La economía chilena pareciera continuar con el proceso de ajuste tras el histórico crecimiento registrado el año pasado, de la mano con el boom del consumo que derivó de la alta liquidez en los hogares producto de los retiros y los apoyos fiscales.
El Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) arrojó una expansión interanual de 3,7% en junio de este año, según informó el Banco Central. Se trata de un dato que si bien estuvo en línea con las estimaciones del mercado, se convirtió en el menor registro desde inicios de 2021.
Además, la expansión económica en el sexto mes del año fue mucho menor a la registrada en marzo, abril y mayo, meses en los cuales la actividad creció por sobre 6,4%. Con esto, de manera preliminar, la economía chilena habría crecido un 6,4% en el primer semestre del año.
Así las cosas, según Felipe Ramírez, economista jefe de Coopeuch, el Imacec del sexto mes del año "muestra una actividad económica que está en plena fase de ajuste, luego de las altas bases de comparación del 2021".
"Si bien los crecimientos anuales de la actividad naturalmente han ido decreciendo, en el primer semestre del año sus niveles se han mantenido elevados, lo que se explica en parte por los altos niveles de liquidez que aún se observan en los hogares. De hecho, hemos evitado caer en recesión técnica, algo que no era descartable hace un par de meses atrás", añadió.
No obstante, sostuvo que hacia adelante "el ajuste que está teniendo la economía podría ser más brusco, en particular por la pérdida de dinamismo del mercado laboral, la caída de las confianzas y el deterioro del escenario internacional. Nuestra proyección para el crecimiento del PIB 2022 se mantiene en 1,75%, mientras que esperamos una contracción de la actividad el próximo año (-1%)".
Marco Correa, economista Jefe de BICE Inversiones, sostuvo "se mantiene la desaceleración de la actividad, donde las cifras preliminares de julio revelan que esta tendencia se seguiría profundizando. De esta manera, a partir del segundo semestre veremos variaciones negativas del crecimiento anual del Imacec, pues factores de incertidumbre locales e internacionales continúan presentes".
"Además, las personas no han recibido recursos adicionales significativos para aumentar su consumo, y por otra parte el Banco Central continuará elevando su tasa de referencia para controlar la inflación. Con todo, estimamos que el PIB registraría un crecimiento en torno a 1,6% este año", subrayó.
El banco de inversión BTG Pactual, en tanto, espera que el PIB se sitúe en la franja del 2% al 2,5% en 2022.
Mientras que el economista jefe de Itaú, Andrés Pérez, indicó que el dato "confirma la desaceleración de la economía, al tiempo que demuestra el buen momentum que tiene la actividad, aún sostenida por el consumo privado. Mirando hacia adelante esperamos nuevos descensos en la actividad económica, mientras que el deterioro en las expectativas privadas y de inversión privada, y un escenario externo más desafiante, son señales de alerta para el próximo año".
El ex ministro de Hacienda,
Rodrigo Valdés, dijo, en conversación con
EmolTV, que
"se nota definitivamente la desaceleración, pero la verdad es que ha sido mucho más gradual, yo esperaba ver cifras cercanas a cero a mediados de año. La economía fue bastante más resiliente".
"Mi impresión es que el golpe (de la desaceleración) será más tarde, pero no espero que la economía se de vuelta y empiece a crecer de manera firme en los próximos meses, más bien al revés", acotó.
Por su parte, Clapes UC ajustó sus estimaciones de Imacec para julio, agosto y septiembre a 1,5%, -0,1% y 1,1%, respectivamente.
En un informe, la entidad dijo que si se compara el índice de cada sector con el desempeño previo a la pandemia, se observa que todos estos, con excepción de producción de resto de bienes y minería, se sitúan por sobre niveles previos al covid.
"En este ejercicio, comercio continua liderando la recuperación situándose un 15% por sobre niveles observados en enero del año 2020, seguido por el sector de servicios (9%). Al contrario, la producción de bienes se sitúa un 0,2% por debajo, mientras que minería se encuentra un 3% por debajo", indicó.
"Con estas nuevas cifras, ajustamos levemente a la baja nuestras estimaciones de Imacec para los meses de julio, agosto y septiembre a 1,5%, -0,1% y 1,1%, respectivamente, alcanzando las cifras de crecimiento negativas en agosto", expuso.
Banchile Inversiones señaló que "la expansión del Imacec sigue explicada en gran medida por la resiliencia del sector servicios ya que la mayor parte de las actividades aportaron incidencias anuales negativas", indicó.
Con todo, resaltó que "la actividad sigue mostrando una desaceleración progresiva y el segundo trimestre del año habría cerrado con una expansión en tono a 5,7%, la que sería la más baja desde el primer trimestre de 2021 cuando el PIB registró un crecimiento nulo".
"Hacia adelante la desaceleración continuaría ante un menor impulso del consumo y una inversión que este año se mantiene afectada por los elevados niveles de incertidumbre y el estrechamiento de las condiciones financieras", acotó.
"Lo que es bien notable es que la economía ha sido mucho más resiliente para la desaceleración de lo que, por lo menos yo, esperaba hace unos seis meses atrás o tres meses atrás. Yo esperaba que a estas alturas estuviéramos cerca de cero en crecimiento, lo que muestra lo fuerte que fueron los IFE, los retiros, en fin"
Rodrigo Valdés, ex ministro de Hacienda
proyectó que "para la segunda mitad del año, esperamos una mayor caída de la actividad, especialmente en los sectores asociados al consumo".
"Exceptuando minería -que se mantiene cerca de la neutralidad-, la industria manufacturera, construcción y comercio se ubican en niveles pesimistas, donde tanto los indicadores de situación actual como las expectativas de inversión y situación país, continúan deteriorándose", agregó.
Finalmente, Nataly Venegas, analista de mercados de FX Globe, aseguró "es probable que sigamos observando cifras en retroceso durante los próximos meses. Esto se debe a que existe una proyección de disminución de empleos, además de la incertidumbre sobre el consumo de bienes duraderos, todo esto a raíz de factores internos sobre el cambio a una nueva constitución".
"La cifra de hoy muestra un aumento en la educación, esto se debe a las clases presenciales. Pero el resto de las variables no fueron en lo esperado. Esto nos quiere decir que con otra cifra menor a la publicada del mes anterior, ya es una recesión técnica. Si la cifra desestacionalizada del mes de julio que se publicará en septiembre, es menor la de junio y si llegase a existir una contracción, ya estaríamos frente a una recesión técnica, independiente de factores políticos como si sale Apruebo o Rechazo", manifestó.
