Con la llegada de marzo, la rutina vuelve a marcar el ritmo de la vida diaria para miles de trabajadores en Chile. Tras semanas de descanso, el retorno al trabajo puede convertirse en una tarea difícil para muchos, desencadenando el llamado síndrome de estrés post-vacacional, una condición que afecta tanto el bienestar emocional como físico de las personas.
Según un reciente estudio realizado por la empresa de recursos humanos Adecco, mediante una encuesta a más de seiscientas personas a nivel nacional, aproximadamente un 20% de los trabajadores en Chile experimenta estrés al reincorporarse a sus labores luego de las vacaciones de verano. Esta cifra refleja cómo la vuelta a la rutina puede convertirse en un desafío para una parte significativa de la fuerza laboral, impactando no solo en su bienestar individual, sino también en la productividad de las organizaciones.
Existen múltiples factores que pueden intensificar esta sensación. Uno de los más comunes es la acumulación de tareas pendientes antes de salir de vacaciones. "Encontrarse con una carga de trabajo desbordante al regresar puede hacer que los trabajadores se sientan abrumados desde el primer día, lo que afecta tanto su productividad como su bienestar", explica Pérez De Cian.
Otro factor clave es la adaptación a los horarios laborales, ya que urante las vacaciones, el cuerpo se acostumbra a ritmos de sueño más flexibles, por lo que retomar un horario riguroso puede generar fatiga y disminuir la capacidad de concentración, afirman desde Adecco. A esto se suma el entorno laboral: regresar a un ambiente con alta presión y pocas medidas de apoyo puede agravar aún más los niveles de estrés.
Un choque emocional y físico
El síndrome de estrés post-vacacional es una reacción emocional y física que muchas personas experimentan al retornar a la rutina laboral después de un periodo de descanso. La jefa del Área de Candidatos de Adecco Chile, Cristina Pérez De Cian, explica que este fenómeno se manifiesta de diferentes maneras: "Lo anterior puede manifestarse desde una sensación de desmotivación y falta de energía, hasta síntomas físicos como fatiga, tensión muscular, dificultad para concentrarse e incluso alteraciones en el sueño".
El cerebro, habituado a un ritmo más relajado durante las vacaciones, se enfrenta a una transición brusca al tener que adaptarse nuevamente a las exigencias del entorno laboral. "Es importante entender que el regreso al trabajo, en muchos casos, es como un ‘choque emocional y mental’ que, si no se maneja adecuadamente, puede incluso derivar en problemas más graves, como el síndrome de burnout", agrega la ejecutiva.
Pérez De Cian sugiere mantener hábitos como dormir bien, realizar pausas activas durante la jornada laboral y practicar ejercicio regularmente. También recomienda establecer metas pequeñas y alcanzables en las primeras semanas, lo que ayuda a generar una sensación de logro y reduce la ansiedad.
"La salud física y emocional de los trabajadores es fundamental para garantizar una transición efectiva. Un trabajador descansado, motivado y con una mentalidad positiva será mucho más productivo y resiliente ante los desafíos del regreso", subraya la experta.
El rol de las empresas en la adaptación
La reincorporación después de las vacaciones no solo depende de los trabajadores, sino también del papel que desempeñan las empresas en este proceso. Una planificación adecuada y una política de apoyo pueden hacer una gran diferencia para reducir el estrés post-vacacional.
"Es recomendable organizar el regreso con anticipación y evitar dejar muchas tareas pendientes justo antes de las vacaciones. Asimismo, la planificación adecuada de las primeras jornadas laborales, priorizando las tareas más urgentes de las importantes, en lugar de intentar resolver todo de inmediato, puede hacer que el retorno sea mucho más llevadero".
jefa del Área de Candidatos de Adecco Chile, Cristina Pérez De Cian
Además, ofrecer flexibilidad horaria durante la primera semana, permitir una reincorporación progresiva, fijar metas realistas y evitar la sobrecarga de trabajo en los primeros días son algunas de las recomendaciones para facilitar la adaptación.
La vuelta a la rutina es un desafío que requiere compromiso tanto por parte de los trabajadores como de las empresas. La adopción de políticas que promuevan el bienestar, la flexibilidad y el apoyo emocional no solo ayuda a reducir los efectos del estrés post-vacacional, sino que también contribuye a fortalecer la productividad y el clima laboral a largo plazo.
"Lo anterior no solo favorece una reincorporación exitosa, sino que también mejora la productividad a largo plazo", concluye Pérez De Cian. De esta manera, la vuelta al trabajo puede convertirse en una oportunidad para renovar energías y potenciar el desarrollo personal y profesional, siempre que se aborde con una estrategia adecuada y una mirada integral hacia el bienestar de los trabajadores.