La sustentabilidad dejó de ser una tendencia para convertirse en una prioridad dentro de muchos emprendimientos en Chile. Desde reciclaje y eficiencia energética hasta productos a granel o envases reutilizables, son cada vez más quienes integran prácticas responsables con el medioambiente en sus negocios. Pero dar ese paso implica desafíos técnicos, financieros y de formación, sobre todo en etapas tempranas.
Frente a ese escenario, Fundación Luksic abrió una nueva convocatoria de su
programa Impulso Inicial, dirigida exclusivamente a emprendedores que estén desarrollando iniciativas con enfoque en sustentabilidad. La postulación está disponible en este
sitio web y se mantendrá abierta hasta el lunes
16 de junio.
Desde su creación, Impulso Inicial ha apoyado a miles de emprendedores que dan sus primeros pasos. Según la Fundación, el objetivo de esta edición es acompañar a quienes están incorporando el cuidado del medioambiente en su quehacer productivo.
“Con esta convocatoria buscamos darle un impulso a quienes están emprendiendo con creatividad y compromiso con el entorno. Queremos entregarles herramientas y conocimientos que fortalezcan sus capacidades y potencien su crecimiento”.
Cristián Schalper, director del área de Emprendimiento de Fundación Luksic
¿Cómo postular?
La convocatoria está abierta a emprendimientos que trabajen en temáticas como eficiencia energética —incluyendo automatización, recambio de luminarias o uso de energías renovables— y economía circular, donde se contemplan prácticas como el reciclaje, compostaje, productos a granel o envases reutilizables. Los postulantes deben acreditar al menos seis meses de funcionamiento, tener ventas demostrables y contar con una cartola vigente del Registro Social de Hogares. No se requiere inicio de actividades ante el SII.
Además del equipamiento, el programa ofrece capacitación en formalización, administración, costos y marketing digital. Desde 2018, más de 16.000 emprendedores han sido beneficiados por los distintos programas de la Fundación, lo que evidencia su alcance y permanencia en el ecosistema emprendedor.
Uno de esos beneficiarios es Juan Carlos Barrera, creador de Rubrum, un emprendimiento que transforma tablas de skate en desuso en objetos con valor artístico y ambiental. “Esto nació como una búsqueda personal. Quería trabajar con un material noble, que no tuviera una carga negativa para los ecosistemas. Luego, con mi pareja Dani, que es diseñadora, comenzamos a explorar el potencial de las tablas de skate como materia prima”, cuenta el emprendedor, quien trabaja desde Maipú.
Rubrum recolecta las tablas mediante un sistema de acopio y las convierte en piezas únicas como joyas o decoración. También impulsa la iniciativa Salva Skate, que instala buzones en skateparks y tiendas para recolectar tablas, además de realizar talleres de reciclaje creativo para niños. “El skateboarding es un espacio social, diverso. A través de Salva Skate queremos que los niños vean en la basura una oportunidad y aprendan que también pueden reciclar una tabla, una lata, un envase”, explica Juan Carlos.
Gracias a Impulso Inicial, Rubrum recibió una lijadora roto orbital que mejoró sus procesos de producción, además de formación empresarial. “Estas formaciones nos ayudaron a darnos cuenta de que no estamos tan lejos de profesionalizarnos. Emprender por amor a la naturaleza puede convertirse en una forma de contribuir más y mejor”, afirmó el emprendedor.