El segundo arribo de Javier Etcheberry al Servicio de Impuestos Internos (SII) generó expectativas trasversalmente altas, considerando la buena evaluación que tuvo tras haber liderado el organismo entre 1990 y 2002.
De forma inesperada, volvió a tomar las tiendas del servicio en julio de 2024, primero en calidad de interino, luego ratificado en octubre. Sin embargo, tras casi un año exacto de gestión, debió salir de forma abrupta tras protagonizar una acalorada polémica.
Su salida, de hecho, fue solicitada por el Presidente Gabriel Boric tras revelarse que no había regularizado una propiedad en Paine, lo que significó que durante nueve años estuvo pagando menores contribuciones a las que correspondían. El hecho desencadenó una ola de críticas.
El miércoles pasado, incluso, la abanderada del oficialismo, Jeannette Jara, aseguró que
"está en él dar lo antes posible un paso al costado. La coherencia en este tipo de temas es muy relevante".
En materia de contribuciones, el director no logró despejar la molestia ciudadana.
El alza en los avalúos fiscales y la falta de información para explicar los cálculos fue uno de los puntos más cuestionados de su gestión. Enfrentó críticas por sus dichos: llegó a calificar como "el 20% más rico" a quienes reclamaban.
El tema terminó siendo central en su salida, luego de revelarse que él mismo no había pagado contribuciones por una de sus propiedades. Su reemplazo será Carolina Saravia -actual subdirectora de Fiscalización del SII- , una ingeniera con más de dos décadas en el organismo y perfil técnico.
El ímpetu y el crimen organizado
Etcheberry llegó con ímpetu: detectó a 38 funcionarios con licencias prolongadas, los instó a volver, y logró que 26 retomaran funciones y tres renunciaran.
"Las cosas se pueden hacer", dijo en ese entonces. Su enfoque apuntó a combatir la evasión y el crimen organizado, lo que se tradujo en más de 200 acciones penales por delitos tributarios y una recaudación de más de $129 mil millones tras fiscalizar a grandes contribuyentes y grupos empresariales.
"Durante el periodo que encabezó Javier Etcheberry, el Servicio de Impuestos Internos (SII) fortaleció su capacidad fiscalizadora, especialmente en ámbitos críticos como el crimen organizado y la informalidad económica", destacó Andrés Martínez, socio líder de Consultoría Legal y Tributaria de KPMG en Chile.
"Su gestión imprimió un sello de acción decidida y un despliegue operativo en la lucha contra la informalidad", remarcó a Emol.
Por su parte, Álvaro Moraga, socio de Moraga y CIA, sostuvo que "colocó a todos los contribuyentes bajo sospecha, mostrando un preocupante desprecio por la legalidad, los derechos fundamentales y la buena fe".
"Lo que al inicio fue su mayor virtud —el compromiso con la lucha contra la evasión— terminó convirtiéndose en su mayor defecto", consignó a Emol.
Sebastián Benedetti, socio de CBC Abogados, afirmó a Emol que "pese al breve período en que lideró el Servicio de Impuestos Internos, Javier Etcheberry logró imprimir un sello institucional centrado en la lucha contra la informalidad y el crimen organizado", pero advirtió que "varias de sus declaraciones y medidas resultaron controversiales, alimentando una percepción de hostilidad del SII hacia los derechos de los contribuyentes".
A juicio del abogado, "su gestión deja abierta la discusión sobre el equilibrio que debe mantener el Servicio entre su rol fiscalizador y su función facilitador del cumplimiento del contribuyente".
En paralelo, su administración generó normativa para reforzar la emisión de boletas electrónicas y evitar el uso indebido de facturas falsas.
No obstante, ese enfoque también trajo roces. "Él llegó con un problema serio, mirando y dedicándose exclusivamente a las mafias y descuidó todo el resto", señaló Soledad Recabarren, de Recabarren & Asociados a El Mercurio.
Rodrigo Benítez, ex presidente del Instituto Chileno de Derecho Tributario, agregó al citado medio que "¿cómo va a perseguir algo que no tiene inicio de actividades, que no son contribuyentes? ¿O es eso una acción del Ministerio Público?".
Para los tributaristas consultados, el SII debe coadyuvar en la persecución del crimen, pero sin desatender su rol de garante de derechos tributarios.
La forma en que Etcheberry abordó la fiscalización tampoco dejó a todos conformes.
Patricio Gana, director de AK Contadores, fue más crítico: "Lo de Javier Etcheberry fue bien especial, porque habían altas expectativas respecto a lo que él podría ver esto en el SII, pero partió declarando mal, partió enredándose con el tema de las contribuciones, metiéndose en politiquería barata, y apartándose de los temas técnicos".
Para él, su paso dejó una enseñanza importante: "creo que esa fue el mejor aporte en esta pasada de Etcheberry, creo que no tuvo la altura del cargo (…) pero sí nos dejó algo positivo que es darnos cuenta de cómo está funcionando el Servicio de Impuestos Internos".
La nueva mano
La designación de Carolina Saravia como nueva directora del SII abre un nuevo capítulo. Con más de 20 años en la institución, estudios de postgrado en Hacienda Pública y un perfil técnico, asumirá la conducción del servicio de manera interina por lo que resta del mandato de Gabriel Boric.
Desde la Subdirección de Fiscalización, lideró proyectos clave en automatización del impuesto a la renta e IVA. Un exjefe de Saravia manifestó a El Mercurio que "es una ingeniera muy competente, trabaja mucho. Es muy amable".
Entre los desafíos que deberá enfrentar, expertos señalan que Saravia deberá continuar el combate contra la informalidad y el crimen organizado, pero sin sobrecargar a los contribuyentes que cumplen.
Además, deberá recomponer confianzas internas y abordar con urgencia la crisis en la Dirección de Avalúos, especialmente de cara al reavalúo fiscal del próximo año. También tendrá que responder a las crecientes dudas sobre la transparencia y equidad del impuesto territorial, clave para el bolsillo de la clase media.
Quienes conocen a Saravia aseguran que no siempre fue receptiva a otras opiniones, aunque admiten que durante la gestión de Etcheberry mostró mayor apertura.
Martínez advirtió que "la nueva directora del SII, Carolina Saravia, enfrentará desafíos estructurales", entre ellos, "el proceso de reavalúo de bienes raíces programado para el próximo año, que deberá ser acompañado de mejoras en la calidad de la información, criterios claros y mayor transparencia".
También enfatizó en la necesidad de "consolidar un modelo de relación con los contribuyentes basado en la confianza, la trazabilidad y la sostenibilidad tributaria".
Con todo, de ella dependerá ahora reencauzar al SII en una senda técnica, transparente y con mayor sintonía con los contribuyentes, en un contexto donde las luces y sombras de su predecesor persisten en el organismo.