En su segundo Informe de Política Monetaria (IpoM) del años, publicado esta mañana, , el Banco Central (BC) dedicó todo apartado para abordar la que -consideró- "atípica" reacción de los mercados ante la alta incertidumbre de la economía global proveniente de diversos frentes.
En un contexto principalmente marcado por las medidas arancelarias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los conflictos geopolíticos en distintos rincones del mundo, el instituto emisor detectó a los mercados globales han reaccionado de forma diferente a episodios anteriores que provocan incertezas.
"Por un lado, en Estados Unidos, durante los días más álgidos desde principios de abril —donde se observaron aumentos significativos del VIX y fuertes caídas en la bolsa— las tasas de largo plazo subieron, al mismo tiempo que el dólar se depreció, desafiando la correlación histórica entre estos dos activos".
Además, destacó el organismo que dirige Rosanna Costa, "las condiciones financieras para emergentes han mostrado una evolución más favorable que la esperable en un escenario típico de aversión al riesgo global".
Sobre lo primero -dice el informe- "podría interpretarse como un escenario donde ha aumentado la percepción de riesgo en torno a la economía estadounidense, disminuyendo la preferencia por todos sus activos —ya no solamente los bonos de larga duración—, incluida la bolsa".
"De hecho -añade- si bien esta última se ha recuperado de las fuertes caídas de abril, comparada con su nivel de inicios de año, está entre las de peor desempeño a nivel global".
Esta mayor percepción de riesgo, afirma el informe, "podría explicarse por la aparente menor predictibilidad del marco institucional y de políticas públicas en Estados Unidos, sumado al deterioro de sus alianzas estratégicas históricas".
Tambiéjn asegura que "una consecuencia directa de la menor preferencia por activos estadounidenses es el estrechamiento de las condiciones financieras relevantes para el consumo e inversión en esa economía", dice también.
"Otro efecto colateral del mayor riesgo de Estados Unidos es que el resto del mundo se ha vuelto menos riesgoso en términos relativos, lo que ha tendido a favorecer los precios de sus activos", destaca asimismo.
De esta manera, el IpoM de junio concluye que los "mercados financieros globales están mostrando un comportamiento atípico ante el aumento de la incertidumbre global. Ello ha implicado un deterioro relevante de las condiciones financieras en Estados Unidos, que explica parte de la corrección a la baja del crecimiento de esa economía incluida en el IPoM de marzo e incrementada en el actual".
"Más aún -destaca- frente a nuevos episodios de incertidumbre, el cambio de correlaciones entre activos de renta fija y renta variable en EE.UU. podría amplificar los efectos riqueza negativos para hogares y empresas, así como amplificar las pérdidas de intermediarios financieros. Esto último podría elevar la volatilidad de mercados, más allá del efecto usual de eventuales nuevos anuncios".
"Desde la perspectiva de América Latina, a diferencia de lo que habría cabido esperar ante la mayor incertidumbre global, las condiciones financieras no se han deteriorado de forma relevante", complementa.