Por años, la experiencia laboral ha sido el principal requisito para ingresar al mundo del trabajo. Sin embargo, las empresas han comenzado a cambiar su mirada y a valorar otros aspectos en los postulantes jóvenes. Pero, ¿qué hace que los jóvenes sean una inversión valiosa para las empresas? ¿Cómo pueden las organizaciones estructurar procesos efectivos para atraer, formar y retener este talento?
En el marco de la conmemoración del Día de Practicante -6 de febrero-, expertos exponen por qué son importantes para las organizaciones. "El talento joven aporta energía, nuevas perspectivas y una gran capacidad de adaptación a entornos dinámicos", afirma Claudio Castillo, gerente de Permanent Placement de Adecco Chile. Agrega que las empresas necesitan incorporar a estos profesionales, no solo para renovar sus equipos, sino también para alinear sus valores con las nuevas generaciones y mejorar su reputación como empleadores modernos.
"Hemos observado que aquellas organizaciones que apuestan por el talento joven se posicionan mejor y generan un impacto positivo tanto en su cultura interna como en la percepción de clientes y futuros candidatos".
Claudio Castillo, gerente de Permanent Placement de Adecco Chile
Lo que buscan las empresas
Para seguir siendo competitivas, las empresas necesitan colaboradores que se adapten con rapidez a las nuevas tecnologías y modelos de trabajo. En este contexto, los jóvenes profesionales sobresalen por su facilidad de aprendizaje, mentalidad digital y apertura al cambio.
Según Claudio Castillo, gerente de Permanent Placement en Adecco Chile -empresa de consultoría y gestión de talento-, las empresas valoran cada vez más competencias como la proactividad, el pensamiento crítico y la flexibilidad. "Los jóvenes pueden aportar una visión renovada a la organización y desafiar los procesos establecidos con ideas innovadoras", señala.
Además, su afinidad con la tecnología los convierte en aliados clave para la transformación digital, un proceso esencial en prácticamente todas las industrias. "Las empresas que incorporan talento joven mejoran su capacidad de adaptación a las nuevas herramientas digitales y fortalecen su competitividad", añade Marisol Aguayo, directora de Manpower Business Professionals & Talent Solutions Right Management -multinacional que ofrece soluciones de capital humano-.
Programas de formación: Una estrategia de largo plazo
Para muchas organizaciones, contratar talento sin experiencia puede parecer un riesgo, pero cuando se implementan programas de pasantías y trainees -persona que realiza prácticas profesionales en una empresa o agencia para adquirir experiencia laboral- bien estructurados, los beneficios superan los desafíos, según afirman los expertos.
Estos programas permiten a las organizaciones moldear a los futuros trabajadores según su cultura y necesidades. "Al formar a los jóvenes desde sus primeras experiencias laborales, las empresas logran un mayor nivel de compromiso y alineación con sus valores", explica Daniela Noria, jefa de reclutamiento y selección de Grupo de Empresas Teamwork -compañía de empleabilidad y gestión de personas-.
Además, estos procesos reducen la rotación y mejoran la retención de talento, según Noria, hay estudios que revelaron que los colaboradores que inician su carrera en una empresa a través de programas de formación tienen una mayor lealtad hacia la organización y permanecen más tiempo en sus puestos. Castillo se sumó a esta idea y agregó que "las compañías que invierten en la capacitación de jóvenes empleados evitan costos asociados a la alta rotación y aseguran una base de talento preparada para asumir roles estratégicos en el futuro".
Diversidad generacional y cultura organizacional
Otro beneficio clave de integrar talento joven es la construcción de equipos intergeneracionales. La diversidad de perspectivas y experiencias enriquece la toma de decisiones y fomenta un entorno de trabajo más inclusivo y dinámico.
Aguayo dice que "la combinación de experiencia y nuevas ideas genera sinergias que pueden impulsar la innovación dentro de la empresa". Los colaboradores más experimentados aportan conocimientos y estabilidad, mientras que los jóvenes traen consigo una mentalidad fresca y abierta a nuevas formas de trabajo, señaló la experta.
Para que esta diversidad sea efectiva, las empresas deben fomentar una cultura de mentoría y colaboración. La asignación de tutores o guías dentro de la organización no solo facilita la integración del talento joven, sino que también fortalece el sentido de pertenencia y acelera su desarrollo profesional.
Estrategias para la atracción y retención
Para que la incorporación de talento joven sea exitosa, las empresas deben diseñar estrategias específicas que vayan más allá de la contratación inicial. Según Adecco, algunas acciones clave incluyen:
Definir programas de formación claros: Los jóvenes valoran la oportunidad de aprender y desarrollarse. Ofrecer capacitaciones, mentorías y rutas de crecimiento dentro de la empresa es esencial para atraer y retener talento.
Fomentar un entorno de trabajo flexible: La generación actual busca equilibrio entre la vida personal y profesional. Las empresas que ofrecen modelos híbridos o jornadas laborales más flexibles tienen mayores posibilidades de atraer a los mejores postulantes.
Crear una cultura de feedback y reconocimiento: Los jóvenes necesitan retroalimentación constante para mejorar su desempeño. Implementar evaluaciones periódicas y reconocer sus logros fortalece su motivación y compromiso.
Brindar oportunidades de crecimiento interno: Una de las principales razones por las que los jóvenes cambian de empleo es la falta de posibilidades de desarrollo. Diseñar planes de carrera claros les permite visualizar su futuro dentro de la empresa.
Promover la integración intergeneracional: Facilitar el trabajo colaborativo entre diferentes generaciones ayuda a potenciar el aprendizaje y la cohesión del equipo.
