Divisi: La startup creada por un músico chileno que busca ordenar el caos "de las regalías" en la industria

Divisi es una app que conecta a músicos con las entidades que recolectan royalties musicales, automatizando el registro de canciones y la gestión de catálogos.

Esto permite a los creadores proteger sus obras desde el primer momento, mientras que las sociedades de gestión colectiva saben con certeza a quién deben pagarle. Así resolvemos un problema crítico de la industria: la falta de datos claros y oportunos para distribuir regalías de forma eficiente.

La idea de Divisi nació desde mi propia experiencia como músico, productor y director musical.

Durante más de una década trabajando con artistas y equipos creativos en estudios, escenarios y procesos de producción, noté un patrón que se repetía una y otra vez: la inscripción de canciones y la trazabilidad de regalías era siempre un dolor de cabeza. Estuve detrás de proyectos importantes como el Festival de Viña del Mar y Lollapalooza, trabajé con artistas como Denise Rosenthal y Augusto Schuster, y fui director musical de Cami durante ocho años. Sin importar el tamaño del escenario o del artista, siempre aparecía el mismo problema: dudas sobre cómo registrar bien una obra, repartir los porcentajes o entender por qué no estaban llegando las regalías. Ese problema no era la excepción, era la norma.

Y fue justamente en ese cruce entre experiencia y frustración donde nació Divisi: una herramienta para resolver de raíz la falta de claridad, coordinación y automatización en la gestión de derechos musicales.

Todo esto nos llevó a que, junto a mis socios Sergio Peña y Lillo y Pablo González de Gux Technologies, lanzáramos el MVP a fines de 2023, el cual fuimos a validar a Miami con las grandes discográficas. Desde entonces hemos estado ganando tracción y preparándonos para lograr una distribución nacional e internacional.

Levantamos una ronda Friends & Family en 2024 con la cual estamos operando, y esperamos llegar a breakeven durante 2026.

Saas B2B2C. Vendemos nuestro software de data entry a entidades de gestión colectiva quienes pagan por licencias como un beneficio para sus afiliados. Lo interesante es que, al usar nuestra app, los músicos comienzan a monetizar correctamente sus creaciones, y se abren opciones de upscale de funcionalidades para ellos.

Entidades de gestión, editoriales, managers y creadores de música. (productores musicales, songwriters, artistas).

Nuestra mayor competencia es la adopción tecnológica por parte de usuarios que no están familiarizados con propiedad intelectual, y que muchas veces son asintomáticos al problema que viven.

Constituir un equipo de excelencia con buena cultura, venirme a vivir a Miami (epicentro de la industria musical latina) y ganar Bime Pro Bogotá Startup Competition.

Aprender a equilibrar visión con ejecución es, probablemente, el mayor desafío en esta etapa, mientras seguimos aprendiendo a escalar un negocio tecnológico en la industria de la música, sin perder el enfoque en las personas a las que queremos ayudar.

Eso implica desarrollar habilidades en liderazgo, gestión de equipos, ventas B2B y financiamiento, pero también escuchar activamente a músicos, editores y sociedades de gestión para construir un producto que realmente resuelva sus dolores.

Que los músicos puedan vivir de su música.

Creo que el mayor riesgo que una startup puede correr (incluyéndonos) es quedarse sin talento, y sin caja. En Divisi hemos puesto MUCHO esfuerzo en tener el mejor talento disponible y sin quemar la plata. Esto tiene mucho que ver con la cultura interna, y el trato del día a día. Muchas veces la gente prefiere trabajar en un lugar en donde ganan un poco menos, pero se sienten mucho mejor.

Chile y Estados Unidos (principalmente Miami) son nuestro foco hoy. Sin embargo, nuestra solución está mayoritariamente pensada para países de Latinoamérica, pensando para una siguiente etapa en México, Argentina y Colombia.

Como músico, Lenny Kravitz. El tipo tiene 60 años y se mantiene mejor que nunca, tanto artísticamente como físicamente. Siempre lo he visto como un ejemplo, atemporal en su rutina y en sus ideas.

Como emprendedor, me gusta mucho la historia de Richard Branson (Virgin). Partió contrabandeando vinilos y hoy tiene telefonía, cruceros, discográficas y hasta Virgin Galactic (viajes al espacio! haha). Viniendo de un contexto súper etiquetador, me gusta mucho seguir ese tipo de rutas camaleónicas. A uno no lo define su trabajo.

Me gustaría mucho poder seguir teniendo tiempo para hacer cosas que me gusten (como deporte, o ir a pescar), pero ayudando a miles de personas a través de nuestra tecnología. La verdad tengo una relación bien especial con las expectativas. A veces las llamo, y a veces prefiero olvidarlas.

DSM Humboldt. Hacen hardware para guitarras y bajos, y hoy hasta Foo Fighters utiliza sus productos. (que son muy buenos)

Yo creo que sí, especialmente por la calidad de founders que hay. El talento chileno tiene una capacidad única de aprender rápido y adaptarse, muchas veces por necesidad, pero también por curiosidad. Eso construye profesionales muy multidisciplinarios, que entienden el negocio, la tecnología y el usuario al mismo tiempo. A diferencia de otros países donde se tiende a la especialización temprana, en Chile he visto emprendedores que hacen de todo y aprenden lo que sea con tal de sacar adelante su visión. Y eso, cuando se cruza con buenas ideas, hace que invertir en Chile no solo sea viable... también sea muy estratégico.

Yo honestamente creo que no saben que existe el problema que estamos tratando de solucionar. Por ende, ni lo uno ni lo otro. Me imagino que con todo el tema de la Inteligencia Artificial y el derecho de autor se activarán más alertas que los involucren como estado.