El talento sobrecalificado puede ser un arma de doble filo para las organizaciones. Por un lado, pueden traer ideas innovadoras y promover la competitividad. Por otro, una gestión inadecuada puede derivar en desmotivación, rotación laboral y un impacto negativo en la reputación empresarial. Voces expertas coinciden en que la clave está en implementar estrategias efectivas que no solo retengan a estos profesionales, sino que además les permitan desarrollarse y contribuir al éxito organizacional.
Marisol Aguayo, Directora de Manpower Business Professionals & Talent Solutions Right Management -multinacional que desarrolla soluciones de capital humano-, explica que los trabajadores sobrecalificados poseen una combinación de habilidades y experiencia que exceden los requisitos de sus roles. Sin embargo, esto trae consigo grandes retos.
"Es esencial asignarles roles en proyectos desafiantes o de innovación donde puedan tomar decisiones estratégicas y ver los resultados de su trabajo reflejados en beneficios tangibles para la organización".
Marisol Aguayo, Directora de Manpower Business Professionals & Talent Solutions Right Management
Por su parte, Carolina Varela, Directora de Servicio y Calidad de Adecco Chile -compañía de gestión de talento humano-, añade que la evaluación continua del talento es indispensable para ir diagnosticando si están bien asignados los roles. "A través de herramientas como análisis de habilidades y evaluaciones de rendimiento, las empresas pueden personalizar roles y responsabilidades, asegurándose de que las competencias de los colaboradores estén alineadas con las metas organizacionales", comenta. Pero, ¿qué sucede cuando no se aprovecha adecuadamente este talento?
Los riesgos de subutilizar el talento sobrecalificado
El principal peligro, según Aguayo, es la fuga de talento. Un trabajador que no se siente desafiado o valorado buscará otras oportunidades, lo que incrementará la rotación laboral y los costos asociados al reclutamiento. Además, esta situación puede generar un efecto dominó en el ambiente interno. "Cuando un empleado altamente calificado se siente subvalorado, la moral del equipo disminuye y con ello el compromiso general", advierte.
Desde una perspectiva externa, Varela señala que subutilizar el talento puede proyectar una imagen de falta de visión estratégica. "Esto dificulta la atracción de nuevos profesionales y afecta la reputación de la organización como empleador", agrega. Las empresas además de perder colaboradores valiosos, también enfrentan una disminución en su competitividad debido a la falta de innovación y adaptación al mercado.
Alejandra Araya, gerente de Reclutamiento y Selección de Grupo de Empresas Teamwork -empresa de gestión de talento-, agrega que la frustración y desmotivación de los empleados sobrecalificados impactan directamente en la productividad y el clima laboral. "La pérdida de estos profesionales no solo genera costos adicionales, sino que también representa una fuga de conocimiento institucional que podría haberse aprovechado para el crecimiento de la organización", señala.
Estrategias para mitigar esta problemática
Reconocer las contribuciones de los empleados sobrecalificados y otorgarles autonomía son dos de las principales recomendaciones de Araya. Dice que "es importante conectar sus tareas con un propósito mayor que trascienda las metas financieras, generando un sentido de pertenencia y significado". Además, ofrecer acceso a redes de contacto y oportunidades de aprendizaje, como seminarios y proyectos internacionales, puede ser un incentivo poderoso para mantenerlos comprometidos.
En este sentido, Aguayo también sugiere mapear las competencias de los trabajadores y crear planes de carrera personalizados para no quemarlos durante tiempo innecesario. "Las empresas deben asegurarse de que las habilidades de sus colaboradores estén alineadas con las oportunidades dentro de la organización, permitiendo que se sientan reconocidos y recompensados", indica.
Varela añade que no se debe dejar de lado la comunicación, por ello, las organizaciones deben "conocer las expectativas y necesidades de los empleados permite a los líderes redirigir su potencial hacia roles que beneficien tanto al colaborador como a la empresa", comenta. Esto, combinado con la participación en proyectos estratégicos, fomenta la innovación y fortalece la competitividad organizacional.
Cuando se gestiona adecuadamente, el talento sobrecalificado se convierte en un motor de creatividad y soluciones innovadoras. Aguayo explica que estos trabajadores, al liderar proyectos clave, pueden contribuir a la mejora de procesos y a la generación de eficiencias que se reflejen en resultados positivos. "Es una forma de alinear las metas personales con los objetivos empresariales, potenciando tanto el desarrollo individual como el organizacional", finalizó.