dentro de las filas de Frontt se encuentran: Franklin Quijada, gerente de Ingeniería de WOM; Felipe Armas, director de la Inmobiliaria Armas; Pablo Devoto, presidente de Nestlé Chile; Alex Molina, gerente comercial de retail de Samsung; Matías Urrutia, economista y gerente de Mercados Financieros de Vantrust Capital; Sebastián Gundelach, subgerente de Abastecimiento de Hertz Chile; Diego Rodríguez, director regional de América Latina en Maxam; abogados del caso Chang, pilotos de aviones, entre otros.
"Todos tienen bien claros sus objetivos. Algunos llegaron sin nada de experiencia y ahora acaban de correr la maratón de Santiago", dice González.
Pablo Devoto, presidente de Nestlé Chile, se ejercita a las seis de la mañana con el equipo, tres veces por semana. "Yo siento que cuando llegas a tu trabajo y ya hiciste deporte, arrancas la jornada con otra energía, es como ganarle al día y estás más dispuesto a enfrentar ciertos desafíos", comenta el argentino de 58 años que entrena hace cuatro en el equipo.
"Veo que la gente está cada vez más consciente de que su calidad de vida mejora si su físico y su alimentación están cuidados, entonces equilibrar un trabajo exigente y estresante con una buena actividad física, a uno lo hace rendir mejor en todos los aspectos, sobre todo laborales", dice Devoto.
"El deporte refleja mucho lo que son las personas en su vida y en su trabajo y no es raro que, a pesar del estrés y sus grandes responsabilidades laborales, las personas con altos cargos también sean muy perseverantes con sus entrenamientos"
Sebastián González
Otro deportista es
Sebastián Gundelach, subgerente de Abastecimiento de Hertz Chile, quien, después de irse a vivir a Chicureo, vio al equipo entrenando, se acercó a hablar con el coach y lo invitaron a participar.
"Correr da mucho tiempo para pensar y a uno le da cierto dinamismo mental. Siempre hay ganas de hacer las cosas bien pero también hay dificultades. Creo que uno como deportista genera resistencia al dolor en todos los aspectos y eso ayuda en el día a día para enfrentarse a los desafíos del trabajo también", comenta Gundelach, quien logró bajar su tiempo de maratón de cuatro horas a tres y 15 minutos.
Para González, "el deporte refleja mucho lo que son las personas en su vida y en su trabajo y no es raro que, a pesar del estrés y sus grandes responsabilidades laborales, las personas con altos cargos también sean muy perseverantes con sus entrenamientos".
"Es un método de escape pero también de aprendizaje porque al final esa responsabilidad se puede transmitir de distintas formas a los trabajadores de sus compañías", agrega.
