Un multimillonario robó remeció ayer a la industria minera de México.
Ladrones armados asaltaron un camión que transportaba 33 toneladas de concentrado de oro y plata perteneciente al Grupo Minero Bacis, lo que ocasionó a la empresa pérdidas valoradas en varios millones de dólares.
Como si fuera la escena de una película, los asaltantes interceptaron el el camión utilizando dos vehículos de color blanco, agredieron al conductor y a los guardias de seguridad que lo escoltaban, y los mantuvieron como rehenes durante una hora y media, según informó la compañía en un comunicado.
El camión —que tenía como destino el puerto de Manzanillo, en el Pacífico— fue recuperado, pero no así el remolque con el concentrado de metales preciosos.
Aunque el impacto financiero exacto aún no ha sido determinado, el Grupo Minero Bacis confirmó que las pérdidas ascienden a varios millones de dólares.
El robo se produce en un contexto de creciente inseguridad en las carreteras mexicanas, donde se registra un intento de asalto aproximadamente cada 50 minutos.
Solo en los dos primeros meses de 2025, los robos de carga aumentaron más de un 33% respecto al mismo período del año anterior, en el que se documentaron 24.000 incidentes.
Los concentrados de oro y plata son materiales semiprocesados que contienen concentraciones significativamente más altas de metales preciosos que el mineral en su estado original.
Asaltos a camiones en México
Los robos a camiones en México se han disparado en el último tiempo, y casos que golpean a la minería no son excepcionales.
Por ejemplo, el 31 de octubre del año pasado, un grupo de criminales armados asaltó once camiones de la empresa minera Newmont, en "El Peñasquito", Zacatecas. Entonces, los delincuentes sustrajeron al menos 240 toneladas de concentrado de oro, plata, zinc y plomo.
Otro caso, emblemático también, pero que se registró hace cinco años atrás, fue cuando criminales organizados asaltaron en Sonora un camión que transportaba 47 lingotes de oro, propiedad de la minera Noche Buena, filial del consorcio Fresnillo PLC.
La creciente inseguridad
Pero la situación golpea a diversos rubros. Hace algunas semanas, un camión que transportaba equipo de sonido para la legendaria banda de cumbia Los Ángeles Azules fue detenido en la carretera México-Puebla. Los policías del retén eran en realidad delincuentes, y al ver la valiosa carga, desenfundaron sus armas y se llevaron el botín.
El conductor y otro pasajero quedaron varados a un lado de la carretera, ilesos, salvo por algunas lesiones auditivas causadas por un disparo de advertencia de los ladrones.
La banda difundió el incidente del 9 de mayo en redes sociales y se planteó unos días después en la conferencia de prensa matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien llamó a la Guardia Nacional para investigar.
El episodio captó la atención generalizada debido a la fama de la banda, pero cientos de incidentes similares ocurren en las carreteras de México cada semana, convirtiendo las principales arterias comerciales del país en guanteletes.
Y a diferencia de Los Ángeles Azules, cuyos $420,000 en equipo finalmente fueron devueltos, la mayoría de las víctimas sufren el costo de los bienes robados sin esperanza de recuperación o justicia.
Los intentos de robo aumentaron en más de un tercio en los primeros dos meses de 2025 con respecto al año anterior, según Héctor Romero, presidente de Círculo Logístico, un grupo industrial que representa a 25 empresas de carga, seguridad privada y logística.
Los robos de carga superaron los 24.000 en 2024, un aumento de aproximadamente el 16%, según muestran los datos de la consultora de riesgos de transporte Overhaul.
Eso lo coloca detrás de Estados Unidos y Europa en incidentes totales. Pero en términos de índice de siniestralidad, que compara el número de robos con la actividad económica, México es el peor del mundo.
Los robos adoptan diversas formas. Desde falsos controles hasta pinchazos de neumáticos con tiras de clavos y el acoso directo a los conductores que se detienen a comprar café a punta de pistola, los delincuentes se aprovechan de los relativamente escasos recursos del gobierno mexicano para combatir el problema.