Independientemente de los factores locales –y externos- que empujan la inflación en Chile, lo cierto es que su inercia parece ser más fuerte de lo esperado. Esto, considerando que, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de enero saltó un potente 1,2% -cifra que dobló las expectativas del mercado-, con lo que el registro anualizado llegó a 7,7%, su nivel más alto desde noviembre de 2008.
Frente a esto, analistas vislumbran nuevas –y potentes- alzas en las tasas de interés por parte del Banco Central, entidad que desde hace un tiempo viene aplicando inéditas subidas para enfriar la economía. De hecho, actualmente la Tasa de Política Monetaria (TPM) se encuentra en
5,5%, su mayor registro en trece años, y los analistas no descartan que en la próxima reunión, que el instituto emisor tiene fijada para el 29 de marzo, la incremente en hasta 150 puntos base (pb).
Pero estos ajustes actúan con cierto rezago, por lo que es probable que en los próximos meses la robusta presión sobre los pecios perdure, y de paso, encarezca aún más la vida, deteriorando el poder adquisitivo de las personas.
En ese sentido, Francisco Simian, economista jefe de Altafid, señaló a Emol que "el impacto en los salarios reales es precisamente una de las razones más importantes por las que la inflación debe mantenerse bajo control. El INE calculó que las remuneraciones nominales crecieron 6,8% en 2021, en tanto que la inflación alcanzó un 7,2%. Los datos de enero muestran que la inflación interanual ahora es de 7,7%".
Hermann González, coordinador macroeconómico de Clapes UC, en tanto, mencionó que, precisamente, "ese es uno de los efectos más negativos de la inflación. Para todos aquellos trabajadores cuyas remuneraciones no se ajustan a la par del incremento de los precios, se produce una pérdida de poder adquisitivo. En simple, el sueldo mensual alcanza para comprar una menor cantidad de bienes y servicios".
Junto con ello, remarcó que "esto se produce, además, en un contexto en que aún no se recupera la totalidad de los empleos perdidos como consecuencia de la recesión inducida por la pandemia".
"En un escenario de desaceleración económica, es muy probable que se ralentice la creación de empleos este año y, si a esto sumamos una caída de los salarios reales, por cierto que tenemos un escenario que es negativo para los hogares y para el consumo, especialmente una vez que se agoten los recursos que aún quedan en las cuentas corrientes y cuentas vista derivadas de las transferencias fiscales y los retiros de fondos previsionales", apuntó.
Y es que las proyecciones de crecimiento para 2022 en general no son tan auspiciosas, pues si bien el Gobierno estima que la economía se expandirá un 3,5% este año, según el Informe de Finanzas Públicas del cuarto trimestre del año anterior, los expertos consultados por el Banco Central en su última Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) prevén una cifra bastante menor
-en torno a 2,1%-, lo que repercutiría directamente en la reactivación del mercado laboral.
Es más, a juicio de Sebastián Senzacqua, gerente de Economía y Estrategia de Bice Inversiones, "si bien los salarios continuarían revisándose al alza dado su componente de reajuste, consideramos que continuaría rezagado en relación a la evolución de la inflación".
"Para observar un mayor dinamismo es necesario que el mercado laboral muestre mayor fuerza por el lado de la demanda por empleo de las empresas, cosa que se vislumbra compleja si se prevé una desaceleración de la economía en los próximos trimestres", agregó.
En línea con ello, Simian advierte que "si se diera un escenario de desaceleración entonces sería esperable que el gasto agregado cayera y las presiones inflacionarias disminuyeran. El problema de ese escenario es que puede traer un importante aumento en el desempleo".
Y añade "es por eso que resulta importante que las expectativas de inflación vuelvan a estar alineadas con las metas del Banco Central, pues a medida que los desajustes sean mayores, más dolorosas serán las medidas necesarias para que los agentes vuelvan a creer que dicha meta es realista".
¿Qué se proyecta para el mercado laboral?
El desempleo en el país anotó su octava disminución anual consecutiva en el trimestre móvil octubre-diciembre de 2021, con lo que la tasa de desocupación bajó hasta 7,2% -su menor nivel desde el último trimestre de 2019 (7,1%)-, y pese a que los expertos prevén que esta tendencia podría continuar, la recesión económica derivada de la pandemia continuaría lastrando la creación de puestos de trabajo, sobre todo formales.
