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¿El fin del título como requisito laboral? Empresas del sector tecnológico se abren a contratar por habilidades prácticas

Startups, firmas de software y grandes compañías están dejando de lado el requisito académico tradicional. Según los expertos, evalúan con desafíos reales, valoran la experiencia y apuestan por talentos que aprendieron fuera de la universidad.

09 de Julio de 2025 | 16:54 | Por Natalia Munar | Portal Pyme
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Freepik
Hasta hace algunos años, no tener un título universitario era sinónimo de quedar fuera de los procesos de selección. Hoy, esa exigencia se está diluyendo, especialmente en el sector tecnológico. Desde desarrolladores autodidactas hasta diseñadores formados en bootcamps (método de formación intensiva y práctica), las compañías están mirando con otros ojos los caminos no convencionales de los trabajadores. Lo que más importa es que las personas puedan demostrar lo que saben hacer, resolver problemas reales y aportar desde el primer día, según destacan expertos en contratación.

“Los cambios tecnológicos, la necesidad de equipos más ágiles y la urgencia por resolver problemas concretos están llevando a las empresas a fijarse más en lo que una persona sabe hacer que en dónde estudió”, sostiene Verónica Burgos, Líder de Atracción de Talento en Zenta Group -empresa chilena de consultoría tecnológica-. Agrega que hoy es común ver especialistas en cloud (nube) o analistas de datos con una sólida formación práctica, pero sin estudios universitarios tradicionales.

De acuerdo con datos de LinkedIn, las contrataciones basadas en habilidades crecieron un 21% en Latinoamérica durante el año 2023. En Chile, esta práctica se ha instalado con fuerza en startups, empresas de desarrollo de software, servicios digitales y áreas comerciales ligadas a la tecnología.

Las transformaciones en los procesos de selección no son casualidad. Desde BDO Chile -servicio integral de outsourcing- explican que la escasez de talento en áreas como programación, análisis de datos, ciberseguridad o diseño UX ha forzado a las empresas a ampliar sus criterios de contratación.

Luis Esteban Bonzi, gerente de Hunting & Talent Management de esta compañía, afirma que “la transformación digital exige adaptabilidad, pensamiento crítico y aprendizaje continuo, competencias que no siempre se garantizan con un diploma. En muchos casos, se priorizan candidatos con portafolios, casos resueltos o experiencia en proyectos reales por sobre un título”.

Tecnología, ventas y creatividad: los sectores que avanzan en esta tendencia


El sector tech ha sido pionero en esta flexibilización. Bonzi enumera algunas áreas donde la formación académica tradicional ha perdido peso: programación, diseño UX/UI, ventas consultivas y hasta gestión de personas. “Las empresas digitales se han abierto a contratar sin exigir título universitario, privilegiando pruebas prácticas y proyectos”. También industrias creativas, como la audiovisual, han trabajado con esta lógica desde hace años.

Gea Wolf, directora audiovisual y fundadora de Viceversa -empresa de producciones audiovisuales-, señala que muchas veces se contrata por portafolio, por la mirada o incluso por la energía que alguien aporta. “No es exclusivo del sector creativo. En tecnología, marketing, ventas o servicio al cliente también se está valorando mucho más la experiencia práctica, la actitud y la capacidad de aprender”, añadió.

En este nuevo modelo, las entrevistas se alejan del currículo tradicional. Burgos agrega que “Hoy es más común evaluar a alguien con un caso práctico, una dinámica de trabajo o un desafío técnico que pedirle un título universitario”. Las compañías que apuestan por este tipo de selección destacan que, aunque el proceso puede tomar más tiempo, los resultados se traducen en mayor diversidad, compromiso y rendimiento, afirmó.

“El principal riesgo es no contar con una base metodológica sólida para ciertas posiciones donde el criterio técnico o normativo depende de una formación formal, por ejemplo, en ingeniería estructural o contabilidad tributaria avanzada. Además, al relajar requisitos académicos se debe fortalecer la evaluación práctica y cultural para evitar contrataciones incompatibles. Otro desafío es cómo asegurar el fit cultural y los estándares éticos sin los filtros tradicionales”.

Luis Esteban Bonzi, gerente de Hunting & Talent Management de BDO

Abrir puertas, ampliar miradas y diversificar el talento


Contratar sin exigir títulos abre oportunidades reales para quienes aprendieron por su cuenta o vienen de trayectorias no convencionales. “Cambia la lógica de validación”, dice Gea Wolf. “Es un mensaje para muchas personas que su experiencia también vale, que su talento y sus saberes —aunque no hayan pasado por una universidad— pueden tener un lugar”.

El impacto también se refleja en la diversidad de perfiles: al no restringir los requisitos a un título, ingresan al mercado laboral personas de contextos sociales distintos, con enfoques más creativos y perspectivas innovadoras. “Lo que se gana en diversidad, compromiso y talento suele ser mucho mayor”, destaca Burgos.

Sin embargo, esta flexibilidad también implica nuevos retos para las empresas. El principal es diseñar procesos de evaluación rigurosos y justos. “Cuando se elimina el título como filtro, hay que saber mirar otras señales: cómo una persona explica su experiencia, cómo enfrenta un problema, cómo se adapta al trabajo en equipo”, sostiene Burgos.

Además, ciertos roles siguen exigiendo formación formal, especialmente aquellos que requieren criterios normativos o técnicos avanzados, como la contabilidad tributaria o la ingeniería estructural. “El título daba una cierta garantía de base técnica, pero no necesariamente de desempeño”, reflexiona Wolf.

Mostrar lo que se sabe hacer: la clave para los postulantes


Demostrar lo aprendido fuera de un aula requiere más que habilidades técnicas. También implica saber comunicar esa experiencia. “Lo más valioso que puede hacer un postulante es mostrar lo que sabe hacer”, explica Burgos. Portafolios, proyectos colaborativos, certificaciones, testimonios de colegas o clientes son herramientas clave. Pero también importa cómo se cuenta la historia detrás de cada logro, sugirió.

“Cuando entrevistamos a alguien, no nos interesa tanto si estudió o no, sino si puede sostener su punto de vista con argumentos, si tiene ganas de seguir aprendiendo, y si puede trabajar bien con otras personas”, dice Wolf. La confianza en la propia trayectoria, incluso si es autodidacta, se convierte en una fortaleza.

Bonzi, además recomendó a quienes están buscando oportunidades en el sector tecnológico, “participar en hackatones, voluntariados o proyectos freelance, ya que son formas concretas de evidenciar habilidades. Y presentar resultados medibles, como ventas cerradas o procesos optimizados, también ayuda a validar el desempeño”.