Una tragedia enluta a la industria minera chilena. Es que ayer un evento sísmico produjo un deslizamiento en la mina El Teniente de Codelco, que derivó en la muerte de un trabajador, dejó a 9 heridos y cinco personas se mantienen atrapadas, si aún poder establecer contacto con ellas.
Las autoridades trabajan a toda máquina para dar con ellos. "La prioridad en este momento son las tareas de rescate respecto de los cinco trabajadores", dijo el ministro del Interior, Álvaro Elizalde.
"Hemos partido una investigación con nuestros expertos nacionales, con expertos internacionales, para entender cuáles son las causas básicas de este gran evento sísmico que tuvimos en El Teniente", indicó por su parte Andrés Music, gerente general de El Teniente.
Detalló además que "nos estamos enfocando en el rescate. Estas 48 horas son claves en el rescate".
Mientras ello ocurre, la industria y académicos ya analizan la tragedia.
El análisis del accidente
Manuel Reyes, académico ingeniería en minas de la Unab, explica lo que podría haber ocurrido. Dice que la roca bajo la montaña es como un globo, apretado por todos lados por la fuerza del terreno. Cuando los mineros excavan un túnel, le quitan parte de esa presión. Pero en una mina tan profunda como El Teniente, esa tensión acumulada es gigantesca.
Apunta, en ese sentido, que un temblor —por leve que sea en superficie— puede actuar como un golpe súbito a ese globo ya presionado. La roca no resiste: se fractura, colapsa, estalla. Toda esa energía que estaba contenida se libera de forma violenta.
"La seguridad en una mina como El Teniente, que extrae cobre, se rige por estándares de ingeniería y protocolos de clase mundial, dada la complejidad geológica de Chile y su tradición minera", sostiene en todo caso.
Y resalta que el "principal desafío aquí es la alta presión y la sismicidad natural, que requiere monitoreo constante y sistemas de soporte muy robustos. En contraste, en muchas minas de carbón o piedras preciosas en lugares como Brasil o Colombia, los riesgos pueden estar más relacionados con la inestabilidad de los materiales (el carbón y la tierra son menos competentes que la roca de cobre), la presencia de gases explosivos o la informalidad en la operación, que a menudo carece de la ingeniería y la inversión en seguridad que vemos en la gran minería chilena".
Para Juan Carlos Guajardo, este "tipo de evento refleja los riesgos geotécnicos inherentes a la minería subterránea de gran profundidad. Hasta el momento no se han realizado evaluaciones técnicas detalladas debido a que persiste actividad sísmica en la zona, y la prioridad ha sido el rescate de los trabajadores atrapados".
"El hecho de que haya ocurrido en Andesita, una de las tres áreas subterráneas actualmente en operación y clave dentro del proyecto New Mine Level (NML), es especialmente sensible, considerando que este sector estaba ad portas de entrar en producción regular, según reportes de Codelco al cierre de marzo", asegura asimismo.
Pérdidas por paralización
Guajardo señala que el "impacto inmediato en la producción es significativo. Según reportes de Codelco, el proyecto Andesita representaría una porción relevante del volumen productivo subterráneo en El Teniente. El incidente implicará una postergación en su puesta en marcha".
"Si bien Codelco no ha entregado aún una estimación del daño físico ni de la duración de la paralización, es razonable esperar impactos no solo en producción sino también en los costos operacionales y en la planificación", añade.
"Desde una perspectiva económica más amplia, y considerando que El Teniente es uno de los pilares de la producción de Codelco, cualquier interrupción prolongada en su operación tendrá efectos sobre el cumplimiento de metas anuales", dice también.
Patricio Faúndez, practice leader de Economía en GEM Mining Consulting, comenta en tanto que "por concepto de pérdida de producción, en términos directos, la paralización de un día en El Teniente implica dejar de producir al menos 1 kilotonelada (kt) de cobre fino, lo que se traduce en una pérdida económica estimada de entre US$8 y US$10 millones por día".
Dice también que habría impactos en la percepción de seguridad de los trabajadores, "lo que eventualmente podría derivar en otros costos pecuniarios relevantes para la Corporación".
Según señaló esta tarde el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, señaló que "estamos concentrados en resolver el tema de las personas atrapadas en esa área. Después de eso tomaremos una decisión" respecto a la reapertura de la mina.
