En abril recién pasado, 58.200 chilenos llegaron a Mendoza, el triple de los registrados en marzo y siete veces más que en abril del año pasado. Las cifras, que en otras circunstancias habrían sido celebradas por los empresarios y operadores del sector turístico trasandino, ahora son más bien preocupantes. Los comentarios en los medios de comunicación locales señalan que
el llamado "boom de compras" o el "tsunami chileno" tendría que ver con el severo aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Mendoza, que en el mismo mes de abril llegó al 8,9%. Adrián González, dirigente de la Asociación de Empresarios Hoteleros y Gastronómicos de Mendoza, sostiene que
el ingreso masivo de turistas chilenos no se ha reflejado en una mayor demanda de hospedaje y no ha sido significativo en las ventas de los restaurantes, ya que "los chilenos vienen, compran y se regresan de inmediato".
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