El combustible fósil más sucio sigue recaudando billones de dólares en financiación, a pesar de las promesas de la industria financiera de respaldar los objetivos de cero emisiones netas de carbono para mediados de siglo.
Los bancos comerciales han canalizado más de US$1,5 billones a través de la cadena de suministro de carbón desde principios de 2019, según un informe del investigador alemán Urgewald y sus socios.
Los hallazgos llegan poco más de tres meses después de que docenas de bancos se unieran a la alianza global de Mark Carney para lograr cero emisiones netas de las finanzas .
La mayoría está de acuerdo en que es necesario luchar contra el aumento de las temperaturas, pero pocos de los principales bancos mundiales están dispuestos a evitar clientes rentables de combustibles fósiles.
Los mayores prestamistas de carbón incluyen a Mizuho Financial Group Inc., Barclays Plc, Citigroup Inc. y JPMorgan Chase & Co., mostró el estudio. Los bancos chinos dominaron la suscripción de capital recaudado por la industria del carbón.
"Lo que estamos viendo es la punta del iceberg", dijo Heffa Schuecking, fundadora de Urgewald, en una entrevista. “Esta es una señal clara de que las empresas no están en transición”.
El estudio llega con el mundo quemando más carbón que nunca a medida que la economía se recupera de covid-19, lo que genera temores de que 2022 podría ser un año de retroceso para algunas iniciativas climáticas.
Aún así, hubo algunas señales de una caída en el financiamiento durante 2020 y 2021, aunque no estaba claro si ese fue el comienzo de una tendencia o solo el impacto de la pandemia en la economía, según Katrin Ganswindt, directora de investigación financiera. en Urgewald.
Los inversores institucionales tienen participaciones combinadas de más de US$1,2 billones en la industria del carbón. BlackRock Inc. y Vanguard Group Inc. son los dos más grandes, con participaciones en acciones y bonos de más de US$100.000 millones cada uno, según el informe. Ambas firmas son miembros de Net Zero Asset Managers Initiative.
Existe una creciente preocupación de que las plantas de carbón puedan quedar como activos varados durante la transición verde, con países que favorecen las fuentes de energía renovable.
Sin embargo, los hallazgos del informe muestran que los bancos y los administradores de activos aún ven oportunidades para obtener un retorno. "Se proporcionan grandes cantidades de efectivo a una industria que es el peor enemigo de nuestro clima", resaltó Ganswindt.
