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Obras de Somerscales, Valenzuela Llanos y otros: El suculento tesoro artístico en juego por crisis del Club de la Unión

Ante el complejo proceso judicial que enfrenta el emblemático club por millonarias deudas, una valiosa colección de obras de arte -avaluada en decenas de millones de pesos- podría ser utilizada para saldar los pasivos.

25 de Mayo de 2025 | 07:13 | Por Martín Garretón, Emol.
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El Mercurio
Una de las instituciones más emblemáticas del centro de Santiago enfrenta sus horas más críticas. El Club de la Unión, fundado en 1864 y tradicional reducto de la élite chilena, se encuentra al borde de la quiebra tras un largo conflicto judicial originado por millonarias deudas laborales y con acreedores.

La situación ha derivado en una orden de liquidación forzosa de sus bienes y, con ello, la amenaza real de perder parte importante de su valioso patrimonio artístico.

El 16 de mayo de este año, el 28° Juzgado Civil de Santiago ordenó la liquidación de la institución, rechazando su defensa y designando al abogado Ernesto Pérez como liquidador. El proceso fue empujado principalmente por una demanda laboral de dos ex trabajadores por más de $180 millones, que se sumó a otros 15 procesos judiciales relacionados con obligaciones impagas por cerca de $419 millones.

La raíz del conflicto se remonta a la pandemia, cuando el club cerró sus puertas y dejó sin trabajo a cerca de 50 funcionarios. Sin sueldos, cotizaciones ni seguro de cesantía, trabajadores y sindicatos iniciaron una serie de acciones legales que hoy acumulan un total de $2.500 millones en deudas, incluyendo compromisos con la Tesorería General de la República y proveedores privados.

"Acá lo que se está objetando es el hecho de que no se admitió una nueva reorganización que se estaba presentando la deudora. De acuerdo con los antecedentes de la causa, acá se solicitó la quiebra del club, y el club remedió mediante un acuerdo de reorganización. Pero ese acuerdo de reorganización no incluyó a los trabajadores, y fueron los trabajadores que, a través de otra solicitud de quiebra, la consiguieron", explicó el liquidador Ernesto Pérez.

A raíz de la crisis, se puso en la mira las obras de arte y objetos históricos que adornan el edificio del Club, ubicado en Alameda 1091. Se trata de un patrimonio de gran valor cultural y económico, que podría ser rematado para saldar parte de la deuda.

Según consigna el acta de embargo, a la que accedió La Segunda, existen 23 obras y objetos de gran valor histórico bajo amenaza de remate (Ver imágenes abajo) . La lista incluye esculturas, un piano de cola, una lámpara de lágrimas de cristal del siglo XIX y una serie de cuadros de destacados artistas chilenos e internacionales.

Entre ellos destacan: "La mala nueva", óleo de Pedro Lira, de 2,27 por 3,15 metros, tasado en $150 millones. "Primavera en Lo Contador", de Alberto Valenzuela Llanos, avaluado en $140 millones.

Dos óleos del británico Thomas Somerscales, titulados "Paisaje" y "Marina", valorizados originalmente en $20 millones y $25 millones respectivamente, pero que en una audiencia de conciliación lograron ser retasados a $120 millones cada uno.

"Retrato de mujer", de Marcial Plaza Ferrand ($6 millones); "Maternidad", de Benito Rebolledo Correa ($6 millones); y "La arrepentida", del italiano Bartolomeo Giuliano ($4 millones), premiado en Alemania en 1887 y donado por Domingo Tocornal Matte.

Además, figura una lámpara francesa en bronce cincelado y cristal, avaluada en $15 millones, y una estatuilla de Mozart valorada en $1 millón.

En 2022, ya se había rematado la escultura "Ulises y Calipso" de Rebeca Matte, donada por la artista en 1925 para la inauguración de la sede institucional. La pieza, de alto valor simbólico y cultural, fue adquirida por un particular y entregada en comodato al Museo Nacional de Bellas Artes.

Aunque su precio de venta fue mantenido en reserva, una tasación previa la valorizaba en al menos $150 millones.

Pese a los intentos del Club por evitar la enajenación de sus tesoros, los tribunales han continuado con las órdenes de embargo. La administración solicitó un pronunciamiento del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), argumentando que las obras forman parte del inmueble declarado Monumento Nacional en 1981.

Sin embargo, la respuesta del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural fue categórica: "La declaratoria otorga protección patrimonial sólo al Edificio Club de La Unión y no a los muebles que se encuentran en su interior (...). Por tanto, en principio, los muebles consignados en el acta de embargo de la causa individualizada, no cuentan con protección (...), por no ser aquellos monumentos nacionales".

Esta posición dejó el camino despejado para que el tribunal ordenara nuevos embargos. De hecho, en mayo de 2024 ya se habían retirado físicamente desde las dependencias del Club varias obras, incluyendo los cuadros de Lira, Valenzuela Llanos y Somerscales.

Hoy, la continuidad del Club de la Unión pende de un hilo. Aunque sus administradores buscan reimpulsar una reorganización financiera –inicialmente rechazada por el tribunal–, dependen del resultado de un recurso en la Corte de Apelaciones y de otro en el Tribunal Constitucional.

Mientras tanto, el liquidador Ernesto Pérez debe seguir adelante con el inventario de bienes, notificar despidos y evaluar qué objetos pueden rematarse.

"Deberá cerciorarse de que sus únicos activos son artículos de cocina, entre otros", indicaron cercanos al proceso a El Mercurio. No obstante, también deberá revisar que las obras de arte embargadas no sean ocultadas o excluidas del patrimonio activo de la sociedad.

En paralelo, algunas estimaciones sugieren que la colección artística completa del Club podría llegar a valer hasta US$40 millones.

En ese sentido, El Mercurio consultó a Pérez por lo activos que tiene la sociedad para responder los pasivos y este último sostuvo que aparentemente "serían solo muebles de cocina". No hay edificio, ni cuadros. Aun que precisó que "debe acreditar la propiedad de esos cuadros".

Entre las obras de arte ya señaladas, se tiene que ratificar que los cuadros serían parte de la sociedad a liquidar. Algunos cuadros, eso sí, pertenecerían a la Unión Inmobiliaria y otros, y es ahí donde se debe acreditar la propiedad para saber si son activos o pudiesen incluirse en la liquidación.

Mira algunas de las obras de arte del Club de la Unión


"Ulises y Calipso" de Rebeca Matte

"La mala nueva" de Pedro Lira

"Primavera en Lo Contador" de Alberto Valenzuela

"Veleros en altamar" de Thomas Somerscales y "La hora solemne" de Alberto Valenzuela Llanos