La pérdida de un ser querido es un evento devastador que afecta profundamente a las personas, y el impacto no se queda fuera de las paredes del lugar de trabajo. A pesar de ser una experiencia universal, el duelo es un tema que a menudo queda relegado en el ámbito laboral, y muchas empresas carecen de políticas claras para apoyar a sus colaboradores en estos momentos. Esta falta de comprensión y apoyo puede provocar sentimientos de abandono en los empleados, afectando su rendimiento, salud mental y compromiso.
La legislación laboral en Chile otorga un permiso de duelo de cuatro días remunerados -inciso 2º del artículo 66 del Código del Trabajo-. Sin embargo, esta licencia puede resultar insuficiente para muchos trabajadores que deben enfrentar la pérdida de un ser querido mientras lidian con responsabilidades laborales. "En algunos casos, los colaboradores prefieren no hacer uso del permiso, ya sea por temor a las consecuencias en su entorno laboral o porque sienten que el tiempo otorgado no es suficiente", comenta Rodrigo Correa, psicólogo laboral y fundador de Valora People, empresa especializada en gestión de Recursos Humanos.
María Jesús García-Huidobro, Gerenta de Desarrollo y Negocios de Trabajando.com, explica que uno de los mayores desafíos para implementar políticas de apoyo en relación con el duelo es la falta de empatía y comprensión. "Muchos líderes de las organizaciones aún ven esta situación como un asunto privado, ajeno al trabajo, lo que impide la creación de espacios de apoyo emocional", indica, señalando que esta actitud puede generar una cultura laboral poco sensible a las necesidades humanas.
La ausencia de políticas formales y de sensibilidad sobre el fallecimiento de un familiar de un trabajador en las empresas suele estar ligada a la falta de educación en salud mental y a la estigmatización del tema, señaló la experta. "La muerte y el duelo son temas incómodos, y eso provoca que se evite hablar de ellos", señala Correa. Esta tendencia también contribuye a que muchas empresas no tengan lineamientos específicos para abordar esta problemática con sus empleados.
Otro obstáculo radica en las restricciones presupuestarias y la rigidez de algunas culturas organizacionales, que priorizan la productividad por encima del bienestar emocional. "En muchas empresas, la productividad es el eje central y este proceso de asimilación puede ser percibido como una distracción", afirma García-Huidobro. Esta postura puede hacer que los trabajadores se sientan presionados a no expresar sus emociones, aumentando su carga emocional y afectando su desempeño.
Impacto del apoyo en el duelo para los colaboradores
Implementar políticas de apoyo emocional durante esta etapa no solo beneficia a los empleados, sino también a las organizaciones. Según los expertos en Talento Humano, la falta de apoyo puede aumentar el ausentismo, ya que los trabajadores que se sienten desbordados emocionalmente suelen tomar licencias prolongadas o ausentarse para manejar su dolor. Asimismo, aquellos que no encuentran comprensión por parte de sus empleadores son más propensos a buscar otros trabajos donde sus necesidades emocionales sean reconocidas.
"Los colaboradores que reciben respaldo de sus empresas durante su proceso de pérdida suelen regresar al trabajo más motivados, y centrados, lo que contribuye a un ambiente laboral más armonioso", explica Correa. Este tipo de apoyo también fortalece la lealtad y retención de talento, ya que los empleados valoran estar en un entorno empático que respalda sus necesidades en momentos difíciles. Las empresas que demuestran una actitud de comprensión y apoyo incrementan su reputación y engagement -compromiso- con sus colaboradores.
La vocera del portal de empleo Trabajando.com se sumó a esta idea y dijo que estos protocolos también contribuyen a mejorar la resiliencia. Al recibir el apoyo adecuado, las personas pueden adaptarse mejor a la pérdida y recuperarse con mayor rapidez, lo que les permite reincorporarse al trabajo de forma más efectiva y enfocada.
¿Qué pueden hacer las empresas?
Para abordar el duelo en el trabajo, los expertos recomendaron a las empresas implementar políticas que brinden a los colaboradores el tiempo necesario para procesar su pérdida sin que ello afecte su desempeño a largo plazo. Una de las medidas más comunes es la flexibilidad en los permisos, otorgando a los empleados la opción de tomar más días en situaciones especiales. "El tiempo y el espacio para procesar una pérdida deberían ser considerados parte fundamental del bienestar laboral", sostiene García-Huidobro.
Además, las empresas pueden ofrecer programas de asistencia al colaborador que incluyan acceso a servicios de consejería profesional, permitiendo que los trabajadores cuenten con apoyo especializado para lidiar con la muerte de un ser querido. La capacitación de líderes y gerentes también es fundamental para fomentar una cultura de empatía, donde los empleados puedan expresarse sin miedo a represalias. "Contar con líderes capacitados para reconocer y responder adecuadamente a las necesidades de un colaborador en duelo puede marcar una gran diferencia", comenta García-Huidobro.
Por otro lado, la flexibilidad horaria o el trabajo remoto pueden ser herramientas útiles para los empleados en proceso de duelo, ya que les permite equilibrar mejor sus responsabilidades personales y profesionales. "Pequeños ajustes en el entorno laboral, como horarios flexibles, pueden ayudar a los trabajadores a manejar su proceso sin afectar sus responsabilidades", señala Correa.
El duelo en el entorno laboral sigue siendo un tema poco abordado, y la implementación de políticas de apoyo puede ayudar a cambiar esta realidad. "No es solo una cuestión de productividad; el bienestar emocional y la salud mental de los colaboradores deben ser prioritarios", concluyó García-Huidobro, enfatizando la importancia de contar con una cultura organizacional más empática.