El director ejecutivo (s) de la
Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID), Enrique O’Farrill, presentó la Cuenta Pública 2021, a través de un video difundido en la página web de la institución, para dar a conocer tanto el aporte que benefició a nuestro país, como el que realizó el año pasado.
En primer lugar, detalla la
cooperación recibida y otorgada por nuestro país, para mitigar los efectos de la crisis sanitaria. "Como una manera de mitigar los efectos de la pandemia, se realizó el lanzamiento de un proyecto que tiene por objetivo apoyar la recuperación económica de empresas del sector turismo de las regiones de O'Higgins, Maule, Ñuble y Bío-Bío, que se vieron seriamente afectadas; y apoyar su posicionamiento como zona turística, elaborando y difundiendo un compendio de rutas turísticas, para atraer visitantes a nivel local y extranjeros", señaló.
Este proyecto es financiado por el Fondo Bilateral para el Desarrollo en Transición, suscrito entre Chile y la Unión Europea, y ejecutado por la Subsecretaría de Desarrollo Regional (SUBDERE), con el apoyo de los Gobiernos Regionales de esta macroregión y la Dirección Nacional de Turismo.
En este mismo sentido, se materializó la donación por parte de Japón de US$ 4,7 millones, acordados durante el 2020, consistente en equipamiento médico, para atender pacientes graves afectados por el COVID-19.
Este aporte, señalaron, ha permitido fortalecer la red hospitalaria, gracias a la incorporación de nueve monitores desfibriladores en los hospitales San José, Luis Tisné y Barros Luco, en la Región Metropolitana; Quilpué y Los Andes, en la Región de Valparaíso, y en el hospital Dr. Benicio Arzola, en la Región de Ñuble.
Por otro lado, la cooperación chilena también realizó valiosos aportes para enfrentar la pandemia en la Región. Durante 2021, se implementaron 9 cursos internacionales, en conjunto con la Universidad de Concepción, la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile, que beneficiaron a 407 profesionales de la salud de 18 países de la región, en temáticas como epidemiología, telesalud, ergonomía, reanimación cardiopulmonar, cuidados de enfermería del paciente crítico, entre otras.
Además, el Fondo Chile seleccionó 7 proyectos enfocados a combatir los efectos económicos y sociales generados por la crisis sanitaria en 8 países: Argentina, Bolivia, Colombia, Haití, Kenia, Perú y otro que beneficia a Paraguay y El Salvador, en áreas como nutrición infantil, pymes y desarrollo social.
La cooperación recibida por Chile fuera de la crisis sanitaria
"Durante el año 2021 ejecutamos 6,3 millones de dólares en 31 proyectos para el beneficio de nuestro país. De ellos, 11 contaron con el aporte de países como Alemania, Japón, Suiza y México; el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial, la Corporación Andina de Fomento (CAF), el Fondo de Adaptación y la Unión Europea. Mientras, otros 20 corresponden a proyectos realizados a través del Fondo Conjunto de Cooperación Chile-México, en el que ambos países se benefician", detalla O'Farrill.
Chile recibe cooperación principalmente en materia de medioambiente y energías renovables. En este sentido, destaca el proyecto financiado por el Fondo Bilateral Desarrollo en Transición Chile-Unión Europea, ejecutado por el Ministerio de Energía y la CORFO, mediante el cual se espera contribuir a acelerar el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde, en sus diversos usos, para dinamizar la industria de esta energía limpia y que permitirá a Chile alcanzar la carbono neutralidad en el año 2050.
También, finalizó la ejecución de 2 proyectos financiados por el Banco Mundial. El primero, ejecutado por el Ministerio de Energía, cuya finalidad fue proveer al Gobierno de Chile de asistencia técnica para el desarrollo de la energía geotérmica. Y el segundo, implementado por CONAF, que tiene por objetivo enfrentar el deterioro de los suelos productivos, a causa de fenómenos como la desertificación y degradación de las tierras productivas, la sequía y los efectos del cambio climático, así como la pérdida de la biodiversidad, a través de la formulación de un marco nacional de Manejo Sustentable de la Tierra.
La cooperación que Chile realizó
La cooperación chilena estuvo presente en 45 países de América Latina y El Caribe, África y Asia, mediante dos componentes: transferencia técnica (pasantías, talleres, seminarios) y formación de capital humano (becas), destinando US$ 4,3 millones del denominado Programa de Cooperación Sur-Sur y Triangular.
Es así como, como durante 2021, en transferencia técnica, se ejecutaron 88 proyectos, principalmente en México; Sudamérica (con foco en los países vecinos) y proyectos regionales, en áreas de fortalecimiento y modernización institucional; desarrollo social; medio ambiente, recursos naturales y energía; cooperación económica para el desarrollo; agricultura y seguridad alimentaria; desarrollo territorial y local; y reducción del riesgo de desastres.
En materia de formación de capital humano, AGCID otorgó 1072 becas, nuevas y de continuidad, combinando la virtualidad con la presencialidad ante las barreras sanitarias propias de la pandemia. Estas becas se distribuyeron geográficamente en América Latina y el Caribe, con un especial énfasis en nuestros países vecinos, Asia y África.
En materia de cooperación descentralizada, "destacamos la invitación que realizamos a Argentina, Perú y Bolivia, para crear proyectos de cooperación sur-sur entre universidades regionales chilenas y universidades peruanas y bolivianas. Esta convocatoria orientada a países vecinales, tiene como objetivo promover los procesos la integración, sumando a nuevos actores territoriales, como las universidades", enfatiza Enrique O’Farrill.
En este ámbito, cabe señalar iniciativas orientadas a mujeres emprendedoras, lecciones aprendidas en los sectores de la salud, alimentación y medioambiente, extracción sostenible de la araucaria, con Argentina; de reactivación social, cultural y turística de la frontera con Bolivia; de la vulnerabilidad de producción de quínoa en las alturas de Chile, Perú y Bolivia; entre otros.
Finalmente, la Agencia de Cooperación se plantea algunos desafíos para este 2022, como fortalecer la relación de cooperación con los países vecinos, mediante becas de pregrado en zonas extremas y proyectos bilaterales, descentralizados y transfronterizos; poner en marcha el nuevo Fondo de Cooperación Triangular con la Unión Europea, así como también impulsar nuevos proyectos de apoyo al desarrollo de Chile, en materia de energía y medioambiente, colaborando con las estrategias nacionales en la materia.
En conjunto con Japón, se propone definir áreas de trabajo, materias y cursos que se implementarán en los próximos cuatro años, en el marco del Programa Kizuna 2.0, cuya primera versión capacitó a más de 5 mil profesionales en materia de reducción del riesgo de desastres; y fortalecer la política exterior feminista de Chile, a través de la incorporación de la perspectiva de género en la cooperación internacional para el desarrollo.