Aunque las vacaciones son un derecho garantizado, siguen siendo una de las dimensiones peor gestionadas en las empresas chilenas. El 79% de los trabajadores acumula días de descanso -y uno de cada cinco más de 20-, según un nuevo estudio de Defontana -software de gestión ERP para pymes-. Esta situación, lejos de ser anecdótica, tiene diversas consecuencias.
El 60% de los empleados encuestados afirma haberse sentido agotado o desmotivado por no tomarse vacaciones a tiempo, y el 42% reconoce que eso ha afectado directamente su desempeño laboral.
La acumulación excesiva de días, además de tener efectos sobre la salud mental, también significa una carga operativa y financiera para las organizaciones. El 43% de las empresas ha tenido que pagar vacaciones acumuladas en dinero, cifra que sube a 60% en las que tienen más de 50 trabajadores y no cuentan con herramientas digitales de gestión. A pesar de que el 58% asegura tener una política sobre acumulación de vacaciones, solo el 55% la comunica de forma clara a sus equipos.
“Este estudio confirma que no gestionar adecuadamente las vacaciones no solo impacta la salud mental de los trabajadores, sino que también tiene efectos reales en la productividad y sostenibilidad financiera de las empresas”.
Macarena Molina, Product Manager de Gestión de Personas en Defontana
El impacto negativo de las vacaciones mal gestionadas
Desde los departamentos de recursos humanos, la preocupación es transversal. El 100% de los encargados consultados cree que la acumulación de días puede afectar negativamente al negocio. Entre los efectos más frecuentes se encuentran los costos financieros (67%), el aumento del riesgo de burnout y desmotivación (57%) y el deterioro del clima laboral.
“Postergar sistemáticamente las vacaciones puede derivar en un mayor ausentismo no planificado, menor productividad y un aumento en las licencias médicas”, explica Marisol Aguayo, directora de Talent Solutions Right Management en ManpowerGroup Chile -empresa de servicios y soluciones innovadoras de capital humano-. “La fatiga crónica en los equipos impacta negativamente en la eficiencia, la calidad del trabajo y, por ende, en los resultados del negocio”, alerta el especialista.
Desde el punto de vista legal, la acumulación de más de dos períodos consecutivos de vacaciones no solo es una mala práctica, sino también un riesgo. “Las multas por no cumplimiento de los períodos de vacaciones pueden ascender a 60 UTM, una situación que con una buena gestión de descansos se puede evitar”, advierte Aguayo.
Las razones detrás de esta acumulación son múltiples, según el sondeo de Defontana, el 38% de los trabajadores lo hace para tomarse un descanso más largo, el 27% no se los toma por alta carga de trabajo y el 21% lo atribuye a la falta de reemplazo o logística interna. Esta cultura de “estar siempre disponible” es especialmente visible en cargos de responsabilidad media o alta.
“Paradójicamente, postergar las vacaciones pensando en mantener la productividad suele tener el efecto contrario: la fatiga acumulada disminuye el rendimiento, eleva los errores y reduce la creatividad”, explica Mauricio Liani, director de Marketing y Comunicaciones de Adecco Chile -empresa de servicios de reclutamiento, outsourcing y capacitación-.
“Los equipos que gestionan adecuadamente sus descansos muestran mejores indicadores de desempeño sostenido en el tiempo”.
Mauricio Liani, director de Marketing y Comunicaciones de Adecco Chile
Recomendaciones de expertos para ordenar los descansos
Si bien el 71% de los trabajadores afirma que es fácil pedir vacaciones, las cifras del estudio muestran que el proceso está lejos de estar resuelto. La gestión deficiente de las vacaciones anticipadas es otro punto crítico. Aunque el 70% de las solicitudes son aprobadas, un 62% de los encargados señala que generan desorden administrativo. Este número baja al 48% en empresas que cuentan con software especializado, lo que evidencia el rol clave de la tecnología en la planificación.
“La falta de descanso adecuado puede provocar altos niveles de estrés, agotamiento emocional y una mayor probabilidad de sufrir síndrome de burnout”, advierte Liani. “No tomar vacaciones o hacerlo en forma parcial impide desconectarse realmente, afectando el bienestar integral de la persona”.
Para evitar estas consecuencias, los expertos recomiendan:
Políticas claras y comunicación formal: “Una buena política de vacaciones, bien gestionada y apoyada por tecnología, permite construir culturas organizacionales más sanas, sostenibles y humanas. Consideramos que ello no solo optimiza procesos, sino también relaciones laborales sanas”, afirma Molina.
Calendario anual por áreas: Esta práctica permite distribuir de manera equitativa los descansos y evitar cuellos de botella. “Un calendario coordinado y liderazgos que promuevan el descanso transmiten un mensaje claro sobre el autocuidado”, apunta Liani.
Reemplazos y rotación de tareas: Contar con esquemas internos para cubrir funciones es clave para que los equipos puedan descansar sin afectar la continuidad operativa.
Uso de software de gestión: En empresas que cuentan con tecnología, los desórdenes asociados a las vacaciones anticipadas bajan de 62% a 48%. “Contar con sistemas digitales permite automatizar, reducir errores, asegurar cumplimiento legal y mejorar la experiencia laboral”, afirma Molina.
Capacitación a líderes y programas de bienestar: “Fomentar un ambiente de apoyo y equilibrio entre vida personal y trabajo es esencial para prevenir la fatiga y retener talento”, sugirió Aguayo.
Finalmente, desde Adecco indican que una de las primeras señales de mala planificación es la acumulación excesiva de días de vacaciones, especialmente cuando superan los 30 días hábiles por persona. Además, recomendaron a las empresas, permanecer atentas a otras alertas como el aumento de licencias médicas, la baja moral del equipo y la rotación más alta de lo habitual, dado que pueden impactar el bienestar de la organización.
