Medir el clima laboral es una práctica clave para las empresas que buscan comprender y mejorar la experiencia de sus colaboradores. Según Adecco España -compañía de gestión de recursos humanos-, la sensación de felicidad de los colaboradores puede aumentar la productividad hasta en 88%. Este proceso permite identificar áreas de mejora, fortalecer la cultura organizacional y, a la vez, potenciar la productividad y la retención del talento.
María Ignacia Osses, product manager de consultoría en Trabajando.com, explica que evaluar el clima laboral contribuye a mejorar el compromiso y la motivación de los equipos. “Este tipo de análisis está directamente relacionado con la productividad, la retención de talento y el fortalecimiento de la cultura organizacional”, asegura. Por su parte, Ricardo Klempau, consultor senior en CircularHR-Fundación Chile -consultora de capital humano de Fundación Chile-, señala que no basta con realizar encuestas aisladas, “es necesario profundizar en las dinámicas internas que afectan el bienestar de los colaboradores”.
Ambos expertos coinciden en que medir el clima laboral no solo se trata de entender los puntos de vista de los empleados, sino de utilizar esa información para diseñar estrategias que promuevan un ambiente saludable, productivo y alineado con los objetivos de la organización. Independientemente de la modalidad de trabajo, ya sea presencial, híbrida o remota, se estima que las personas que están activas en el ámbito laboral dedican aproximadamente el 70 % de su tiempo a esta actividad. En ese sentido, los especialistas recomiendan medir el bienestar en las organizaciones.
Herramientas y estrategias para mediciones efectivas
Para obtener resultados precisos, es necesario utilizar herramientas adecuadas. Osses recomienda las encuestas online por su rapidez y alcance, complementadas con focus groups que permiten captar información cualitativa sobre la percepción de los equipos.
“Estas herramientas tradicionales pueden ser potenciadas con el uso ético de análisis basados en inteligencia artificial para detectar patrones y tendencias”.
María Ignacia Osses, product manager de consultoría en Trabajando.com
Por su parte, Klempau sugiere el uso de encuestas de pulso trimestrales y plataformas de retroalimentación continua. Estas herramientas recogen datos de manera constante y permiten identificar cambios en tiempo real. Además, menciona que la gamificación -técnica de aprendizaje que consiste en utilizar las mecánicas y dinámicas de los juegos- puede ser una estrategia innovadora para fomentar la participación activa de los colaboradores en las mediciones.
Cuando los resultados revelan áreas críticas, la transparencia es clave. Osses insiste en que los hallazgos deben compartirse con los colaboradores y que las soluciones deben desarrollarse en conjunto con ellos. Klempau añade que un plan de acción claro, con objetivos específicos y seguimiento constante, asegura que las intervenciones sean efectivas y sostenibles en el tiempo.
La frecuencia también es un factor relevante, por ello, Osses indica que lo ideal es realizar mediciones anuales, complementadas con encuestas semestrales o trimestrales. Klempau coincide, agregando que es importante garantizar el anonimato y comunicar los beneficios del proceso para fomentar una mayor participación.
Indicadores clave para evaluar el clima laboral
Según Osses, es esencial evaluar factores como la satisfacción laboral, las oportunidades de desarrollo, las relaciones internas y la percepción del liderazgo. Estos elementos permiten identificar fortalezas y áreas de mejora dentro de los equipos.
Klempau destaca además la importancia de medir los niveles de estrés y las dinámicas de retroalimentación. “Un ambiente laboral saludable debe equilibrar las demandas laborales con los recursos disponibles, permitiendo a los colaboradores sentirse apoyados y motivados”, señala. Asimismo, dice que el optimismo y la cercanía con los líderes son determinantes para generar confianza y compromiso.
Los resultados de estas evaluaciones impactan directamente en la retención de talento. Cuando los colaboradores perciben un ambiente laboral positivo, aumenta su motivación y su disposición a permanecer en la empresa. Por el contrario, un clima desfavorable puede generar rotación y afectaciones en el desempeño general de los equipos, indican los especialistas.
Acciones frente a resultados desfavorables
Cuando los resultados de una evaluación reflejan un clima laboral desfavorable, es fundamental actuar de manera transparente y proactiva. Osses dice que no se debe dejar de lado a los colaboradores, insiste en que hay que involucrarlos en el desarrollo de soluciones y establecer un plan de acción claro, medible y alcanzable.
Klempau añade que la comunicación abierta es clave para generar confianza. “Es necesario que las empresas compartan los hallazgos con los empleados y prioricen las áreas críticas de intervención”, comenta. Además, recomendó implementar un seguimiento continuo para evaluar la efectividad de las iniciativas y realizar ajustes según sea necesario.
