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Empresas pequeñas con impacto grande: ¿Cuáles son las ventajas de integrar un propósito social y medioambiental en las Pymes?

Modelos de negocio que combinan el impacto social y ambiental con el crecimiento económico ganan cada vez más espacio en Chile.

01 de Agosto de 2025 | 15:53 | Patricio Gutiérrez
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Freepik
En un escenario donde los consumidores valoran cada vez más el compromiso social y ambiental de las empresas, muchas pequeñas y medianas organizaciones en Chile están dando un giro estratégico al incorporar modelos de negocio que combinan el impacto social y ambiental con el crecimiento económico.

Según datos de País Circular, en Chile ya existen 271 Empresas B certificadas, que emplean a más de 35 mil personas y representan el 1,55% del PIB. Aunque muchas comenzaron como emprendimientos, hoy forman parte de una economía que prioriza el triple impacto.

En ese sentido, a nivel global, el mercado de consumidores eco-activos ya mueve más de 500 millones de dólares al año, y se proyecta que supere el billón en 2027. De hecho, según un estudio de Kantar (organismo de análisis de mercado), uno de cada cuatro consumidores se considera eco-activo, lo que marca una tendencia clara en los hábitos de consumo.


Las Empresas B son un tipo de organización que busca generar impacto económico, social y ambiental de manera integrada. Cabe destacar que para obtener el sello como Empresa B, las organizaciones deben superar los 80 puntos en la herramienta “B Impact” -en Chile, la Certificación B es otorgada por una organización independiente y sin fines de lucro llamada B Lab-, que evalúa su impacto en áreas como gobernanza, trabajadores, comunidad, medioambiente y clientes.

los beneficios de ser empresas con impacto


Manuel Lencero, CEO y fundador de Unlimited (organización que promueve un cambio empresarial cultural) destacó que “las empresas con propósito están mejor preparadas para responder a las exigencias del mercado y también a los desafíos futuros, convirtiéndolas en formas de negocios más sostenibles en el tiempo”.

“Chile cuenta con sectores estratégicos como la minería, energía y agroindustria, el país tiene la oportunidad de cumplir con una ciudadanía que es cada vez más informada y exigente. Las empresas deben preguntarse qué problemas están ayudando a resolver y qué huella están dejando”, agregó Lancero.

Carolina Casanova, Directora Gestión Personas y Payroll en BDO Chile, en tanto, detalló las ventajas que puede presentar este tipo de marcas. “Primero, la capacidad de atraer talento joven, comprometido y altamente calificado. Hoy muchas personas eligen dónde trabajar no solo por el sueldo, sino por el impacto que genera la empresa. Las pymes con propósito logran mayor compromiso interno y una cultura organizacional más sólida”.

Segundo, prosiguió, “tienen acceso a mercados donde la sostenibilidad ya es un requisito: licitaciones públicas, grandes cadenas de retail, o incluso alianzas internacionales. Cada vez más, se exige trazabilidad social y ambiental en toda la cadena de suministro, y ahí las pymes con triple impacto marcan la diferencia”.

Y por último, “logran construir una reputación sólida y diferenciadora. En mercados altamente competitivos, la coherencia entre lo que se hace y lo que se comunica es clave para generar confianza y fidelizar clientes”, afirmó.

Los desafíos de las Pymes para apuntar al triple impacto


Para las pymes, sumarse a esta tendencia implica integrar el impacto en la estrategia central, colaborar con aliados clave, diversificar sus fuentes de financiamiento y formar parte del ecosistema de impacto, indican desde Unlimited.

No obstante, para lograrlo existen desafíos. Carolina Casanova sostuvo que uno de los obstáculos más evidentes “es la falta de herramientas y conocimiento técnico para implementar este tipo de modelo de forma estructurada. Muchas pymes tienen un fuerte compromiso ético o ambiental, pero no saben cómo traducir ese propósito en prácticas concretas que se reflejen en su operación diaria”.

“Además, acceder a financiamiento sigue siendo complejo. Hay pocos instrumentos específicos para empresas con enfoque social o ambiental, y eso limita su capacidad de inversión en mejoras sostenibles, certificaciones o procesos más responsables”, continuó.

Finalmente, afirmó que “también vemos que muchas de estas empresas aún están en proceso de formalizar su gestión contable o laboral, por lo que integrar un propósito requiere más capacidades internas — y eso no siempre es viable cuando los recursos son limitados”.

De ahí que el llamado de los expertos es a avanzar hacia iniciativas e instrumentos de apoyo que faciliten este camino para las pequeñas y medianas empresas. Capacitaciones, acceso a financiamiento o mecanismos de acompañamiento pueden ayudar en este camino.