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Caída de su CEO, venta de activos y hasta la pérdida de su grado de inversión: Falabella y un turbulento año

Durante 2023 la gigante del retail chileno ha echado pie atrás en una serie de medidas en las que se había avanzado, pero que no habían dado los resultados esperados.

21 de Noviembre de 2023 | 16:19 | Por Pablo San Martín, Emol
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El Mercurio
Durante el último año Falabella ha vivido una serie de contratiempos, que ayer se materializaron en la rebaja de la nota crediticia de la compañía desde "BBB-" a "BB+" por parte de la agencia Fitch Ratings. La degradación significa, en términos prácticos, que el retailer perdió su grado de inversión.

Las turbulencias que llevaron a la compañía a las circunstancias actuales incluyen la caída de su CEO y la obligación de tener que cerrar tiendas y vender activos. Para enfrentar la crisis, el directorio se inclinó por nombrar a un nuevo presidente, por primera vez, ajeno a las familias del grupo controlador; el énfasis debía estar en la experiencia.

Pero las cifras complican a la firma. En el tercer trimestre, el retailer sumó un nuevo periodo de cifras rojas, tras exhibir pérdidas por alrededor de US$5 millones, con una deuda neta que alcanzó, en septiembre, los $3.597044 millones.

El valor de su acción, por otro lado, ha venido cayendo meteóricamente desde hace algunos años. En 2018 superaba los $5.000, hoy no se eleva por sobre los $2.000. Después de la noticia de ayer -de la rebaja de la nota crediticia- tuvo una variación negativa de 2,3%.

La racha negativa del retailer ha contado con episodios que han reflejado con claridad lo que le ocurre a Falabella. A continuación, algunos de los más importantes.

La caída del CEO y el canal digital


Cuando apenas comenzaba septiembre Falabella sorprendía al mercado con un inesperado anuncio. Gastón Bottazzini, gerente general de la firma por más de 5 años, renunciaba a su cargo, el cual dejará a partir del 1 de enero de 2024.

La dimisión se dio en medio de lo que ya, a esas alturas, era una crisis. Esto, porque el retailer había anunciado apenas una semana antes una caída de un 12,5% en sus ingresos con respecto al año anterior y había advertido que tendría que cerrar una serie de tiendas.

Pero la caída de Bottazzini no se fraguó durante este año, sino que se remonta a un fallido intento del ejecutivo por modernizar el canal digital.


En 2018, con Bottazzini ya a cargo del timón, Falabella anunció la compra de la plataforma Linio, por US$138 millones. Dos años después, la llegada de la pandemia puso a prueba los avances del retailer en el área digital. Pero el abrupto aumento de la demanda puso en jaque la cadena logística de la empresa, que no fue capaz de responder con rapidez y tuvo que enfrentarse a reclamos frente al Sernac.

En 2021 Falabella pisó el acelerador y lanzó su nueva plataforma de ventas digitales, con una nueva imagen. El proyecto contempló uno de los aspectos que más críticas ha valido a la gestión de Bottazzini: la unificación en un solo sitio los productos de Sodimac, Tottus y Linio.

La estrategia no funcionó como se esperaba. Y mantiene al retailer con números Rojos. Enrique Ostalé, el nuevo presidente del directorio, señaló a El Mercurio hace unos meses que con el sistema "el cliente pudo confundirse, porque tiene un posicionamiento de lo que es Falabella, Sodimac y Tottus".

Otros señalaron que lo que había hecho la compañía era intentar enfrentarse a gigantes como Amazon y Mercado Libre, lo que no tenía cómo salir bien.

En Falabella "ha habido un aumento en los costos e inversiones, entre ellos su plan de digitalización, unificación de marcas en un solo sitio y logística. Estas acciones todavía no se han traducido en los resultados esperados y la empresa ha ajustado algunas de ellas", explica Christian Diez, investigador del Centro de Estudios del Retail (CERET) de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile.

"ha habido un aumento en los costos e inversiones, entre ellos su plan de digitalización, unificación de marcas en un solo sitio y logística. Estas acciones todavía no se han traducido en los resultados esperados y la empresa ha ajustado algunas de ellas".

Christian Diez, investigador del Centro de Estudios del Retail (CERET) de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile

"La modernización no ha ido acompañada de una propuesta de valor consecuente y no ha sido respetuosa con la tradición de la marca y lo que los consumidores sienten de la marca", comenta, por su parte, Patricio Gana, director de AK Contadores.

Tras evidenciarse el fracaso de la estrategia, la compañía finalmente optó, en septiembre, por echar pie atrás en su modelo de venta digital centralizado. Por lo que cada área volverá a hacerse cargo de la venta de sus propios productos en el área digital.

Cierre de tiendas y venta de activos


La hoja de ruta de Falabella para bajar su carga financiera ha llevado a la compañía, durante este año, a cerrar emblemáticas tiendas y a elaborar un plan de venta de activos por más de US$1.000 millones.

