Cuando una persona se incorpora a una nueva empresa, las primeras semanas pueden marcar la diferencia entre una experiencia laboral positiva o una adaptación frustrante. Los expertos en recursos humanos afirman que más allá de una bienvenida, los procesos de “onboarding” -periodo de integración de un nuevo empleado a una empresa- son una herramienta estratégica para las organizaciones que buscan mejorar la integración, la productividad y la permanencia de sus colaboradores.
Según datos de la consultora Glassdoor, un correcto proceso de integración logra aumentar la retención de talento en un 82% y la productividad hasta en un 70%. Estas cifras dan cuenta de la importancia de acompañar de manera estructurada a los nuevos colaboradores, especialmente la rotación laboral es uno de los principales desafíos para las empresas.
"Contar con un buen proceso de onboarding permite que los nuevos colaboradores se adapten más rápido a la cultura, valores organizacionales y objetivos de la organización", explica María Ignacia Osses, product manager de consultoría de Trabajando.com. Además, asegura que esto no solo mejora el desempeño, sino que también genera un impacto positivo en la experiencia del empleado desde el primer día.
Los errores que pueden costar caro
La falta de planificación es uno de los errores más frecuentes, generando procesos desordenados y confusos para el colaborador, dicen las expertas. Otro error común es sobrecargar con demasiada información en poco tiempo, dificultando la adaptación.
Además, Osses advierte que el onboarding no debe centrarse exclusivamente en aspectos técnicos, sino también en la cultura organizacional y el sentido de pertenencia. "Involucrar a los líderes y equipos desde el inicio es clave para que el colaborador se sienta parte de la organización", explica.
Noria agrega que los procesos estandarizados sin personalización también pueden afectar la experiencia del colaborador. "Cada persona tiene necesidades y expectativas diferentes, por lo que el onboarding debe adaptarse a cada caso para generar un impacto positivo", afirma.
Más que una bienvenida
El onboarding exitoso no se limita a la primera jornada laboral, sino que abarca diferentes etapas que pueden extenderse durante los primeros meses. La fase de pre-onboarding, que ocurre antes del ingreso formal, es clave para preparar la llegada del colaborador. En esta instancia, se recomienda enviar la documentación necesaria, entregar accesos a plataformas y proporcionar información sobre qué esperar en su primer día, explicó la vocera de Trabajando.com.
"Uno de los errores más comunes es pensar que el onboarding es solo un evento de uno o dos días, cuando en realidad debería ser un proceso continuo", destaca Osses. Agrega que este acompañamiento debe incluir la definición de metas, instancias de retroalimentación y una evaluación final para ajustar el proceso según la experiencia del colaborador.
Daniela Noria, jefa de Reclutamiento y Selección de Grupo de Empresas Teamwork -empresa de gestión de personas-, coincide en la importancia de la continuidad. "El seguimiento post-incorporación es fundamental para asegurar que el colaborador se sienta acompañado y pueda resolver dudas durante sus primeros meses", sostiene.
Productividad y retención
La integración adecuada de los nuevos colaboradores impacta directamente en la productividad de la empresa. Noria asegura que cuando los trabajadores se sienten respaldados y valorados desde el inicio, su motivación y compromiso aumentan, lo que se traduce en un mejor rendimiento. Además, señala que un buen proceso de onboarding permite reducir el tiempo de adaptación y acelera la curva de aprendizaje.
"Si esperamos una alta productividad por parte de los colaboradores, lo primero que debemos hacer es que ellos entiendan qué se espera de su trabajo", comenta Osses. En este sentido, el onboarding se convierte en un instancia mucho más formal para comunicar expectativas, definir objetivos a corto plazo y detectar posibles brechas que requieran capacitación adicional.
La retención de talento es otro de los beneficios, los expertos coinciden en que los trabajadores que experimentan una integración positiva son menos propensos a abandonar la empresa durante el primer año. "Una integración bien gestionada mejora la experiencia inicial y fomenta la lealtad a largo plazo", sostiene Noria.
Por otro lado, los especialistas en recursos humanos indican que las empresas deben apoyarse en la digitalización para optimizar los procesos de onboarding, ofreciendo plataformas que faciliten la integración de los nuevos colaboradores. Herramientas como Slack para la comunicación interna, “Trello para la organización de tareas o Culture Rocks para el seguimiento de feedback se han consolidado como aliados en esta etapa”, sostuvo Osses.
Además, la irrupción del metaverso también ha abierto nuevas posibilidades para crear experiencias inmersivas y personalizadas. "El metaverso permite a los colaboradores vivir escenarios simulados y colaborar con equipos de diferentes ubicaciones, lo que facilita la adaptación y la interacción", comenta Noria. Finalmente, Osses dijo que "más allá de las herramientas, lo importante es que el colaborador se sienta acompañado, valorado y con claridad sobre su rol dentro de la organización".