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Santiago: Domingo 19 de mayo del 2024 | Actualizado 14:34
En los últimos meses, varias compañías han reportado escasez, incluyendo las cadenas de comida rápida KFC, McDonald's y Nando's. Las estanterías de los supermercados también han tenido periodos difíciles.
Al principio, la escasez no importó demasiado. Fue una inconveniencia para algunos, pero nada tan extremo como para remecer la economía o al Gobierno. Pero todo cambió con las noticias del jueves pasado, donde se anunció que los gigantes petroleros BP y ExxonMobil tendrían que cerrar algunas estaciones de servicio, como resultado de una escasez de camioneros.
Las personas, especialmente aquellas que tenían fresco el recuerdo de la crisis de 2000, sabían cómo esto podría terminar y fueron raudamente a las bencineras. Otros, viendo cómo se producía este fenómeno en televisión o redes sociales, hicieron lo mismo.
Vehículos confluyen en una estación de servicio en Londres. | ReutersEl gobierno británico insiste en que no hay escasez.
Y es verdad, pero el proceso de mantener abastecidas a las bencineras del país, involucra una interacción perfecta entre varios sectores. Por lo que cuando una o más etapas del proceso fallan, todo el sistema puede sufrir una interrupción.
Críticos del Primer Ministro, Boris Johnson, dicen que él también es culpable al fallar en manejar la carencia de camioneros, ya que se le había advertido durante meses que existía un déficit cercano a 100.000 conductores para todo el sector transportista.
La reposición de existencias se hace más difícil si la escasez de camioneros continúa y si las personas continúan modificando sus hábitos de compra. Es una crisis que se perpetúa como espiral y que puede -como se demostró en 2000- incluso llevar a una paralización en cosa de días.
El Gobierno conservador pro Brexit ha minimizado la conversación de que la escasez de camioneros es resultado de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Sin embargo, cuando el país dejó la órbita económica de la UE a principios de este año, uno de los principales principios del bloque dejó de aplicarse: la libertad de las personas de moverse dentro de la UE para encontrar trabajo. Con el Brexit, decenas de miles de camioneros dejaron el Reino Unido para regresar a sus hogares en la Unión Europea, generando mayor presión en una industria que ya se encontraba con problemas de larga data en términos de dotación de personal.
ReutersLa pandemia de covid-19 ha exacerbado los problemas de personal, empujando a miles de camioneros de la Unión Europea a dejar el Reino Unido. Las restricciones y confinamiento en el país, también llevaron a dificultades en la capacitación y pruebas de nuevos conductores británicos para reemplazar a los que se fueron.
Adicionalmente, la pandemia aceleró el retiro de un importante número de conductores británicos, quienes ya estaban cerca de la edad de jubilación. Otros factores como la paga relativamente baja, cambios en cómo los ingresos de los conductores son sometidos a impuestos y problemas con instalaciones de pausa (baños y duchas, por ejemplo), también han mermado el atractivo de este sector para jóvenes trabajadores. En pocas palabras, ha sido una tormenta perfecta.
Todos están de acuerdo que no hay un arreglo fácil. El principal impulso del gobierno parece ser convencer a los automovilistas de volver a sus rutinas normales, y llenar el estanque sólo cuando lo necesiten.
Hay algunas señales de que eso está ocurriendo, luego de las advertencias de que esta crisis estaba comprometiendo el cuidado de pacientes, ya que los doctores y enfermeras tenían problemas para llegar a sus trabajos.
Boris Johnson el martes intentó suavizar el discurso de culpar a la población, admitiendo lo "frustrante y exasperante" que puede resultar preocuparse por escasez de combustible. Dijo que la situación estaba "comenzando a mejorar", ya que los suministros volvían a fluir, por lo que pidió a la gente a "volver a sus vidas diarias de manera normal".
ReutersEl gobierno está tratando de atraer a los antiguos camioneros británicos de vuelta a la industria, además de acelerar la capacitación de nuevos choferes. Y también ha puesto a personal del ejército en espera, para conducir camiones de combustible en caso de ser necesario.
Además, el gobierno está ofreciendo visas a 5.000 conductores extranjeros para que vayan al Reino Unido por tres meses. Aún está por verse cuántos aceptarán ir por tan poco tiempo y luego tener que volver rápidamente a sus países para Navidad.
La esperanza es que el balance entre oferta y demanda vuelva a sus niveles normales, parcialmente porque muchas personas ya tienen los estanques de sus automóviles llenos. En los próximos meses, los temas estructurales que enfrenta el rubro transportista continuarán y por tanto hay temores de que situaciones similares de abastecimiento podrían afectar a otros sectores.
No sólo el rubro de los camioneros está enfrentando escasez después del Brexit y la pandemia. También existe preocupación dentro de la comunidad agricultora, por ejemplo, de que gran parte de la cosecha de este año terminará pudriéndose, porque no hay suficiente mano de obra en el sector.
