Una creciente polémica enfrenta a los habitantes de Zapallar, luego de que se aprobara el anteproyecto para la instalación del primer supermercado Unimarc en el exclusivo balneario de la Región de Valparaíso.
El proyecto, impulsado por la empresa SMU, contempla una inversión de cerca de US$2 millones y despertó el rechazo de una parte de la comunidad, que acusa riesgos culturales, sociales, económicos y ambientales.
La controversia volvió a agitar las aguas, tras la publicación de una carta en "El Mercurio, firmada por María Luisa Eyzaguirre, presidenta de la Corporación para el Desarrollo de Zapallar, junto a Anne Marie Garling y Antonio Lyon, representantes de dos juntas de vecinos.
"Escribimos como vecinos de Zapallar y en representación de una comunidad profundamente preocupada por el proyecto de instalación de un supermercado en el corazón de nuestro pueblo. La iniciativa amenazaría con alterar irreversiblemente la identidad y el equilibrio de la pequeña localidad en el borde costero de la Quinta Región", señalaron en el texto.
El supermercado se emplazaría en avenida Januario Ovalle, frente a la estación de servicio Copec, en la entrada del pueblo. En enero de este año, el anteproyecto fue aprobado por la Dirección de Obras Municipales (DOM). SMU adquirió el terreno a Inversiones e Inmobiliaria Tierranueva Limitada, ligada a Inversiones Galilea, cuyo controlador es el empresario Christoph Schiess.
La iniciativa considera una sala de ventas de aproximadamente 650 m², más 550 m² de bodegas y trastienda, distribuidos en dos niveles, además de 174 m² para locales comerciales destinados a emprendedores locales. También contempla 31 estacionamientos y la contratación de 45 personas, en su mayoría mujeres.
Pese a que la compañía ha destacado que el supermercado será "amigable y respetuoso con el entorno local", sectores de la comunidad lo ven como una amenaza para la identidad y economía del balneario, donde residen más de siete mil personas.
"La instalación de una gran cadena de supermercados en el centro del pueblo podría generar un aumento significativo del tráfico vehicular, afectando la tranquilidad y seguridad de un lugar donde circula gran cantidad de personas a pie. Además, la presencia de un establecimiento de estas dimensiones podría desincentivar al comercio local, poniendo en riesgo la subsistencia de pequeños negocios que dan encanto al lugar, y provocar un desplazamiento de la población local hacia otros sectores", advierte la carta enviada al diario.
A la fecha, más de 800 personas han firmado en contra del proyecto. En la última sesión del concejo municipal, realizada el miércoles pasado, el tema generó un debate especialmente tenso.
Las posturas del alcalde y de SMU
Pese al rechazo expresado por algunos concejales, estos reconocieron no tener atribuciones para revertir el permiso otorgado, al tratarse de un anteproyecto ajustado a la normativa vigente. En medio de ello, se ha propuesto incluso un plebiscito para definir el futuro del proyecto.
En ese sentido, el alcalde de Zapallar, Gustavo Alessandri (ind-UDI), reafirmó que las decisiones de la DOM no dependen de su cargo.
"Cuando hay una comunidad organizada, una dirección de obras municipales funcionando, se debe aplicar el estado de derecho, hay que ser muy respetuosos de los procedimientos, si no se han incumplido, está perfecto, siempre es necesario escuchar todas las partes, hay vecinos a favor y en contra, pero aquí hay un procedimiento establecido con anterioridad y debemos regirnos por él", señaló en conversación con "El Mercurio".
Asimismo, Alessandri indicó que el supermercado podría tener beneficios en términos de empleo, aunque reconoció que debe evaluarse su real impacto.
"Si el supermercado cumple con todas las evaluaciones técnicas correspondientes, hay que dejar que las instituciones hagan su trabajo. Aquí solamente se aprobó un anteproyecto, no podemos que se evalúe mientras no ocurra otra cosa, no estamos, nos estamos adelantando a una situación que aún no se concreta", expresó.
Y agregó: "Negarme sin fundamentos objetivos implicaría incurrir en decisiones arbitrarias sujetas a criterios discrecionales, lo que vulneraría el principio de igualdad ante la ley, eso no lo voy a hacer".
Así sería el supermercado:
