Convertirse en jefe por primera vez significa un reto lleno de emociones mixtas, entusiasmo por el nuevo desafío y dudas sobre cómo liderar de manera efectiva. Daniela Araya, Talent Strategy de Mercer Chile -empresa que ofrece soluciones de recursos humanos-, lo explica claramente: “Un jefe primerizo está lleno de incertidumbre, preguntándose si lo hará bien o mal, qué se espera de él y cómo puede motivar a su equipo”.
“El primer desafío con el que se encuentra un jefe es pasar de administrarse a sí mismo a administrar a los demás”.
Daniela Araya, Talent Strategy de Mercer Chile
Este cambio puede resultar abrumador si no se cuenta con la preparación adecuada. Según los expertos, la clave está en desarrollar habilidades como la comunicación efectiva, el manejo de prioridades y la capacidad de brindar feedback oportuno. Además, la etapa inicial en el liderazgo también puede estar marcada por errores comunes que los novatos deben aprender a evitar.
Desde la perspectiva de Francisca Melo, jefa de Marketing de Grupo Teamwork -plataforma de gestión de proyectos-, “uno de los errores más frecuentes es asumir que deben tener todas las respuestas”. Esta reacción, además de sobrecargar al líder, limita la confianza que debería delegar en su equipo. Ante esta realidad, surge una pregunta: ¿qué habilidades y herramientas son esenciales para que un jefe primerizo pueda liderar con éxito?
Habilidades que deben tener los jefes primerizos
Los jefes primerizos se enfrentan al reto de liderar equipos mientras trabajan en el desarrollo de sus propias competencias. Según las expertas, este proceso demanda el apoyo de líderes con recorrido y el fortalecimiento de habilidades clave para gestionar sus nuevas responsabilidades. Asimismo, destacan un conjunto de competencias esenciales para superar este desafío:
Comunicación efectiva: La habilidad de transmitir ideas con claridad y escuchar activamente es clave para construir confianza. Los líderes que dominan esta competencia logran fomentar la colaboración, solucionar conflictos de forma constructiva y mantener a los equipos alineados con los objetivos.
Inteligencia emocional: Comprender y manejar las emociones, tanto propias como de los demás, permite a los jefes actuar con empatía y generar un ambiente de trabajo positivo. Esta habilidad es clave para resolver problemas y motivar a los equipos en situaciones difíciles.
Flexibilidad ante el cambio: Un jefe primerizo debe ser capaz de adaptarse rápidamente a nuevas circunstancias, pensar de forma innovadora y proponer soluciones creativas. Esto facilita la agilidad organizacional frente a desafíos constantes.
Delegación estratégica: Delegar tareas de forma efectiva implica confiar en el equipo, asignar responsabilidades según fortalezas individuales y supervisar resultados sin caer en el micromanagement -microgestión-.
Sentido de propósito: Un líder debe inspirar a su equipo mostrando cómo sus esfuerzos contribuyen a metas mayores, lo cual fomenta el compromiso y la satisfacción laboral.
La transición con apoyo de líderes experimentados
Los primeros meses de un jefe primerizo pueden estar llenos de incertidumbre. En este proceso, los líderes experimentados desempeñan un papel fundamental en la orientación y apoyo a quien asume el nuevo rol. Para Araya, "quienes ya tienen experiencia pueden compartir sus propias vivencias y crear un espacio donde el nuevo pueda expresar sus dudas y preocupaciones. Este tipo de mentoría fomenta el aprendizaje continuo y reduce la ansiedad asociada con el nuevo cargo”.
Cecilia Velarde, académica de la Escuela de Administración de la Universidad de los Andes, señala que "un mentor puede guiar a los nuevos jefes, compartiendo lecciones clave de su propia experiencia y ayudándoles a desarrollar habilidades fundamentales como la toma de decisiones y la gestión de equipos". La relación de mentoría es clave para la transición a roles de mayor responsabilidad y contribuye al crecimiento profesional de la persona que asume el nuevo cargo.
Las expertas también resaltaron la importancia de usar metodologías de gestión como herramientas clave para que los nuevos líderes logren equilibrar la productividad con un ambiente laboral positivo. Según Melo, emplear métodos como Scrum o Kanban -ambas metodologías ágiles de trabajo-, junto con un sistema de retroalimentación 360°, resulta eficaz para mantener el enfoque en las prioridades del equipo y fomentar una cultura de feedback continuo. Estas estrategias permiten a los jefes dar seguimiento a los avances mientras fortalecen la colaboración y el compromiso de cada integrante.
Asimismo, Araya sugiere implementar una planificación por objetivos, como el modelo OKR (Objetivos y Resultados Clave), para asegurar que los miembros del equipo estén alineados con las metas de la organización y se sientan parte del proceso de definición de esos objetivos. "Cuando los colaboradores tienen la oportunidad de cocrear los objetivos, se sienten más motivados y comprometidos con su trabajo", explica.
Evitando los errores comunes
Los jefes primerizos suelen cometer errores que, si no se gestionan adecuadamente, pueden afectar tanto su desempeño como el de su equipo. Uno de los errores más comunes es no dar feedback oportuno. Velarde señala que "la falta de retroalimentación constante puede generar malentendidos y frustración en el equipo", por lo que es esencial que proporcionen comentarios claros y constructivos de manera regular.
Otro error frecuente es asumir que se deben tener todas las respuestas. Melo destaca que, en lugar de intentar hacerlo todo uno mismo, es importante delegar tareas y confiar en las habilidades de los demás. "Un buen líder sabe que no tiene que hacerlo todo, sino empoderar a su equipo para que trabaje de manera eficiente", afirma.
Recursos para el desarrollo de nuevos líderes
Finalmente, tanto Araya como Melo coinciden en que las grandes empresas deben ofrecer programas de formación y mentoría para apoyar el desarrollo de nuevos líderes. Estos programas deben incluir talleres prácticos, cursos de liderazgo y oportunidades de mentoría, que permitan a los nuevos jefes enfrentar los desafíos con una base sólida.
No obstante, los líderes tienen la responsabilidad de invertir en su propio crecimiento. Dedicar tiempo a leer libros, inscribirse en cursos en línea y buscar la guía de mentores externos son acciones fundamentales para ampliar perspectivas y desarrollar nuevas competencias, afirmó Cecilia Velarde. Además, finalizó indicando que "es complicado liderar a otros si uno no comprende plenamente sus propias fortalezas y aspectos a mejorar".