De este modo, a algunas de las sucursales que habían dejado de operar durante el último tiempo, como la de Manquehue Sur, en Las Condes, en abril de este año se sumó la de Estación Central, en Mallplaza Alameda. La tienda llevaba 15 años en la comuna y su cierre se enmarcó en lo que la compañía denominó "plan de optimización de espacios".

El proyecto arrastró también a la sucursal de San Bernardo. La tienda, ubicada en Mall Plaza Sur, dejó de operar el 1 de octubre. Falabella señaló, en esa oportunidad, que el cese "se enmarca en la continua evaluación que hace del valor estratégico de cada tienda".

Tanto los cierres de tiendas, como otros ajustes en la compañía, han generado un impacto en términos laborales. Alrededor de 10 mil funcionarios han cesado sus tareas en la empresa durante el último año.


Pero el "plan de optimización de espacios" no solo implica cierres, según informó en su momento Falabella, sino que también aumento de metros cuadrados en tiendas de distintas regiones. Además de la llegada de Falabella al Mall Espacio Urbano de Viña del Mar, para 2025.

La venta de activos, por su parte, tendría como su principal foco el traspaso de propiedades inmobiliarias. Ayer, de hecho, el retailer informó, a través de un hecho esencial, la firma de un Memorándum de Entendimiento con su subsidiaria Mallplaza S.A., con miras a vender los activos inmobiliarios que posee el Grupo en Perú a la cadena de centros comerciales.

Javier Mella, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes indica que la venta de activos podría servir "para reducir la deuda, que ahora podría ser recomprada a un menor precio, y así recuperar su clasificación Investment Grade".

Esto, agrega, "es muy relevante para inversionistas institucionales con límites de inversión como fondos de pensiones y compañías de seguros".

Medidas del nuevo directorio


Los malos resultados de Falabella inquietaron al directorio, compuesto por las 6 familias que controlan la firma: los Solari Donaggio, los Del Río, los Cuneo Solari, los Cortés Solari, los Heller Solari y los Karlezzi Solari.

Es por esto que, en abril de este año, y en una jugada nunca antes vista, optaron por poner en la presidencia a Enrique Ostalé, el primero en el puesto en no estar directamente vinculado a las familias controladoras.

Ostalé -ex CEO de Walmart en México y Centroamérica- en apenas 6 meses ya ha tomado lo que se podrían considerar medidas drásticas, pues no solo deicidió prescindir de Bottazzini, cerrar tiendas y echar pie atrás en muchas de las estrategias del canal digital, sino que también terminó con Fpay, App que permitía a los clientes realizar sus pagos con el celular y que había sido lanzada, en su momento, con bombos y platillos.

En la misma línea -y probablemente con el objetivo de evitar la confusión entre los clientes, tal como él mismo lo mencionó a El Mercurio- Ostalé ordenó transformar a la aplicación Fazil, de delivery, en Tottus App.

El nuevo presidente del directorio avanzó también en cambios gerenciales tanto en Chile como en Perú y en una serie de despidos, que incluyeron a 312 ejecutivos.

La rebaja en la nota crediticia


La rebaja en la clasificación de Falabella no sorprendió al mercado, pues los números lo hacían perfectamente posible. Eso no impide, sin embargo, que la compañía esté expuesta a las consecuencias.

La degradación en su nota "significa que su deuda es clasificada como más riesgosa, que existe una mayor probabilidad de que no la pueda pagar en la forma en que está comprometido", explica Christian Diez, de la Universidad de Chile.

A eso, agrega que "le encarece el endeudamiento nuevo, si emite bonos tendrá que pagar una mayor tasa de interés".

Y es que entre sus razones, la agencia Fitch Ratings argumentó que los planes de Falabella "para mejorar su trayectoria de endeudamiento son insuficientes para mantener su clasificación de grado de inversión"

El retailer, por su parte, contestó que "estamos tomando todas las medidas para fortalecer nuestra posición financiera, dentro de lo cual el grado de inversión es parte integral".

"El ultimo año para Falabella no ha sido de lo mejor", dice Francisco Labarca, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo.

Según explica, "la compañía ha manifestado liquidación de activos en Chile y reestructuración operativa en Perú".

A eso, agrega que "todo lo anterior es el resultado de un ciclo en donde la compañía operativamente no ha podido ser capaz de rentabilizar lo suficiente sus inversiones y generar liquidez necesaria para tener una mejor salud financiera".

"Yo diría que la compañía hoy día está bien encaminada. Ha entregado un proceso de reducción de costos, cierre de locales,lamentablemente disminución del personal, con la mira, en el fondo, de mejorar sus resultados", piensa, por su parte, Jorge Tolosa, operador de renta variable en Vector Capital.
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