Directo desde los balnearios de la zona central -en los que por varios veranos repletó las mesas- llegó Tío Tomate, una pizzería de indiscutido éxito cuya historia comenzó hace quince años en Cachagua, para luego instalarse en Maitencillo y después aterrizar en Santiago, donde ya cuenta con dos locales -en el paseo El Mañío y en Barrio Italia- y acaba de abrir un tercero.
La apuesta, cuya inauguración oficial se llevará a cabo el próximo martes 7 de marzo -
aunque ya está operativo-, consiste en un amplio parque emplazado en San Lucas 230, Lo Barnechea, donde hay encinos, parrones, olivos, pinos y cactus que rodean una gran terraza con techos de fierro y un imponente árbol que lo cruza. La propuesta además contempla juegos para niños, un área de pasto con grandes rocas para descansar, e incluso un parque para pasear.
Rodrigo Arellano, uno de los socios de Tío Tomate, cuenta a Emol que desde hace seis años aspiraban establecerse en La Dehesa, donde -a su juicio- no había nada que "tuviera onda más allá de los stripcenter".
"La Dehesa siempre quedó rondando, hasta que llegó este lugar", dice Arellano, recordando que en el sitio antiguamente se realizaba una feria artesanal llamada El Secreto. "Nos parecía un proyecto distinto a todo lo que había en la zona, un proyecto grande, donde podían ir las familias, donde se podían hacer actividades, y nos hacía todo el sentido para la onda que es Tío Tomate, que es un lugar relajado, donde uno va a desconectarse. Por eso nos atrevimos a lanzarlos ahí", añade.
Por lo mismo, la decoración de dicho espacio se inspira en objetos industriales como rieles de tren, lámparas de balones de gas, durmientes antiguos, fierro, adobe y rocas, para entregar la sensación de estar fuera de Santiago. "Siempre es el mismo estilo", indica el socio de la pizzería, asegurando que "cada uno de los productos que tenemos también nos ha hecho destacar".
La fórmula detrás de su éxito
Con cinco locales en quince años, Arellano plantea que el secreto detrás del triunfo de Tío Tomate tiene que ver con que los socios originales -quienes iniciaron el proyecto con la idea de ser una pizzería pequeña a las afuera de las discoteques- se han mantenido en la administración con el paso de los años.
"Lo que nos ha hecho estar presentes quince años es que somos los mismos socios que estamos encima del lugar, todos nos dedicamos a esto. Creo que eso ha sido un poco lo que nos ha mantenido, y que tampoco hemos querido dar franquicias, o renunciar al espíritu original que es el de estar en un lugar relajado", afirmó.
Consultado por el efecto de la pandemia, menciona que "fue dura para todos" y que optaron por cerrar todos los recintos por cerca de cuatro meses, pero lograron mantenerse a flote gracias a los ahorros y apoyos monetarios entregados por el Gobierno. Eso sí, señala que apenas se levantaron las restricciones a la movilidad, la gente volvió por la experiencia de estar en Tío Tomate.
"Nos parecía un proyecto distinto a todo lo que había en la zona, un proyecto grande, donde podían ir las familias, donde se podían hacer actividades, y nos hacía todo el sentido para la onda que es Tío Tomate, que es un lugar relajado, donde uno va a desconectarse. Por eso nos atrevimos a lanzarlos ahí"
Rodrigo Arellano, socio de Tío Tomate
"Mucha gente se fue a vivir a la playa, entonces eso también hizo que los lugares tuvieran más gente de lo normal, y creo que tenemos buenos equipos, y somos ordenados también en términos financieros para aguantar las crisis que vengan", recalcó Arellano.
En cuanto a las proyecciones hacia adelante, el socio de la pizzería manifestó que "por ahora, con este local, la cabeza está puesta en afirmarlo, en que funcione todo bien, en potenciar el crecimiento que tiene ahí", y que a futuro la idea es continuar "piano piano".
"Somos muy 'de guata' para elegir los locales, que cumplan muchas condiciones que nos interesan, pero la idea es ir creciendo y así ha sido siempre. Al estar en Avenida Italia, nos ha ido súper bien, nos hace ver como un potencial de crecimiento a públicos distintos, abrirnos a distintas comunas, no solo el sector oriente, o playas como Cachagua y Maitencillo. Es bien transversal en ese sentido", cerró Arellano.
