Probablemente, mucho se ha hablado de las habilidades duras y blandas. Las "habilidades duras" (hard skills) se refieren al conocimiento técnico adquirido durante la formación profesional, como en la universidad. Por otro lado, las "habilidades blandas" (soft skills) están relacionadas con la manera en que se abordan los problemas y cómo se interactúa con las personas.
Sin embargo, un profesor de la Universidad de Dartmouth, Philip J. Hanlon, acuñó un concepto nuevo: Power Skills -habilidades de poder-. Según el académico, estas habilidades de empoderamiento combinan el conocimiento, la acción, las actitudes, los principios y los comportamientos. Hanlon integró al enfoque tradicional de las soft skills un nuevo elemento: la importancia del ser y el sentir.
“Estas habilidades, a diferencia de las llamadas soft skills, son fundamentales para el éxito en un entorno laboral cambiante. La diferencia principal radica en el nombre, mientras que -habilidades blandas- puede subestimar su importancia, el término -power skills- resalta su poder y relevancia para el desarrollo personal y profesional”.
Mauricio Peñafiel, CEO y Founder de Lifebox
Lo que busca el mercado laboral
Isaías Sharon, director ejecutivo de Innzpira, una consultora y academia de liderazgo, señala que las powerskills más buscadas en el mercado incluyen la adaptabilidad, el pensamiento crítico, la inteligencia emocional, la resolución de problemas complejos y el liderazgo en escenarios inciertos. "Estas habilidades son esenciales porque permiten a los profesionales destacarse y prosperar en contextos de alta presión y cambio continuo", aseguró Sharon.
De acuerdo con los expertos, actualmente hay un consenso que sugiere que las power skills son simplemente un nuevo nombre para las soft skills. Pero, ¿cuáles son exactamente? Mauricio Peñafiel, CEO & Founder de Lifebox -academia de aprendizaje corporativo- indicó qué es lo que están buscan los cazatalentos es:
Accountability (Responsabilidad personal): Se refiere a la capacidad de asumir la responsabilidad de manera autónoma, decisiones y resultados. Esta habilidad implica ser consciente de las expectativas, cumplir con los compromisos y rendir cuentas de manera transparente, lo que fomenta la confianza en el colaborador y su trabajo.
Agilidad: La habilidad para adaptarse rápidamente a los cambios y desafíos en el entorno laboral. Una persona ágil puede ajustar su enfoque y estrategias según las circunstancias, demostrando flexibilidad y disposición para aprender.
Autorregulación emocional: Es la capacidad de gestionar y controlar las propias emociones, especialmente en situaciones de estrés o conflicto. Esta habilidad es clave para mantener la calma, tomar decisiones racionales y mantener relaciones profesionales positivas.
Comunicación: La comunicación efectiva implica la capacidad de transmitir ideas, información y emociones de manera clara y comprensible. Incluye habilidades verbales, no verbales y escritas, y es esencial para colaborar, resolver problemas y liderar con éxito.
Diversidad e inclusión: La competencia en diversidad e inclusión se refiere a la habilidad para valorar, respetar y aprovechar las diferencias en un equipo u organización. Esta habilidad fomenta un ambiente de trabajo equitativo, donde todos los individuos se sienten valorados y capaces de contribuir.
Empatía: La empatía es la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás. Esta habilidad es fundamental para construir relaciones sólidas, fomentar la colaboración y liderar con compasión, al tiempo que se toman en cuenta las perspectivas y necesidades de otros.
Resiliencia: La resiliencia es la capacidad de recuperarse rápidamente de la adversidad, adaptarse a los cambios y seguir adelante frente a desafíos.
Feedback (Retroalimentación): El feedback es la habilidad de dar y recibir retroalimentación de manera constructiva. Esta competencia es esencial para el crecimiento personal y profesional, ya que permite a los individuos identificar áreas de mejora y celebrar logros, fomentando un ciclo de aprendizaje continuo.
Liderazgo: El liderazgo es la habilidad de guiar, inspirar y motivar a un equipo hacia el logro de objetivos comunes. Un buen liderazgo implica visión, toma de decisiones efectiva y la capacidad de influir positivamente en los demás, creando un ambiente de confianza y colaboración.
Colaboración híbrida: La colaboración híbrida es la capacidad de trabajar de manera efectiva en equipos que combinan entornos presenciales y remotos. Esta habilidad requiere la adaptación a diversas tecnologías y estilos de trabajo, así como la capacidad de mantener la cohesión y productividad en un equipo distribuido.
Así se pueden desarrollar las power skills
María Jesús García - Huidobro, gerenta de desarrollo y negocios de Trabajando.com, explica que antes de desarrollar las habilidades poderosas, es necesario identificarlas. García – Huidobro recomienda: “Realizar una autoevaluación o pedir retroalimentación a colegas y supervisores. Por otro lado, es muy importante participar en talleres, cursos y actividades que fomenten la comunicación, el liderazgo y la gestión del tiempo”.
Además, para reinventarse, la experta sugiere participar en proyectos colaborativos, ya que permite a las personas aplicar habilidades blandas como la comunicación y el trabajo en equipo en situaciones reales. “Asumir roles de responsabilidad les reta a liderar y tomar decisiones, fortaleciendo habilidades como la gestión y el pensamiento crítico. Además, poder reflexionar sobre sus interacciones significa evaluar cómo manejaron las situaciones y cómo podrían mejorar”, comentó la vocera de Trabajando.com.
Finalmente, Sharon afirmó que las empresas también tienen la oportunidad de fomentar el desarrollo de estas habilidades en sus colaboradores. Sostuvo que “esto se puede lograr a través de programas de capacitación personalizados, coaching y la creación de una cultura organizacional que valore y recompense estas competencias. Además, esto tiene beneficios que incluyen una mayor agilidad organizacional, equipos más resilientes y un entorno que promueve la innovación y el liderazgo efectivo, lo que se traduce en un rendimiento superior y una ventaja competitiva sostenible”.