El ministro de Hacienda, Mario Marcel, y el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) protagonizan por estos días un inédito round.
Es que si bien en un comienzo el jefe de la billetera fiscal, al referirse al informe de esta semana del CFA, había sido suave, luego elevó el tono, a través de un oficio que ingresó al Congreso.
El round
La entidad que preside el economista Jorge Rodríguez presentó el martes su Informe Semestral, en el cual critica la persistencia de los déficits estructurales, los insuficientes ajustes al gasto público, la insuficiencia de las medidas de mitigación y la incertidumbre de las medidas recaudatorias que dependen del debate legislativo, entre otros puntos.
El CFA estimó que para 2025 y 2026 se avizoran un nuevos incumplimiento de las metas de déficit fiscal. Y recomendó "al Poder Ejecutivo y al Legislativo de diseñar y consensuar una agenda concreta, no solo para cumplir con las metas fiscales de 2025 y 2026, sino que también para fortalecer la sostenibilidad fiscal a largo plazo".
Ante esto, ayer el ministro Marcel envió un oficio a la presidenta de la comisión mixta de Presupuestos del Congreso, Ximena Rincón. Para el titular de la cartera el tono de informe del Consejo fue "inusualmente severo", si se compara con documentos anteriores.
"Esto es particularmente relevante, considerando que el mandato legal del CFA se orienta en general a comentar sobre documentos, informes y datos proporcionados por el Ejecutivo, a través del Ministerio de Hacienda y la Dirección de Presupuestos (Dipres)", dice el oficio, recogido por El Mercurio.
El documento indica asimismo que el tono utilizado por el CFA "impide distinguir con claridad cuándo sus apreciaciones se refieren a actos y decisiones del actual Gobierno o de períodos anteriores a este. Esto es particularmente relevante para comprender el origen de los problemas que identifica y sus eventuales soluciones".
En relación a las soluciones que la entidad insta a buscar entre el Ejecutivo y el Congreso, señala que "prácticamente todas las observaciones y recomendaciones específicas aparecen dirigidas exclusivamente al primero".
Y añade: "Esto lleva, por ejemplo, a criticar al Gobierno por no impulsar reformas legales para generar mayor espacio fiscal, evitando pronunciarse frente a los parlamentarios encargados de su tramitación sobre la relevancia o urgencia de estas iniciativas".
El oficio también da cuenta de que hay recomendaciones que están en curso. "El no reconocer esos avances transmite una errónea sensación de negligencia en el actuar del Ejecutivo y genera frustración respecto de esfuerzos genuinos por mejorar la calidad, transparencia y efectividad de la conducción fiscal", dice.
Y recalca que la mayoría de las observaciones se refieren a reducciones de gasto, pero que se olvida que la responsabilidad fiscal se ejerce también "incrementando los ingresos".
Hacienda también criticó la recomendación de "pausar" la postergación para 2026 de la meta de déficit estructural de 1,1% del PIB.
"No está en el mandato del CFA dirigir las decisiones de política fiscal que competen a la autoridad”, respondió Hacienda, y agregó que “una vez dictado un nuevo decreto de política fiscal, el CFA puede evaluar su cumplimiento, mas no recomendar cuándo debe ser o no dictado", dice.
Cabe destacar que el oficio ingresado por Marcel recibió críticas desde el mundo parlamentario. "Las opiniones expresadas por el ministro en este oficio claramente no contribuyen a dicho objetivo y afectan precisamente a la naturaleza y objetividad del CFA", dijo el senador Juan Antonio Coloma (UDI) a El Mercurio.
El ministro debería "ver cómo recoge y acoge el consejo del CFA", indicó por su parte la senadora Ximena Rincón (Demócratas).