Hace un año la siderúrgica Huachipato informó que la situación de sus finanzas era "crítica" y apuntó a una "competencia desleal" del acero chino. Horas después, en una reunión con la empresa, el ministro de Economía, Nicolás Grau, aseguró que el Gobierno haría todo lo posible para que "Huachipato no cierre".
Y es que, de inmediato, se manifestó la preocupación por el perjuicio económico y social que el término de operaciones de la acerera conllevaría, por los 20 mil empleos directos e indirectos que desaparecerían en la región del Biobío.
Comisión Antidistorsiones y Gobierno
Frente a este escenario, Huachipato y otras empresas, como Molycop, acudieron a la Comisión Antidistorsiones, con el objetivo de que demostrara que había dumping chino. Esta, en marzo, corroboró las sospechas de las nacionales y recomendó aplicar sobretasas transitorias, que días después fueron oficializadas por el Ejecutivo.
Con ello, se impusieron aranceles de 15,3% a las bolas de acero y de 15,1% a las barras, a algunas empresas importadoras de acero chino. Huachipato, sin embargo, consideró "insuficientes" las sobretasas y, el mismo marzo, informó que suspendería indefinidamente sus operaciones.
"Haremos nuestro mayor esfuerzo porque se revierta esta decisión", dijo entonces el ministro Grau.
A comienzos de abril, Huachipato y Molycop acudieron nuevamente a la Comisión Antidistorsiones, para presentar nuevos antecedentes y solicitar que los aranceles subieran más: a un 25% para las barras de acero y 33% para las bolas de acero. "No estamos pidiendo subsidios ni salvatajes. Huachipato tiene la capacidad de ser rentable en un ambiente competitivo", dijo en ese entonces el gerente general interino de la acerera, Jean Paul Sauré.
La entidad recogió la solicitud, subió las sobretasas y Huachipato revirtió la decisión de cerrar. El ministro Grau -que se había reunido varias veces con la compañía en busca de soluciones- expresó estar "muy contento".
"Es una muy buena noticia para el país porque, bueno, tal como se discutió, es una empresa que genera muchos empleos, empleos de calidad, y además es una empresa muy importante para nosotros", aseveró en T13 Radio tras el anuncio de Huachipato.
Para el Gobierno fue un alivio. Y es que una crisis como la del carbón en los 90, con miles de desempleados, significaba abrir un nuevo flanco en medio de un panorama político ya exigente.
La ministra del Trabajo, Jeannette Jara, sin embargo, hizo una observación, que hoy toma mucho más sentido. Valoró las sobretasas, pero señaló que "la empresa debe revisar su estrategia productiva y de comercialización a fin de poder sostenerse en el tiempo".
Las señales que auguraban el cierre
Las palabras de la ministra Jara hoy toman mucho más sentido. Huachipato, a pesar de haber señalado que podría continuar funcionando de imponerse las sobretasas, anunció ayer, de manera sorpresiva, la suspensión indefinida de sus operaciones.
En concreto, sus negociaciones con Molycop, que le compra el 70% del acero, no llegaron a buen puerto. Y es que esta última necesita comprar a proveedores que ofrecen precios más bajos para que su negocio siga funcionando. Con ello, las finanzas de la siderúrgica quedaron en jaque.
El Gobierno, por su parte, se mostró molesto. Tanto el ministro de Hacienda, Mario Marcel, como el de Economía, Nicolás Grau, calificaron el resultado de la negociación entre Huachipato y Molycop como "irresponsable". Esto, considerando que ambas recurrieron a la Comisión Antidistorsió y lograron el resultado que buscaban, con el apoyo del Gobierno que agilizó este proceso.
En todo caso, mientras todo este entramado se desarrollaba, hubo varias señales que apuntaban a que Huachipato, sin importar lo que determinara la Comisión Antidistorsiones, terminaría por perecer.
Una de ellas eran las cifras. Desde 2009 a 2023 las pérdidas de la siderúrgica sobrepasaron los US$1.000 millones. Mientras, al cierre del año pasado, las mermas alcanzaron los US$385,5 millones. El primer trimestre de este año tampoco fue bueno, con un registro de -US$700 millones.
Según informó la misma empresa en marzo, cuando se dieron a conocer las primeras sobretasas, la situación era crítica: perdían cerca de US$1 millón diario, por "el impacto de esta distorsión de precios", asociada al acerdo proveniente desde China.
Además de eso, había una clara señal desde los inversionistas: cuando se anunció la suspensión de operaciones, la acción de CAP, controladora de Huachipato, subió 6,6%. Y es que la acerera es el negocio que menos rinde para el consorcio transnacional.
"Hay inversionistas que están previendo que CAP tome la decisión definitiva de cerrar la cortina de esa filial y deje de reflejar en sus balances una filial que genera perdida", comentó el año pasado Jorge Tolosa, operador de renta variable de Vector Capital.
Asimismo, hubo quienes, apenas se informó de la situación de Huachipato, hicieron notar lo pequeña que es en relación a otros competidores.
"CAP aceros produce cerca de 602.000 toneladas respecto a Brasil, que produce alrededor 31.000.000 de toneladas. Al comparar las cifras, la producción de la compañía representa solamente el 1,9 % de la producción brasileña, por ende no es un competidor fuerte en la industria regional ni mundial", dijo a Emol en 2023 Patricia Esparza, académica de Ingeniería Comcercial de la UDLA.
Por otro lado, hubo quienes pusieron en duda el carácter técnico de la Comisión Antidistorsión, que contaba con mayoría oficialista. En abril de este año, el académico de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, Luis Llanos, aseguró que "las investigaciones empíricas de los factores que motivan el uso de medidas anti dumping muestran que su principal objetivo es brindar protección a grupos de interés".
En esa línea, además, subrayó que "el caso de Huachipato no escapa a este contexto. La decisión de imponer medidas de protección es, al final, fundamentalmente política. La existencia de 'dumping' en una industria tan madura como el acero es muy improbable".
Otros, como el economista y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), Claudio Agostini, fueron más severos. "El hecho de que ese arancel transitorio que puso la Comisión de 15% no sean suficiente para que Huachipato sea rentable, demuestra que el problema no es el dumping", aseguró, cuando la empresa había anunciado el cese de operaciones en marzo.
Señaló, además, que de cerca del 30% que pide Huachipato como tasas antidumping, solo la mitad puede corresponder a dumping y el resto a "ineficiencia"
El ex presidente del Banco Central, Roberto Zahler dijo en EmolTV que "en teoría" Agostini tiene razón, y en "en la práctica algo de eso también hay. Yo diría que hay que evaluarlo".
También comentó que la crisis de Huachipato "refleja, en parte, un descuido o una falta de previsión de parte de la empresa", agregando que "lo que plantea Agostini yo diría que es realista, más allá que a uno le pueda gustar o no, es realista, porque tenemos que pensar en los usuarios del acero, quienes van a tener un acero más caro".
Por último, ya comienzan a surgir voces cuestionando al Gobierno por no haber previsto que las compañías chinas podrían haber tenido sobresctock de sus productos en Chile, lo que aún les permitiría comercializar sus productos en 2024 sin el impacto de las sobretasas.