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Bajos salarios, más informalidad y frustración: Lo que implica el "mediocre" crecimiento proyectado para próxima década

El Informe de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central estimó un incremento del PIB de apenas 1,8% para el decenioque se avecina.

08 de Septiembre de 2024 | 09:29 | Por Pablo San Martín, Emol
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El Mercurio
La última década (2014-2023) Chile creció en promedio un 1,9%. Una cifra débil si se la compara con los 10 años anteriores (2004-2013), que fueron testigos de una tasa que alcanzó el 4,8%. Y alejada también de lo que ocurrió en los 90, cuando la actividad se expandió un 6,1%

El declive en el crecimiento le valió al último decenio el apelativo de "década perdida". En ese periodo se estancó el alza de los salarios y la calidad de vida para muchos dejó de mejorar. Culpables más, culpables menos, el país resintió lo que significó una baja expansión del PIB.


Durante los próximos 10 años, lamentablemente, el panorama no se ve mejor. En su último Informe de Política Monetaria (IPoM), el Banco Central (BC) estima un crecimiento que apenas alcanzará un 1,8% entre 2025 y 2034. ¿Una segunda "década pérdida"? Esa es la pregunta que se hacen muchos. La presidenta del ente emisor, Rosanna Costa, fue enfática cuando se refirió a lo que esto significaría: "No permite satisfacer nuestras necesidades y aspiraciones".

Ex autoridades y académicos ven un panorama oscuro si esto llega a materializarse. Un crecimiento de apenas un 1,8% en una década, creen, es una tasa "mediocre". Se manifestaría en una lenta evolución de los salarios, un aumento en la informalidad, fuga de capital humano y frustración en la ciudadanía.

Impacto en salarios y empleo


El ex ministro de Hacienda, Ignacio Briones, enfatiza que un crecimiento de 1,8% durante el decenio que se avecina, implicaría "seguir en la misma mediocridad en la que hemos estado en los últimos 10 años". Explica que los salarios reales crecen a la velocidad de la economía, por lo que se verían afectados. Asimismo, detalla que el desempleo, "que estructuralmente está arriba del 8%, se mantendría en esos rangos".

El ex ministro de Hacienda, Ignacio Briones, enfatiza que un crecimiento de 1,8% durante el decenio que se avecina, implicaría "seguir en la misma mediocridad en la que hemos estado en los últimos 10 años". Explica que los salarios reales crecen a la velocidad de la economía, por lo que se verían afectados. Asimismo, detalla que el desempleo, "que estructuralmente está arriba del 8%, se mantendría en esos rangos"


"Es un impacto directo para las personas, para el ingreso y las oportunidades. Con eso también se recienten los ingresos fiscales y, por lo tanto, todo lo que se puede hacer desde el punto de vista de la política social", agrega.

Asimismo, asevera que se podría dar un incremento en la informalidad. Si los ingresos no alcanzan, explica, podría haber incentivos para aumentarlos "por otro lado, por ejemplo, no pagando impuesto, no pagando cotizaciones".

El ex subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, también cree que una expansión del PIB por debajo de 2% en 10 años "no es para estar muy optimista". "1,8 es malo, es pobre", dice.

"Literalmente si hoy día estamos ganando $100 de salarios reales, para llegar a fin de mes en la casa, vamos a llegar en una década más a ganar $120. Es más, pero no es mucho más", razona.

"En los 90 -recuerda-, en una década crecimos, casi doblamos el PIB. Esa es la diferencia: que al final del día si seguimos con estos números, de 1,8%, el aumento del ingreso real de las familias chilenas va a crecer un 20%. Y eso es pobre como crecimiento".

"El bajo crecimiento económico impacta negativamente en distintas áreas de la vida, porque afecta el empleo y los salarios, pero también el acceso y la calidad de la educación, la salud, la seguridad y la infraestructura. Además, afecta especialmente a los sectores más vulnerables, amplificando las desigualdades y reduciendo las oportunidades de movilidad social", sostiene, por su parte, el coordinador macroeconómico de Clapes UC, Hermann González.

