Karün, la empresa de anteojos sustentables y un símbolo de las startups chilenas, ha informado a inversionistas el inicio de su proceso de cierre debido a la falta de financiamiento necesario para continuar operando.
Fue el propio CEO y fundador de la firma conocida por sus anteojos fabricados con materiales reciclados de la Patagonia, Thomas Kimber, quien informó esto a través de una carta dirigida a inversionistas y enviada hace algunos días, a la cual tuvo acceso Emol.
"Tras más de cuatro meses trabajando junto a nuestros inversionistas mayoritarios llegamos a un plan de reducciones y optimización para llevar a la empresa a la rentabilidad en el corto plazo", comienza señalando la misiva de Kimber, añadiendo que "este plan fue compartido con todos ustedes y revisado por un externo (contratado por algunos inversionistas) para determinar la viabilidad del negocio, y dio su 'visto bueno'".
"Además, durante este proceso tuvimos confirmaciones de algunos inversionistas que lamentablemente no han sido concretadas", añadió.
Por eso, el fundador de Karün manifestó que "con mucho dolor les escribo ya que aún no hemos recibido las confirmaciones necesarias para contar con los recursos para activar este plan por lo que hemos llegado al momento que tanto queríamos evitar: avanzar con el cierre de la empresa. A partir del lunes comenzaremos a trabajar en el proceso de cierre".
Con todo, su fundador hizo un llamado a los involucrados para asegurar un proceso de cierre ordenado, honrando los compromisos con los empleados y acreedores.
"Espero que entre todos los copiados acá acordemos en la importancia de hacer un cierre ordenado y no una liquidación judicial para que podamos honrar los compromisos básicos con nuestro equipo y acreedores más relevantes", concluyó.
Fuentes cercanas a la compañía aseguran, en todo caso, que aún no hay una decisión de cierre tomada y que el principal objetivo de la citada carta es "presionar" a inversionistas para obtener el financiamiento que les permitiría seguir operando.
Historia de Karün
La historia de Karün ha estado marcada por grandes logros, también dificultades. Fundada hace siete años, la empresa logró captar casi US$35 millones en distintas rondas de financiamiento, de los cuales más de la mitad provino del family office de Paola Luksic y su marido Óscar Lería.
Otros grandes inversionistas incluyen la familia Angelini y los Puchi, quienes lideraron la última ronda de capital, además, en 2022 cerraron un financiamiento con un fondo de BTG Pactual Chile por US$2 millones aproximadamente.
A pesar de las dificultades financieras, Karün había logrado establecerse como una marca reconocida a nivel internacional, vendiendo US$6 millones anuales en 17 países, formando alianzas con figuras como Lionel Messi y organizaciones como National Geographic.
Sin embargo, la empresa ya enfrentaba problemas hace varios meses. Desde marzo, la firma buscaba cerrar US$3,5 millones para financiar capital de trabajo y seguir operando. Sin embargo, hasta la fecha, ello no ha sido posible.
El propio Kimber había admitido que la situación estaba complicada, reconociendo que "el foco este año no es crecer sino que ser rentable, apostar a la rentabilidad y recortar costos".
A pesar de los esfuerzos por mantener a flote la empresa, las dificultades para obtener financiamiento bancario en un contexto de altas tasas de interés llevaron a Karün a una encrucijada. "El último año fue muy difícil por las altas tasas. Financiar flujos es complicado con las tasas donde están", comentó Kimber en esa oportunidad, subrayando la complejidad de financiar operaciones con un desfase de nueve meses entre la producción y la venta de los productos.