Grace Durán (66) dejó atrás una carrera consolidada para crear LifeGoApp, una aplicación que promueve el envejecimiento activo. Danilo Sturiza (54) aprovechó décadas de trayectoria en el mundo corporativo para fundar Smart Mining, una startup que optimiza la productividad minera. Juan Xuriguera (58), tras años en consultorías internacionales, decidió apostar por la automatización con Botiia -monitoreo de condiciones de polines en correas transportadoras-. Tres historias que reflejan cómo la edad no es un obstáculo para incorporarse en el mundo del emprendimiento.
El informe "Capacidades Financieras de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas", elaborado por la CMF y CAF en 2024, reveló que más de la mitad de los emprendimientos en Chile están liderados por personas mayores de 60 años. Sin embargo, solo un 10% de ellos presenta altas capacidades financieras, lo que indica desafíos en acceso a financiamiento y formación en gestión de recursos.
Para estos emprendedores, la experiencia acumulada es una ventaja competitiva. “Pasar por fracasos y éxitos nos deja aprendizajes valiosos”, dice Grace Durán. La resiliencia y la capacidad de adaptación se convierten en herramientas clave, especialmente en un entorno cada vez más digitalizado.
Pero el desafío no es menor, quienes se han aventurado a emprender, aseguran que aprender nuevas tecnologías, construir redes de apoyo y encontrar financiamiento son algunos de los obstáculos más retadores. No obstante, el éxito de Durán, Sturiza y Xuriguera revelan que la madurez es un activo poderoso para innovar, liderar y generar impacto en el ecosistema empresarial.
Del mundo corporativo a la independencia
La experiencia en grandes empresas suele ser un trampolín para los emprendedores senior. Danilo Sturiza, fundador de Smart Mining, destaca que su trayectoria en Corfo, Oracle y el sector público le entregó herramientas clave en gestión, liderazgo e innovación. Sin embargo, dar el salto al emprendimiento fue un desafío.
“A diferencia del mundo corporativo, donde lideras un área específica, en una startup debes abarcar múltiples funciones. Se requiere flexibilidad, mentalidad ágil y una conexión 24/7 con el negocio”, comenta. Su empresa, que desarrolla soluciones tecnológicas para optimizar la minería, logró financiamiento gracias a fondos de inversión como Sudamerik Impact Investment Fund y programas de innovación de Corfo.
Otro factor clave en su éxito ha sido la construcción de redes estratégicas, Sturiza cuenta que ser parte del programa Aster BHP permitió a Smart Mining posicionarse en la industria minera, generar contactos y validar su tecnología con grandes empresas. “El conocimiento y la red de contactos son ventajas competitivas para los emprendedores mayores”, insistió el emprendedor.
Superando barreras: tecnología, financiamiento y adaptación
Otro de los mayores retos para los emprendedores +50 es adaptarse a la digitalización. Grace Durán lo vivió al crear LifeGoApp. “El mundo es mucho más digitalizado que hace diez años. He tomado cursos, participado en programas y me he rodeado de expertos para estar al día con las nuevas tendencias”, explica.
La dificultad de acceder a financiamiento también es un obstáculo. Como menciona el informe de la CMF y CAF, solo un pequeño porcentaje de los emprendedores senior cuenta con altas capacidades financieras. Durán señala que, en su caso, ha recurrido a ahorros personales y créditos, pero también a programas de incubación y aceleración que ofrecen apoyo financiero y mentorías.
“Es clave construir un negocio alineado con tu estilo de vida. La planificación y el equilibrio entre la vida personal y laboral son fundamentales”, agrega. Su meta ahora es consolidar LifeGoApp en el mercado hispanohablante y cerrar alianzas estratégicas para asegurar la sostenibilidad de la startup.
Pasión y perseverancia: las claves del éxito después de los 50
Para Juan Xuriguera, fundador de Botiia, el emprendimiento es un estado mental. “Siempre andas buscando formas de mejorar las cosas y viendo oportunidades”, dice. Comenzó a emprender hace solo unos años y no ha parado. Sin embargo, reconoce que uno de los mayores retos ha sido convencer a las empresas de adoptar nuevas tecnologías.
“El mayor desafío es el cambio de mentalidad. Hace años, pocas personas estaban dispuestas a dejar lo que funciona por algo nuevo no probado. Eso ha cambiado, pero sigue siendo un reto”, señala. Su consejo para otros emprendedores senior fue: “Enamórate del problema, no de tu solución. Si lo que desarrollaste resuelve una necesidad real, el negocio vendrá solo”.