Para Cecilia Cifuentes, directora ejecutiva Centro de Estudios Financieros ESE Business School de la U. de los Andes, el impacto podría resumirse en "una calidad de vida inferior, menos posibilidades de adquirir una vivienda propia, un crecimiento de salarios mucho más lento. Hay que remontarse a cómo vivía este país en los años 50 o 60, con muy pocas personas con buena situación".

En tanto, Raphael Bergoeing, presidente de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP), explica que un crecimiento como el proyectado por el Banco Central "implica que Chile alcanzaría el actual PIB por persona de España en 2080, en lugar de en 2040".

"En lo inmediato, el salario al que partes trabajando determina el nivel del salario que tendrás cuando lleves 10 años trabajando. Por lo tanto, la generación que está entrando al mercado laboral ahora sufrirá una merma relevante en su trayectoria salarial", agrega.

Frustración y fuga de capital humano


Tanto Briones como Micco ponen un énfasis en la desilusión en la que podría derivar un crecimiento bajo del PIB para parte de la población. El ex secretario de Estado señala que genera "malestar y frustración de expectativas". Esto, "porque las personas proyectan su futuro en base al viento de cola que la economía solía tener".

El otrora subsecretario, en tanto, sostiene: "Cuando se crece poco, igual empieza a ver más descontento, más inestabilidad en términos políticos de las instituciones (...) Eso genera tensión social. Por eso lo importante de seguir planteando que el crecimiento es importante, porque ayuda a que suban los salarios reales de la gente, que podamos invertir más en salud y en educación".

"Cuando se crece poco, igual empieza a ver más descontento, más inestabilidad en terminos políticos de las instituciones (...) Eso genera tensión social"

Alejandro Micco, ex subsecretario de Hacienda

Briones también comenta que podría haber un efecto sobre el capital humano. "Una de las particularidades de Chile, a diferencia de los países de la región, es que nuestro capital humano más avanzado, mejor formado, en genreal tiende a quedarse en Chile y a devolver la mano. Y aportar al crecimiento de nuestro país. Cuando las oportunidades se ven más difusas, más sombrías, ese capital humano compite con el mundo. Y empieza a mirar para afuera. Claramente ese es un riesgo", explica.

González coincide con él. Y agrega otro elemento: "Una posibilidad es que los jóvenes busquen oportunidades en otros países, algo de lo cual ya está ocurriendo. Otra opción es que los jóvenes prefieran no continuar sus estudios, dada la creciente dificultad para recuperar la inversión en tiempo y recursos que esto significa, ante la falta de oportunidades y el menor dinamismo del empleo y los salarios".

¿Qué se debe hacer?


Si bien el panorama no se ve colorido, aún hay tiempo de llevar a cabo reformas que permitan evitar un bajo crecimiento en los próximos años. El ex ministrode Hacienda dice que "la primera estación se llama reforma al sistema político".

"El crecimiento responde a los incentivos a invertir, a innovar, a emprender. Y esos incentivos se llaman políticas públicas, intermediadas por el sistema político. Si el sistema político no intermedia nada, está bloqueado, no vamos a tener incentivos distintos y en consecuencia inversión, emprendimiento, innovación. Y por lo tanto no cabe esperar resultados distintos en materia de crecimiento ni de desarrollo", sostiene.

Alejandro Micco, por su parte, dice esperar "que tengamos la capacidad de revertir esto". "Creo que ciertas cosas han ido cambiando -señala-. Espero que sean permanentes. Esta idea de que el crecimiento es importante, cosa que no tuvimos durante toda la otra década pasada. Al contrario, se daba mucho por entendido que el crecimiento estaba dado".

"Creo fundamental salir del pesimismo. Empezar de una vez por todas a mirar largo y con ambición, de eso se trata. Se necesita mirar largo y con mucha ambición, porque el destino no está escrito en piedra", concluye Briones.
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