Estados Unidos y la Unión Europea (UE) cerraron por fin un acuerdo en medio de la guerra comercial. Y si bien una serie de analistas advierten que la UE terminó cediendo, desde Bruselas indicaron que se sacó "lo mejor de una situación difícil".
El pacto fija un techo arancelario de 15% y exenciones en diversos productos, así como una serie de compras estratégicas. Un análisis de Capital Economics no lo ve con buenos ojos para la UE: espera una caída del PIB del 0,5%.
Pero, ¿cuáles son las claves del acuerdo? ¿Qué sectores se verían perjudicados y cuáles beneficiados?
Los puntos principales
El acuerdo considera un arancel a la mayoría de las importaciones hacia EE.UU. de 15%, incluidos los sectores automovilístico y farmacéutico Este entrará en vigor el viernes 1 de agosto y cubrirá alrededor del 70% del comercio que la UE mantiene con el país norteamericano.
Las tasas al sector automovilístico cayeron del 27,5% en las que estaban al 15%. No obstante, la industria no quedó conforme: advirtió que de todos modos el costo sería de "miles de millones anuales".
En cuanto a los productos estratégicos, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, comunicó que se acordaron aranceles cero, de manera recíproca.
"Esto incluye todas las aeronaves y sus componentes, ciertos productos químicos, ciertos genéricos, equipos semiconductores, ciertos productos agrícolas, recursos naturales y materias primas críticas. Seguiremos trabajando para añadir más productos a esta lista", sostuvo.
También tendrán exenciones los frutos secos, langostas, pescados procesados y crudos y quesos, entre otros. La UE espera que esto se extienda a otros productos, como el vino y otros licores.
La UE, por otra parte, se comprometió a adquirir energía estadounidense (gas natural licuado, petróleo y combustibles nucleares) por un valor de US$750,000 millones durante tres años. Esto busca reducir la dependencia europea del gas y petróleo rusos, especialmente tras la invasión de Ucrania.
"Reemplazaremos el gas y el petróleo rusos con compras significativas de gas natural licuado, petróleo y combustibles nucleares estadounidenses", dijo Von der Leyen.
El bloque invertirá además US$600.000 millones en la economía estadounidense, aunque no se han detallado los sectores específicos.
Cabe destacar que aún falta por precisar una serie de detalles, lo que no ha logrado cerrar del todo la incertidumbre.
Algunos de los sectores pendientes son los del acero y el aluminio, que actualmente están gravados con tasas de 50%, pero que serían abordados en las siguientes negociaciones.
"Acuerdo no es perfecto"
El portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, reconoció que el pacto "no es perfecto", pero recalcó que "tampoco lo es para Estados Unidos".
"Creemos que nos da la plataforma para avanzar y centrarnos en permitir que el comercio transatlántico se desarrolle, para cooperar en áreas clave de importancia económica y geopolítica en un mundo inestable", indicó Gill.
El portavoz confió en que el pacto negociado por la CE pueda contar con el respaldo de los Estados miembros y de las empresas y ciudadanos europeos.
Es que el pacto aún debe ser aprobado por los 27 estados miembros de la UE, entre los cuales algunos han sido más críticos, como Francia.