La inseguridad pública, pero principalmente la debilidad de la economía, están impidiendo un crecimiento de los flujos en las carreteras de la Región Metropolitana. Las empresas destacan el impacto que tiene la baja actividad económica, la inflación, el desempleo, el dólar y el alto costo de los combustibles del transporte privado para explicar el menor uso de autopistas. Según la Dirección General de Concesiones (DGC), a septiembre de 2024, el tráfico vehicular descendió 0,9% anual, totalizando 1.259 millones de pasadas por los pórticos de cobro. Vespucio Sur fue la ruta que anotó la caída más fuerte a septiembre, con una baja de 4,2% anual.
Por otra parte, y pase a la caída en los flujos vehiculares, las rutas urbanas (Autopista Central, Costanera Norte, Vespucio Norte y Vespucio Sur) que reportaron sus balances a septiembre, aumentaron sus ingresos operacionales. En conjunto, registraron un avance de 7,9% anual. El incremento de la facturación responde principalmente al reajuste por IPC que -por contrato- realizan anualmente en las tarifas, que a inicios de 2024 fue de 4,8%. A partir del 1 de enero de 2025 se prevé que el aumento sea de 4,2%, considerando la inflación acumulada a 12 meses a noviembre de este año.
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