Así lo explica Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico (Ocec) de la Universidad Diego Portales, quien señaló que "las proyecciones para 2022 apuntan a un crecimiento económico que va a estar en torno al 2%, de acuerdo a las últimas proyecciones del Banco Central. Ese es un crecimiento realmente muy mediocre, y ya hemos visto en ocasiones anteriores, que cuando tenemos crecimientos tan bajos, lo que ocurre es que se genera muy poco empleo asalariado formal en el sector privado".
Lo que se debiese observar entonces, de acuerdo al economista, es que "la tasa de desempleo, por esta razón, no sube demasiado, probablemente se va a mantener bastante estable. Pero lo que sí se genera es un cambio en la composición de la creación de empleos, donde empieza a liderar el empleo por cuenta propia y el empleo informal, lo cual es un cambio negativo en la composición del empleo, porque son empleos sin protección social, que ganan menores ingresos".
"Las proyecciones para 2022 apuntan a un crecimiento económico que va a estar en torno al 2%, de acuerdo a las últimas proyecciones del Banco Central. Ese es un crecimiento realmente muy mediocre, y ya hemos visto en ocasiones anteriores, que cuando tenemos crecimientos tan bajos, lo que ocurre es que se genera muy poco empleo asalariado formal en el sector privado"
Juan Bravo, economista de la Universidad Diego Portales
Con todo,
Rodrigo Montero, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma, indicó que durante este año "es probable que el mercado laboral alcance con propiedad los niveles de empleo pre pandemia, con una tasa de desempleo estabilizándose en torno al 7%. Sin embargo, hay varios factores que pueden afectar lo anterior; por una parte, tenemos una fuerza de trabajo aún contenida, y que podría reincorporarse con fuerza durante el presente año, lo que le pondrá presión a la tasa de desocupación".
El académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Los Andes, Patricio Valenzuela, igualmente anticipa un periodo de desafíos en términos de empleo. Desde su perspectiva, "no hay duda de que el 2022 va a seguir siendo un periodo desafiante y de alta incertidumbre con una expansión más bien tímida del empleo. La demanda y oferta de trabajos va a depender de factores domésticos e internacionales".
"En lo nacional, existe cierta incertidumbre propia de las propuestas que va a impulsar el Gobierno entrante en materia de empleo. Lo anterior en una economía que se va a estar enfriando, con niveles de consumo que van a caer y restricciones fiscales que limitaran la acción del Estado", acotó.
¿Qué prevén para los distintos sectores?
En cuanto a los sectores económicos que podrían registrar una mayor recuperación, pese a los retos que aún afectan al mercado laboral, tanto el comercio como los servicios podrían aumentar su actividad. En efecto, Montero comentó que si bien "es complejo proyectar empleo por sectores, por cuanto el ritmo de actividad económica no se manifiesta con la misma intensidad entre los sectores, probablemente comercio y alojamiento y servicio de comidas experimenten un cierto dinamismo".
En contraparte, expuso que "el sector construcción debiera ralentizarse de la mano del sector privado, pero la inversión pública le daría un importante impulso. Además, no me extrañaría ver un repunte en administración púbica y defensa, y en actividades artísticas, de entretenimiento y recreativas".
Al respecto, Valenzuela comparte que sectores como las actividades artísticas, de entretenimiento, agricultura, servicio de comidas, alojamiento, entre otras, podrían presentar "una mayor expansión del empleo, siempre y cuando vayamos volviendo a la normalidad en términos de restricciones causadas por la pandemia"
.
Bravo, por su parte, adelantó que, generalmente, "en períodos de debilidad económica, lo que uno ve es que los sectores de servicios esenciales tienden a mantener una estabilidad precisamente por su naturaleza de esencial, y por lo tanto, los que tienden a ver contracciones son justamente aquellas ramas que no corresponden a ese tipo de servicios".
"Probablemente las actividades inmobiliarias pueden verse afectadas por todo este proceso, relacionadas con las alzas de tasas de interés que está dificultando aún más la compra, el acceder a la vivienda, antes ya era difícil, bueno ahora es mucho más difícil con esa alza de tasas agresiva que está teniendo que implementar el Banco Central para combatir la inflación", concluyó.
