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Moderar expectativas de recaudación y no "penalizar" inversión: Las alertas de economistas que expusieron por reforma tributaria

Este martes continuaron las audiencias por la reforma tributaria en la comisión de Hacienda de la Cámara, entre las que destacaron las presentaciones de Felipe Larraín y Alejandro Micco.

17 de Agosto de 2022 | 08:06 | Por Ignacia Munita C., Emol
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Comisión de Hacienda de la Cámara.

El Mercurio
La comisión de Hacienda de la Cámara volvió a sesionar este martes para continuar con las audiencias de uno de los proyectos estructurales para financiar el programa de gobierno del Presidente Gabriel Boric: la reforma tributaria.

El primero en exponer fue el ex ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien además de poner énfasis en los perjuicios que las transformaciones al sistema impositivo pueden provocar sobre la inversión -que ya se prevé estará más bien restringida en un futuro próximo, según estimaciones del Banco Central-, hizo un llamado a moderar las expectativas de recaudación de esta iniciativa.

Cabe mencionar que esta apunta a aumentar la recaudación en cerca de 4,1% del PIB una vez en régimen, lo que corresponde aproximadamente a US$12 mil millones al año.

En primer lugar, Larraín aseguró que el texto incorpora "medidas con impacto negativo en la inversión y en la extracción de capitales. Está el impuesto patrimonio, el impuesto a las utilidades retenidas, el impuesto de salida y el impuesto personal. Todos de estos son incrementos, los tres primeros de ellos son impuestos al capital, a la rentabilidad de la inversión. Creo que es importante estudiarlos en su conjunto, y me parece que este es un primer punto".

"Me parece que estamos entrando con una reforma, más allá de los tiempos, yo veo el tema de los tiempos como algo complejo, pero claro, alguien puede decir que es insoslayable y nosotros necesitamos estos recursos. pero la pregunta es ¿qué es lo que ocurre en un contexto como el que tenemos? A mí me parece que esta reforma tributaria es una reforma que claramente va a ir en detrimento de la inversión y del empleo", zanjó.

Desde su perspectiva, la moción en general, "va en sentido contrario, de penalizar más la inversión. A través de la penalización de la inversión, en un contexto en el cual la inversión ya está cayendo, y se prevé que caiga el próximo año, en que además estamos solicitándole al sector privado una inyección de 4 puntos adicionales del PIB, claramente esto tiene un efecto negativo, a mí juicio, en ahorro".

Tras ello, sostuvo que "es evidente que Chile va a necesitar una mayor carga tributaria en la medida que se desarrolle para financiar las demandas sociales en forma sostenible, pero la magnitud es menor de la que se propone".

En ese sentido, el el economista también resaltó la importancia de avanzar con "gradualidad y condicionalidad del gasto público a la mayor recaudación obtenida, porque si no se da la recaudación que se espera obtener, si se compromete gasto en base a una recaudación estimada, podemos terminar en una situación más compleja en materia fiscal".

A modo de ejemplo, dijo que la reforma tributaria más reciente -de entre 2014 y 2016- "aspiraba a recaudar del orden de 3 puntos del PIB y ha recaudado solamente, las estimaciones que tenemos, del orden de 1,5 puntos del PIB, o sea la mitad de la recaudación que se pretendió en su momento. Lo cual quiere decir algo muy simple. que es mucho más difícil la recaudación en la práctica que la recaudación en el papel, y eso tiene mucho que ver con la base tributaria".

En la misma línea, Alejandro Micco, académico de la Universidad de Chile y ex subsecretario de Hacienda del segundo gobierno de Michelle Bachelet, apuntó que "durante todo el período se quiere recaudar 5 puntos del PIB para los gastos del programa, y si no tenemos una mayor recaudación tributaria y se hace el programa del Gobierno, llegaríamos a tasas de deuda muy cercanas al 50% rápidamente".

"Eso ya nos deja en una situación que pasa a ser, desde ahí hacia arriba, un poco preocupante para el tema de los vaivenes de la economía de un país como Chile, que es un país emergente. Por lo tanto, recursos se requieren, raya para la suma, es un poco inevitable que había que hacer un aumento de la carga tributaria. Ahora hay que ver en cuánto tiempo y cuánto se podría hacer con esta reforma", agregó.

Además de señalar que, sumadas, la reforma tributaria y previsional dejarían a Chile por sobre la carga tributaria de países OCDE que tenían nuestro nivel de desarrollo, Micco expuso que "pensar que el país puede seguir aumentando la carga indefinidamente en números de 10 puntos, creo que estamos un poco alejados de eso. Y hay que tener cuidado, porque cuando uno hace políticas sociales que cuestan plata hay que ser responsables fiscalmente y empezar a bajar un poco las expectativas. El país no tiene tantos recursos más para seguir dando recursos, y por lo tanto, hay que hacerlos en forma gradual y priorizando".

"Creo que el país tiene hoy día una capacidad para seguir aumentando su carga tributaria, en el corto plazo diría que unos 3-4 puntos. Si el país siguiese creciendo a los niveles que tienen los países OCDE hoy día, podríamos llegar a un 33% de carga contra el 26%, estamos hablando ahí de 7 puntos. Pero a la tasa de crecimiento que tenemos hoy día en el país, a una tasa de largo plazo como la que plantea el Banco Central de un 3%, y considerando que la población va creciendo a un 1%, nos demoraríamos 32 años en llegar al PIB per cápita que tiene la OCDE hoy día para poder llegar a ese 33%", advirtió.

Sobre este punto, el economista preguntó "¿Chile requiere esta reforma tributaria? sí". "¿Tenemos que ir financiando más cosas, derechos sociales? sí, pero hay que hacerlo con una transición porque o sino, desde mi perspectiva vamos a estar creando falsas expectativas y eso le hace mal al país", acotó.

Por su parte, el académico de la Escuela de Negocios de Universidad Adolfo Ibáñez, Rodrigo Wagner, aseguró "necesitamos un Estado de bienestar eficaz y moderno, y por otro lado, necesitamos que esto sea amigable con el empleo formal y la inversión".

Junto con ello, explicó que "cada punto del PIB se demora como ocho o diez años normalmente". Con ese dato sobre la mesa, aclaró que "quizás el único periodo donde se recaudó más fue un periodo donde hubo cambios realmente importantes, como la democracia y las posibilidades de crecimiento que venían ahí".

"Creo que ahora, a lo mejor, tenemos esa posibilidad de repensar un poco con un Estado un poco más grande, pero también con la posibilidad de hacer negocios, y para pagar esos impuestos. Esto es para hacerse una idea de a qué velocidad veníamos antes, entonces, subir puntos del PIB no es tan fácil", añadió.
"Es una carga donde el Estado va a ser una mayor fracción de la economía para los próximos años, eso es una realidad. Entonces, esto va a generar algún tipo de dolor (...). Tenemos que, en paralelo, pensar en un pacto para proteger nuestra actividad económica", aseveró.
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